5,Fin

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Toco el timbre desesperado y con la respiración entrecortada.

La preocupación inunda mi pecho y las lágrimas no cesan. Entro sin saludar y subo las escaleras sin esperar invitación una vez la puerta se abre.

Traspaso el umbral de madera y verifico que Jongho esté bien. Lloro. Su piel está marcada, sus labios partidos. Miro a su padre con rabia, ¿por qué le hicieron esto?

-Fue San, él... -pronuncia con nerviosismo-. Él es un poco impulsivo, pero sin mala intención...

Remuevo a mi novio, pues se ve ido y sin fuerzas, nunca debí dejarlo solo. Ignoro las explicaciones de es señor, ignoro las lágrimas que empañan mis ojos, solo me enfoco en él, en mi Jongho.

-Amor... -susurro mientras acaricio su cabello y él me mira desorbitado.

-Debes... irte... perdón... -balbucea con dificultad.

Lloro y no entiendo por qué, es como si mi corazón presintiera su dolor e impotencia.

-Querido, estás muy alterado, debes calmarte. -el señor Wooyoung se me acerca y me envuelve con sus brazos.

Lloro sobre su hombro y el acaricia mi cabello, ¿por qué estoy llorando? No entiendo la razón de sentirme abusad, no comprendo mi autocompasión.

Estoy sentado en la sala donde el señor me trae una copa de vino. Lo tomo con ansias, pues me ayuda a relajarme y me encanta el efecto sedante que causa a mi cuerpo.

Tomo todo el contenido y en unos minutos me siento más tranquilo, como si volara y quisiera reír. Escalofríos recorren mi piel y un deseo extraño me embarga.

-Deberías acompañar a Jongho ahora que estás más tranquilo-sugiere con una sonrisa pícara que me sacude de repente.

Sí, quiero estar con él, necesito tenerlo cerca. Subo las escaleras con ansias y anhelo de él, de su piel. Una ola de emociones intensas llena mi ser, mariposas en el estómago, punzón en el pecho, calentura en mi zona íntima, quiero a Jongho.

Abro la puerta con desesperación y su mirada agobiada me deja paralizado, él está triste y débil. Me acuesto a su lado y lo beso.

No es un beso inocente, no, es un beso de deseo, de pasión. Él me corresponde no muy seguro, pero a medida en que nos besamos, sus ojos brillan con intensidad y su deseo se desborda.

Me encanta sentirme deseado por él, la sensación es indescriptible, el placer de sus manos sobre mi piel.

Música retumba en la habitación, mas no es la melodía de Jongho. No me importa quien está tocando el piano, me importa que es Jongho quien me toca a mí.

¿Nos observan? Es posible, pero mi piel quema y lo necesita a él. gruñe sobre mi cuello, besa con desesperación y muerde.

Su mordida me excita y provoca querer más. Sus manos se deshacen de mi ropa con delicadeza, su toque es suave y excitante, me gusta todo de él.

Sus besos me hacen gemir, mi piel celebra sus caricias, amor, tu boca me desquicia. Jongho tiembla al igual que yo, él también es inexperto y virgen.

Veo que titubea, sin embargo, lo atraigo a mi cuerpo desnudo. Acaricio y beso sus moretones, mis labios rozan sus heridas, sus ojos brillan del deseo, ya no se puede contener más y me encanta.

Jongho entra con delicadeza mientras la música retumba. Duele, aprieto su largo cabello y él besa mi frente, una lágrima rueda por su bello rostro, acaricia mi mejilla con ternura y se mueve dentro de mí.

Muerde mi cuello y me estremezco, la mezcla de dolor y placer es delirante. Imito sus movimientos y él gruñe, le gusta como lo hago. Parecemos animales hambrientos, corazones víctimas y sin salida, almas y consciencia perdidas, dejándose llevar por la carne, por los efectos alucinantes de aquel vino.

¿Mi vecino es un Vampiro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora