no volveré con la familia que me abandono

Capítulo 37: Sangre de la familia extinta

"No creo que sea una mala persona".

Pero no creo que sea una buena persona.

Leticia había llegado a la mansión de los Aquiles y apretó los labios pensando en Keena. Si había algo de lo que estaba segura, era de que era una persona muy sospechosa.

Será mejor que tenga cuidado.

La extraña forma de Keena de saber tanto sobre Leticia todavía la molestaba.

[¿Qué tipo de recompensa quieres?]

Quería devolverle el dinero de inmediato, para poder deshacerse de cualquier motivo para reunirse de nuevo.

Una gran sonrisa se extendió por el rostro de Keena al darse cuenta de la intención de Leticia.

[Nos volveremos a encontrar de todos modos, así que te lo contaré más tarde].

Al final de ese comentario, Keena se dio la vuelta diciendo que primero tenía algo que hacer.

Gracias a ella, Leticia pudo llegar a la mansión de los Aquiles antes de lo esperado, pero una parte de su mente aún estaba confundida.

"Espero que no nos volvamos a ver nunca más".

No fue una reunión muy buena.

Tenía la ominosa sensación de que seguiría involucrándose con Keena.

Leticia trató de calmar su ansiedad y entró a la mansión.

"¡Hermana!"

Elle estaba esperando a Leticia en cuanto abrió la puerta y corrió a su encuentro.

"¿Qué ocurre? ¿Pasó algo?"

Elle tenía una expresión seria en su rostro, y el rostro de Leticia también se puso serio. En lugar de responder, Elle agarró la mano de Leticia y la arrastró al salón.

"¿Qué ocurre?"

"Lo sabrás cuando lo veas".

Ante eso, Leticia miró nerviosamente a Elle y aceleró el paso. Enoch e Ian ya los estaban esperando en el salón.

Preocupada por lo serio que debía ser, Elle la instó a seguir sin darle la oportunidad de mirar a los otros dos.

"Ven rápido y mira esto".

"Esto es…."

"¡Finalmente, salió un diamante rosa!"

Elle señaló la pequeña caja con una cara muy emocionada.

El tamaño era tan pequeño que solo se veía cuando estaba justo frente a tus ojos, pero el color era claro y brillante.