Una joven de no mayor de 25 años caminaba por las calles de su ciudad con una gran sonrisa en su rostro mientras abrazaba contra su pecho el libro que cargaba con tanto aprecio, por el momento era su mayor tesoro y su gran fuente de conocimiento.

Tras caminar varios minutos con aquel libro abrazando contra su pecho llego hasta una edificación donde en la parte superior de la entrada estaba un cartel con las palabras "Conferencia del Dr.Simon Petrikov ". Su respiración se aceleró y sintió un pequeño malestar en el estómago, dejo salir un suspiro arrojando los nervios que sentía para disponerse a entrar en el lugar, varias personas entraban a la sala de conferencias donde se llevaría a cabo el evento. Pudo identificar a varios arqueólogos conocido, reporteros y estudiantes interesados en el tema.

La pantalla del escenario mostraba un anuncio donde avisaba que siguieran tomando asiento y que la conferencia tomaría inicio en un par de minutos. La joven Petrova emocionada paso su vista por el lugar buscando un buen asiento donde pudiera admirar de mejor manera al Dr.Petrikov.

Tras ver un asiento vacío justo en el medio se apresuró por ir a apartarlo, se quedó parada frente al asiento observando para confirmar la buena vista, satisfecha sonrio de lado para finalmente tomar asiento. Escucho unos murmullos a su lado, un poco desconcertada regreso su vista para observar a la mujer que estaba a su lado. La mujer parecía ser de su misma edad, portaba unos lentes grandes, cabello castaño claro, piel blanca y de complexión delgada.

La mujer estaba conversando con la chica a su costado izquierdo, al notar la mirada y la presencia de Petrova dejo de hablar para regresarla a ver, paso su vista de pies a cabeza como si la estuviera inspeccionando para después detenerla en su pecho, donde aún residía aquel libro tan preciado.

—Oh, hola, parece que tenemos el mismo libro— saludo la mujer de cabello castaño claro hacia Petrova de manera amable, la contraria despegó el libro de su pecho para depositarlo sobre sus muslos, observo el libro que tenía la mujer de lentes en sus manos para afirmar lo que había dicho.

________ se limito a sonreir a la mujer de lentes, no era tan sociable y el seguir una conversación con personas desconocidas se le dificultaba mucho.

Las pocas luces que estaban encendidas en la sala fueron apagadas captando la atención de ambas mujeres y del público en general, el escenario fue iluminado para dar entrada al arqueólogo y estudiante de anticuario, Simon Petrikov.

El Dr.Petrikov comenzó su conferencia dando datos de sus investigaciones y mostrando imágenes de los objetos malditos o extraños que tenía planeado buscar para sus próximas misiones, aquella mujer de lentes y Petrova estaban encantadas con cada palabra que decía el hombre, eran las únicas que creían en lo que decia él mientras los demás se burlaban.

Al terminal la conferencia con un "Gracias" de parte de Petrikov toda la sala se quedó en silencio, a los pocos segundos se escuchó los tenues aplausos entusiastas de dos personas.

—Una vez toque su mano en la biblioteca— murmuro con entusiasmo la mujer de lentes hacia Petrova, ella dejo de aplaudir para mirar de reojo a la contraria.

La gente comenzó a abandonar la sala, Petrikov guardaba sus documentos ocupados en un maletín con un rostro no tan alegre tras la charla dada sin tanto éxito como el esperaba. Ambas mujeres seguidoras de su trabajo se levantaron de sus asientos y se acercaron al hombre antes de que se retirara. Petrova se detuvo un poco más atrás de la mujer de lentes observandola sin tanto entusiasmo al observar como ella con tanta facilidad y alegria comenzaba una conversación con él.

—Valla, tu eres la mujer de la biblioteca— comento Petrikov tras reconocer a la mujer de lentes, Petrova sintió que su oportunidad de hablar con él y pedirle un autógrafo para su libro se había esfumado, de manera terciaria pudo observar la conexión que ambos tenían al hablar e interactuar.

—No creí que pudieras recordarme— la de cabello castaño claro desvió unos segundos su vista avergonzada— Soy Betty, Betty Grof— se presentó dejando sus nervios de lado— esperaba saber si podrías firmar mi libro— dicho eso mostró  el mismo libros que llevaba Petrova en sus manos.

Ella se limitaba a observar sin tanto ánimo como conversaban Grof y Petrikov, miro la portada del libro y el título que llevaba.

¿En serio perdería la oportunidad de su vida solo por aquella joven de nombre Betty?

Alzo su vista para encontrarse a Petrikov frente a Grof, lentamente Petrova se acercó por detrás de la mujer con lentes con una sonrisa nerviosa.

—Tal vez deberías venir a una expedición conmigo— propuso el estudiante a anticuario. Petrova se detuvo estando detrás de Grof sintiendo que mejor era retirarse, sería de mala educación que interrumpiera la charla que parecían disfrutar ambos solo para pedir un autógrafo y cruzar un par de palabras con su ídolo. Estaba por girarse cuando la mirada de Simon observo por encima del hombro de Betty— Disculpa, ¿querías decirme algo?— pregunto de manera cortés, Betty se giro para no darle la espalda y mirar a quien le hablaba.

—Yo creo que si, ella tiene el mismo libro que yo— se adelanto a decir Grof, poniendo más nerviosa a Petrova además de la mirada de Petrikov en ella.

—U-un gusto conocerlo al fin en persona...Dr.Petrikov. Que-queria pedirle...un autógrafo, soy una gran seguidora de su trabajo—sus mejillas se tiñeron de un tenue rojo por la verguenza mientras tenía la mirada algo baja. Simon sonrio un poco al saber que su trabajo era algo reconocido.

—No hay problema— respondió Petrikov sacando un bolígrafo de su maletín  para después acercarse a Petrova, la mirada apenada de Petrova choco con la de Simon, ella le extendió su libro y al momento de que Simon iba a tomarlo sus manos rozaron, Petrova sintió una corriente viajar por todo su cuerpo haciendo que se le erizara la piel— ¿A nombre de quien va el autografo, señorita...?— se quedo en silencio al no saber cómo dirigirse a ella.

—A nombre de ________ Petrova, por favor— Petrikov acato orden y firmo en la primera página del libro con una pequeña dedicatoria.

—Aquí tiene, señorita Petrova— le regreso el libro con una suave sonrisa. ________ volvió a tomar su libro en manos para abrazarlo nuevamente contra su pecho.

—Muchas gracias doctor Petrikov, adoro mucho su trabajo y sus investigaciones— dijo de manera apresurada y sin aguantar su entusiasmo, Simon pareció pensarlo un momento antes de proponerle.

—Ya que eres seguidira de mi trabajo también debes ser conocedora— comenzó diciendo a Petrova, ella se limito a asentir con una cara embobada— con la joven Grof estabamos pensando en ir pronto a una expedición. ¿Qué te parecería acompañarnos?— propuso observando como los ojos de la joven frente a él desbordaba un brillo que jamás había visto.

—¡Claro que me encantaría! ¿Cuál será el objeto que buscamos? ¿Acaso será la armadura de Zeldron, la varita de Dispersión o el cordero de porcelana? ¡¿O será el Enchiridion?!— hablaba de manera rapida por la emoción, Simon y Betty se regresaron a ver algo sorprendidos por la actitud de Petrova, ella al notar que había espantado a ambos con su obsesión intento calmarse— lo lamento, tal vez me adelante un poco a los hechos...

—Tranquila, me encanta tu entusiasmo— comento Petrikov para animar. Los tres conversaron un poco más para acordar las cosas y quedar de acuerdo para el día de la expedición, su primera misión juntos sería para ir en busca del Enchiridion.

𝓑𝓮𝓽𝓽𝔂 [Simon Petrikov]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora