Parte III.

26 3 0
                                    

"Está empezando a refrescar, ya está llegando el invierno, ¿no tienes frío?" - preguntó Bruno.
"Llevo sólo día y medio fuera de casa, y ya he aprendido que el invierno no es ver nevar sobre el río, es no poder ver a mi padre. Invierno no es la llegada del frío, es ver llorar a mí madre. Invierno no es jugar con la nieve como un crío, es ver morir a mi hermano pequeño." - respondió Cristal entre sollozos.

"Imagino lo que es ser tú ahora mismo, ¿los echas mucho de menos? Tienes que volver, Cristal, volver y ser fuerte. Mira, cuando mis padres fallecieron, pensaba que el mundo se estaba terminando. ¿Cómo le explicas a un niño de trece años que no va a volver a ver a su madre sonreír, que no va a poder abrazar a su padre cuando se sienta solo, cómo le explicas que ahora le toca combatir contra el mundo cara a cara y ya va por el segundo asalto? Hasta antes de su accidente, yo nunca fui Don Quijote, yo nunca fui valiente, jamás me atreví a enfrentarme a mis gigantes. Pero, al final, te acabas dando cuenta de que esos gigantes son tan sólo molinos, que van y vienen con el aire, como nuestras piernas ahora mismo. Es hora de volver y de olvidarse del resto del mundo. Todo el mundo habla, todo el mundo juzga, pero después todos se cagan cuando vienen curvas. Y tranquila, yo seré tu copiloto. Cuando no sepas qué decir, yo lo diré por ti. No puedo prometerte que todo vaya a ir bien, te estaría mintiendo, y yo nunca miento. Pero si te hundes, ten clarísimo que no lo harás sola, ¿me oyes?" - acuñó Bruno, abrazando a Cristal.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 16, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Frágil Cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora