no volveré con la familia que me abandono

Capítulo 64

Capítulo 64: Un invitado incómodo



El Conde Aster y su esposa recomendaron aristócratas que serían buenos para que Enoch compartiera una amistad y preparó artículos para la fiesta. Enoch estaba agradecido y les pidió cenar juntos esa noche, pero los dos regresaron a su mansión, diciendo que deberían trabajar duro.

Durante la cena, mientras estaban sentados y comiendo, Elle miró a Enoch.

"¿Desde cuándo ustedes dos se volvieron así?"

Leticia estaba comiendo tranquilamente su sopa mientras se veía directa, se cubrió la boca apresuradamente con una servilleta.

A diferencia de Leticia, que estaba avergonzada y no sabía qué decir, Enoch parecía indiferente.

"No acepto preguntas personales".

"Entonces, ¿qué pasa con el matrimonio?"

"¿Cuándo vas a hacer esto?"

¿Quién dijo que no eran gemelos? Si la conversación no fuera suficiente, sus expresiones y ojos eran los mismos.

Sabían que estaban haciendo preguntas extremadamente personales, pero esperaban una respuesta como si no se dieran cuenta. Sin embargo, Enoch continuó comiendo tranquilamente mientras su mirada se volvía naturalmente hacia Leticia.

Leticia se dio cuenta de inmediato, volvió la cabeza y murmuró para sí misma.

"No lo haré, no lo haré".

Quería decir que todavía no, pero no sabía lo que entendían. Elle e Ian empezaron a mirar a Enoch con lástima.

"Te dejaron".

"Te dejaron".

A diferencia de sus expresiones de lástima, sus dos bocas reprimían sonrisas, parecían querer seguir burlándose de su hermano. Leticia llamó lentamente a Elle, quien tenía un destello de picardía en sus ojos.

"Elle"
"¿Si hermana?"

"No creo que pueda ir a la boutique mañana".

No ir sería más correcto.

Leticia tomó otro sorbo de su sopa después de decir eso. Elle, que estaba sentada al otro lado de la mesa, la miró con expresión de incredulidad en el rostro.

"¿Por qué de la nada? Estoy seguro de que dijiste que estarías libre mañana ".

Ese día llegó el vestido que le había encargado a Leticia para la fiesta. Elle había estado esperando a ver a Leticia probársela, y ahora tenía ganas de colapsar.

Leticia aún no había terminado.

"Ian, creo que deberías ir a ver los resultados del tercer examen por tu cuenta".

Ian sintió una pesada roca caer en algún lugar de su corazón.

Hace unos días, le había pedido a Leticia que fueran a ver la lista juntos el día en que se anunciaron los candidatos finalistas seleccionados para el servicio civil imperial. Fue porque no quería ir solo ese día. Afortunadamente, Leticia respondió que iría con él, como si fuera algo normal.

Ahora sus palabras habían cambiado.

Ian, que estaba molesto por el repentino cambio de actitud, trató de comprender sus acciones.

"He estado esperando el día en que te pruebes tu vestido".

Elle comenzó a quejarse de que daría cualquier cosa, excepto por eso. Ian, quien normalmente le diría que no fuera terca, también jugó un papel.

"Ojalá pudieras ver la lista de candidatos seleccionados ese día".

Elle e Ian miraron a Leticia con expresiones lastimeras, ya que ella les había hecho una promesa. Leticia se sentía nerviosa por sus ojos de cachorrito. Enoch, que había estado callado hasta ahora, abrió la boca.

"Elle Achilles, Ian Achilles".

Era una voz diferente a la habitual.

Tuvieron un mal presentimiento cuando Enoch gritó sus nombres completos. Desafortunadamente para ellos, sus expectativas no se desviaron.

"Ven afuera."

"Hermano mayor."

"Hermano."

Sólo entonces Elle e Ian empezaron a darse cuenta de los pensamientos de Enoch. Miró a Leticia con el significado de que ya no permitiría que la incomodaran más. Sus ojos se enfriaron más.

"No lo diré dos veces".

"..."

"..."

Sabiendo que nada bueno vendría de más interrupciones, siguieron la orden de Enoch en silencio.

Aproximadamente media hora después, los tres finalmente regresaron y comenzaron a comer de nuevo. No se dijo una palabra sobre lo sucedido y la velada transcurrió en silencio.

***

Para una Elle de aspecto sombrío, Leticia rescindió lo que había dicho el día anterior y fue a la boutique con ella. Quizás debido a esto, Elle se veía más relajada mientras miraban varios vestidos a su alrededor.

Al final, tan pronto como Elle vio a Leticia con el vestido que había pedido de antemano, se sintió tan complacida que fue como si nunca hubiera estado deprimida.

“¡Sabía que mis ojos estaban en lo correcto! Supongo que mi hermana es hermosa sin importar lo que use ".

Elle ya estaba tan perdida en sus pensamientos que no podía escuchar a Leticia. Comenzó a dibujar en su cabeza qué tipo de accesorios y peinado se verían bien con el vestido.

Leticia tomó la mano de Elle porque le preocupaba quedarse perdida en sus pensamientos si la dejaban así.

"Elle, deberías probarte el vestido que te pedimos".