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UNA JOVEN DE ROJA CABELLERA y su chófer iban apresurados por la carretera en camino a la casa Wheeler, mientras la chica seguía llamando a su novio preocupada con la esperanza de que esté respondiera.
—Nos vemos Rick gracias.— Bajó del auto y cruzó el gran portón de la entrada. —Jake enserio cuando escuches esto llámame.— Le dejo un mensaje de voz y se encaminó a la puerta de entrada la cuál tocó una vez que llegó notando que está estaba abierta. —¿Hola?—
Miró extrañada en todas direcciones puesto que había demasiado silencio, buscó en la cocina, en la estancia y no encontró a nadie. Charlotte había ido para contarle a Jake lo que escucho de su abuela y si Junior quería hablarle tal vez disculparse con él.
Comenzó a subir las escaleras frunciendo el ceño al ver algunas luces apagadas que normalmente nunca lo estaban, miró el suelo al pisar una especie de líquido rojo siguiendo el rastro con la mirada encontrando el cuerpo inerte de Logan.
—Carajo que... ¿Junior?— Miró sorprendida al chico que se encontraba sentado en el suelo cubierto de sangre. —Ay por dios ¿estás bien?—
Se arrodilló junto a él examinandolo, mientras esté tenía la mirada en un punto fijo divagando.
—Estoy bien...— Dijo cuando la pelirroja lo tomó de la mejilla obligándolo a mirarla.
