Capítulo 73. Noches individuales
¿Es esto lo que se siente al estar tan avergonzado de querer desaparecer?
Incapaz de soportar esta atmósfera incómoda de estar a solas con él, Leticia apoyó la frente contra la pared y gritó en silencio.
'¡Estoy loco, loco!'
¿En qué estaba pensando cuando respondió con seguridad que son pareja?
No tuvo más remedio que decirlo. Su rostro ardía, mientras pensaba en ello de nuevo. Quería esconderse en algún lugar, pero no había ningún lugar en una habitación tan pequeña que solo contuviera una cama, un tocador y una cómoda.
Fue entonces cuando Enoch suspiró mientras se sentaba en una vieja silla chirriante.
"Es malo."
“Oh, sí… Eso es, es un gran problema. La sequía fue peor de lo que pensaba ".
"No, eso no."
"....?"
Ella no entendió lo que quería decir. Olvidando su vergüenza, Leticia se volvió para mirarlo. Enoch tenía una expresión relajada y sonreía con la barbilla ligeramente levantada.
"Tenemos que actuar como una pareja, ¿no?"
"….!"
Cualquiera podría decir que ella se estaba divirtiendo, ya que él tenía una sonrisa brillante. Leticia se cubrió la mejilla con el dorso de la mano.
"No, um ..."
"¿Qué tal si decidimos cómo nos llamaremos primero?"
"¿Cómo nos llamamos?"
"Quiero llamarte 'esposa'".
"Eh, ¿qué quieres decir con esposa?"
Leticia inconscientemente levantó la voz. Estaba mareada por sus inesperadas dulces palabras.
Sin embargo, cuando la miró como si fuera linda, Leticia volvió la cabeza con una mirada de insatisfacción.
"No te burles de mí".
"No te estoy tomando el pelo".
Enoch se acercó a Leticia y le dio un golpe en la mejilla. Tan pronto como Leticia trató de apartarlo, su voz baja llegó a sus oídos.
"Vamos a lavarnos primero".
"Si entiendo…"
Leticia cerró la boca después de contestar. De alguna manera, se sentía como la primera noche de su luna de miel, y podía sentir que su rostro se calentaba de nuevo.
Tan pronto como se dio cuenta, Leticia corrió de inmediato al baño. Estaba preocupada por una cosa mientras se lavaba.
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no volveré con la familia que me abandono
RomanceLeticia era objeto de comparación con sus hermanos menores donde quiera que iba. Tristemente, era tan obvio. Porque no era tan bonita como su segunda hermana, ni tan inteligente como su tercer hermano Emil, no era buena con la espada como su cuarto...
