LA OSCURIDAD QUE SE AVECINA.

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POV NATASHA

El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas pintando la habitación de Lilian con tonos cálidos. La pequeña se despertó en la comodidad del cuartel de los Vengadores, rodeada de tecnología futurista y la sensación de seguridad que proporcionaba el lugar. A su lado su canica favorita que siempre llevaba metida en el bolsillo del pantalón, un recordatorio de su antigua vida, yacía en la cama. Pero la sensación de seguridad se desvaneció rápidamente cuando escuchó un golpecito en la puerta.

-Lily, es hora de levantarte. Tienes que desayunar.- La voz de Natasha resonó a través de la puerta. Firme pero tranquila.

-No quiero desayunar, quiero quedarme aquí, ¿Por que no puedo?- preguntó la pequeña resistente.

Natasha suspiró al otro lado de la puerta, entendiendo la frustración de la niña.

-Porque es importante que comas para que tengas energía durante el día, necesitas estar preparada para todo lo que tenemos que hacer-

La niña rodó los ojos, y aunque Natasha no podía verlo volvió a suspirar comenzando a perder la paciencia.

-¡Lily!, ¡No te lo vuelvo a repetir, que salgas ya de la maldita habitación, tienes clase con Thor y se me esta acabando la paciencia!- Grité a través de la puerta de madera. Gritar de esa manera a esa maldita cría me recordó a Yelena cuando era pequeña y hacía alguna travesura sacando de quicio a Melina. Ese fugaz pensamiento de sensación de familiaridad, hizo que la espía sintiera un pequeño escalofrío que le recorrió por todo el cuerpo y le arrancara una pequeña sonrisa al pensar en el pasado, sonrisa que rápidamente se le disipó al escuchar de nuevo a la menor.

-¡Y un huevo!, ¡No pienso salir! , ¿Quién me va a obligar?! ¿Tú?- Gritó de nuevo esta vez con voz más desafiante. Natasha inspiró fuerte, contando hasta tres para no perder los nervios de nuevo y apoyó la frente con tranquilidad en el marco de la puerta.

–Vamos Lily, Thomas te está esperando en la cocina para que desayunes y Peter y mi hermana me están esperando para recibir su entrenamiento, por favor sal de tu cuarto- Pedí con la voz más dulce que fuí capaz de imitar.

-¡¡QUE NO!!!- Gritó de nuevo.

Ya está bien. Pensó el espía. Se acabaron las sutilezas. Sin un ápice de tranquilidad, Natasha abrió la puerta de la habitación en tan solo un gesto. La puerta chocó con vehemencia contra la pared y la espía entró como un vendaval en el dormitorio. Con un barrido rápido, busco a la pequeña por la estancia y resopló cansada mirando cómo último recurso hacia el techo. Y ahí estaba.

– ¿Y qué vas a ser la niña burbuja?- Preguntó la pelirroja en un intento de razonar con ella.

– Cómo si me convierto en la burbuja de la coca-cola, que me da igual- Inquirió pegada al más techo. La espía puso los ojos en blanco y de un gesto rápido saltó a la cama, lanzándose por la pequeña tirándola del brazo, consiguiendo finalmente que la pequeña bajara al suelo.

-Mira mocosa, tengo la paciencia ahora mismo bajo mínimos así que una tontería más y te empapelo, más te vale comportarte bien en las clases de Thor porque cómo te vea hacer el tonto te empapelo y cómo me diga que has estado molestando, o no queriendo atender.. uy, ahí sí que...-

– ¿Me empapelas?-

-No, te mato, de la forma más espectacular que hayas visto o imaginado.-Contestó la espía con la máxima seriedad que fué capaz de reunir en ese momento.-¿Ha quedado claro?-

LA PEQUEÑA GEMA DEL INFINITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora