Resplandece con luz propia. Es monarca. Es belleza y expansión. Pero si se atreven, Serenity es magia.
Justo cuando ella imaginó que su vida no podría volverse más... interesante, aparece un hombre que le da un giro inesperado a su desatendido coraz...
Serena rió ante el ingenio. Ella realmente sí sabía cómo sacar a cualquiera de sus casillas y este hombre no era la excepción. "¿Y bien?" Cuestionó ella esperando aún.
"Me complace la vista que tengo en este momento." Respondió él al pie de la piscina. "Es mucho más interesante."
Serena volteó a ver qué era lo que él observaba y encontró a la misma mujer a quien él le había invitado a salir en el bar el día anterior. Ella frunció el ceño y regresó a hundirse en el agua, salpicandolo a su paso y así empapandolo.
Él de inmediato la observó a ella y no pudo evitar sonreír. Lo cierto es que él jamás le confesaria cuál realmente era esa vista que realmente le era mucho más interesante. Y es que ella era realmente una mujer demasiado hermosa y su porte no podía pasar desapercibido en ningún momento. Observarla realmente era un deleite.
Por la mente de Seiya paso como deseaba llevarsela de ahí a un lugar mucho más privado en donde no pudiera parar de explotarla tantas veces como él deseara.
¡Un momento!
Seiya de inmediato comenzó a mover la cabeza queriendo deshechar todos esos pensamientos. ¿Que rayos estaba él haciendo?
Dío media vuelta para salir de ahí, pero se detuvo. Tuvo que detenerse al ver que ella salió del agua y sus curvas muy bien definidas estaban siendo la admiración de más de uno que se detenía de hacer lo que hacían por admirar a tan hermosa escultura.
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Ella llegó hasta su silla designada y tomó su toalla para secar su cabello. "¿Sueles ser tan amable?" Preguntó ella cuando él tomó la toalla de sus manos y comenzó a rodearla sobre sus hombros.
"Depende de quien se trate y la situación." La escuchó reír.
Serena arrebató la toalla de la mano de él. "Cualquiera pensaría que estás celoso." Pero esta vez no lo escuchó diciendo nada como usualmente podría hacerlo. Ella solo medio sonrió mientras comenzó su camino. "No consideres que regresaré a este lugar. Posiblemente sea yo quien la próxima vez elija nuestro siguiente encuentro." Y se alejó.
