Sala de tortura (Nombre en proceso de cambio)

•Tortura imaginariamente real•

Tic...
Tac...
Tic...
Tac...

El tiempo es un corredor olímpico que pasa tres veces por mi lado en mi primera vuelta. Estoy exhausta, pero se que este no es mi límite. Sin embargo, no quiero seguir corriendo. No estoy queriendo decir que me doy por vencida, pero, en estos días siento que me falta una pieza, o eso creo. ¿Qué hice mal? ¿Qué creo que me falta?

Estoy en una habitación de millones de metros cúbicos, oscura. No me puedo mover. No respiro. El pánico entra a la habitación con una sonrisa retorcida y siniestra, sé que me va a atacar. Pero no me doy cuenta de que de repente soy de cristal, que no soy una persona, soy un objeto; un recipiente: un vaso. Tengo varios sentimientos dentro. Son positivos, de colores brillantes, diferentes, que hacen sentir paz. De repente, se empiezan a volver opacos. ¿Por qué? ¿Qué estoy haciendo mal? Piensa, piensa. No soy yo... Pero si lo soy... No hago nada mal. O quizás lo hice. Solo me falta algo... ¿Algo? No; me falta alguien... Eres tú. No se de ti hace tiempo. Trato de llegar a tu voz, pero no la escucho... Lo que vuelve opaco a los sentimientos negativos es una mezcla que la mente está echando en mi...

¡Pruébalo!- me ordena ella- ¡Vas a saber cuáles son inmediatamente!- Ella es peligrosa en estos instantes.
Mi alrededor se torna cada vez más oscuro, más grande, más solitario. Y el pánico tiene armas blancas en sus manos, listas para atacarme.

-¡Pruébalo!- suelta con rabia la mente... Primer trago... Es... Es...¡¡Desesperación!!

-¡Bebe más!- me ordena de nuevo la mente- Segundo trago... ¡¡Impotencia!!

-¡Vamos, aún falta la mitad!- se burla la mente-... Tercer trago... ¡¡Culpabilidad!!

-Aún falta el último, y te aseguro que va a ser el trago más amargo- asegura mi torturadora personal... Aquí va el cuarto y último trago... ¡No! ¡No puede ser! ¡Es imposible que mente haya hecho esto! ¡No lo puedo sentir!

¿Esto es...?- le pregunto a mente, con la esperanza de que no lo sea.

-Si -dice con la voz temblorosa, arrastrando sus palabras -¡¡ES SOLEDAD!!

-NOOOO -grito.

El pánico comienza su ataque. Me está rompiendo. Trato de evitarlo. Piensa... ¿Qué hice mal para que se alejara? Quizás saberlo haga que el pánico me deje de atacar...

¡Pánico, ya basta! -le exijo. Pero el pánico tiene la mirada perdida y no me hace caso... Lo está disfrutando. Me acaba de atacar por segunda vez... Tercer golpe... Sigue pensando, ignora los golpes... ¿Qué le hiciste?... ¿¡Qué le hiciste!?
La habitación se torna aún más oscura, más triste, más solitaria... 4to golpe... pero no fue pánico... fui yo... Mente me sigue llenando de sentimientos negativos y me estoy desbordando, los sentimientos positivos luchan por no salir de mi...

Lucha, desbordamiento, pensamiento, agresión, oscuridad, desesperación, impotencia... Soledad... Colapso...

¿Cuanto tiempo ha pasado? Soy prácticamente retazos. Aun queda un sentimiento positivo luchando, está a punto de desaparecer. De mi, solo queda una mitad. Y pensar que no me quería dar por vencida... ¿Eh? ¿Un ruido? ¿Qué acabo de escuchar? ¿Fue la puerta abriéndose?... Já, debo estar ya loca. Lo que me faltaba... ¿Pero y si no?... ¿Acaso son pasos los que escucho?

-¡Oye! ¡Quién sea que haya entrado aquí, sal! ¡Quién te haya dicho que entres es muy mala persona!... ¿Por qué recoges esos cristales? Ya están rotos, no sirven, eran parte de mi, pero se rompieron... A propósito, ¿Quién eres?... ¿Por qué haces esto?... Espera, ya se quien eres. Eres tú. Quien me faltaba. Hace mucho tiempo no hablaba contigo. ¡Hey! ¡Los sentimientos positivos están volviendo!... ¿Sabes? Tenía mucho miedo.¿Sabes qué? Eres mi luz, y cuando desapareciste, permanecí sumisa en una oscuridad inmensa. Sabes que eres uno de mis pilares, y sin ti casi me derrumbo. Me hacías falta... ¿Soy yo o me estas arreglando?... Bueno... ¡Gracias!

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Holaaaa, me presento. Mi nombre es Amanda, pero prefiero que me llamen Amy. Espero que les guste lo que escribo y que me den consejos para mejorar ^^