LA PEQUEÑA GEMA DEL INFINITO

LA TORMENTA INTERIOR DE LILY

POV WANDA.

El caos reinaba en la sala de los vengadores mientras Lily, estaba completamente fuera de control. Su energía similar a la de Wanda pero mucho más intensa, se manifestaba en destellos de un verde brillante que iluminaba la habitación. Los pocos soldados de Thanos que se habían atrevido a entrar en su camino quedaron reducidos a escombros por su furia desatada.

Wanda, con determinación en sus ojos, mantenía su barrera escarlata intacta, tratando de proteger a sus compañeros de equipo, y al mismo momento, darle a Lily una oportunidad para recuperar el control. Tony y Thor, seguían peleando, pero sus fuerzas menguaban, aforados por la lucha constante. 

Yelena, Kate y Peter, que acababan de llegar, a pesar de su valentía, se encontraban impotentes ante el poder incontrolable de la joven.

De repente, Lily soltó un grito ensordecedor que estremeció las paredes de la sala. Su poder, como una ola destructiva, se disparó hacia algunos de los soldados de Thanos, desintegrándoslos en un instante. Sin embargo, su furia no se detuvo ahí. Se volvió hacia Yelena, quien, sin saberlo, se encontraba en el camino de su ira desenfrenada.

Yelena intentó retroceder, dándose cuenta de la amenaza que representaba Lilian, pero ya era tarde. La joven, sin control sobre su propio poder, hirió a Yelena con un destello verde. Afortunadamente, el daño no fue grave, pero Yelena se desplomó, herida y aturdida por el impacto.

Kate Bishop, llena de determinación, agarró su arco instintivamente, listo para proteger a su amiga. Pero antes de que pudiera actuar, Wanda rugió de ira.

-No la toquen, necesita ayuda, no más heridas- Gritó con autoridad mientras se mantenía fija en los ojos salvajes de Lily.

Mientras tanto, Peter se deslizó hacia Yelena preocupada por su estado.

-Esta bien, pero necesita atención médica, hay que sacarla de aquí– Dijo levantando cuidadosamente a Yelena en sus brazos.

Wanda, viendo la necesidad de calmar la situación, se acercó a Lily con cautela.

–Lily, escuchame, puedo ayudarte a controlar tu poder, pero necesitas calmarte primero- Dijo con voz suave y tranquilizadora, tratando de romper la barrera de furia de la joven.

La bruja observó con preocupación cómo Lily luchaba por controlar su poder, mientras su pequeño rostro seguía retorcido por el dolor. La joven temblaba, sus manos seguían resplandeciendo con una luz intensa que brillaba a través de los poros de su piel mientras sus ojos imploraban ayuda.

-No te preocupes Lily- Dijo Wanda con voz suave pero firme- La sokoviana cerró los ojos, mientras se sumía en sus propios poderes, rodeando a Lily con la bruma escarlata que emanaba de ella.

La bruma se aferró suavemente alrededor de Lily como un abrazo cálido y protector. En lugar de absorber el poder de la niña como había hecho otras veces para calmarla, esta vez Wanda canalizó su propia energía para proporcionarle algo consuelo y alivio. La bruma escarlata brilló intensamente, envolviendo a lily en una luz calmante que disipó el dolor y el miedo que la consumían. 

Lily sintió como el calor de la bruma escarlata la envolvía, disipando la sensación de ardor en su piel y el dolor en su interior.

Lentamente, la paz comenzó a reemplazar el miedo en el corazón de la pequeña mientras la energía de Wanda la acunaba suavemente.

Finalmente, el dolor cedió y Lily se relajo en el abrazo mágico de Wanda. Sus ojos volvieron a su color original y comenzaron a cerrarse lentamente, sintiéndose segura y protegida por primera vez desde que su poder se había descontrolado.

Wanda sostuvo a la niña desmayada con su energía flotando en el aire, asegurándose que estuviera completamente tranquila antes de colocarla cuidadosamente en el suelo. Se arrodilló junto a ella, observándola con ternura y preocupación. Sabía que Lily estaba en medio de una tormenta interna y ahora más que nunca necesitaba ayuda para encontrar la calma dentro de sí misma.

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Con el ruido de la batalla desvaneciendo en la distancia, la sala de los vengadores quedó sumida en un silencio tenso.

-¡Es culpa tuya Wanda! Tu obsesión por esa maldita cría nos ha costado caro! ¡Por que, eres consciente que es probable que Steve y Natasha estén muertos por tu maldita culpa,! ¿Verdad?- Acusó Tony con su voz retumbando en la sala destrozada.

Kate Bishop intentó intervenir tratando de calmar los ánimos.

-Tony, ahora no es el momento para culparnos mutuamente. Necesitamos encontrarlos y resolver esto juntos, como siempre como un equipo.-

El dios del trueno, en su impaciencia y enojo, se puso del lado de Tony.

-Tiene razón Stark. Esta sobreprotección hacia la niña nos ha debilitado. Necesitamos enfrentar la realidad. Quizás Steve y Natasha están pagando el precio de nuestras decisiones.-

Las palabras de Thor cayeron como un martillazo sobre Wanda. 

Se sintió abrumada por la culpa y el remordimiento. ¿Había sido realmente su culpa? había puesto en peligro a los vengadores por tratar de proteger a Lily?

Tony salió de la sala furioso, seguido de cerca por Thor, que se marchó en silencio, dejando a Kate y Wanda solas. Kate se acercó a Wanda con una mirada comprensiva en sus ojos.

-Sabes que Tony está herido y asustado. No es justo toda esta mierda que acaba de suceder, pero te prometo... te juro que encontraremos una solución, los encontraremos.- Intentó consolar Kate.

Wanda sintió gratitud pero la duda seguía en sus ojos.

-Gracias Kate..- Dijo con sinceridad.- Por favor llévate a la niña, no quiero que Tony la coja y la convierta en un arma-

Kate asintió y luego se alejó con la pequeña hacia donde Peter y Yelena estaban reunidos. Se prometió a si misma que arreglaría las cosas, encontraría a Steve y Natasha y protegería a los suyos sin importar el costo.