Maldito Buckley (Evan Buckley × Liam Nash)

CAPITULO 2 ~ Desafíos~

El amanecer en Los Ángeles marcaba el comienzo de un nuevo día en la estación de bomberos 118. Liam Nash se encontraba parado en la entrada, sintiendo la mezcla de emoción y determinación que lo había impulsado desde que había llegado a la ciudad. Era el inicio de su primer día oficial como bombero, y estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Liam se dirigió al vestuario y se cambió rápidamente para ponerse su uniforme de bombero. Mientras ajustaba la chaqueta y se colocaba el casco, pensaba en la noche anterior y en el emocionante reencuentro con su padre y su nueva familia en la estación. Había sido un torbellino de emociones, pero ahora estaba listo para concentrarse en su trabajo.

Cuando salió del vestuario, no pasó mucho tiempo antes de que tuviera su primer encuentro con Evan Buckley. Evan se encontraba cerca de la puerta, conversando con algunos de los otros bomberos. Liam, todavía un poco distraído, no notó su presencia y chocó con él.

"Oh, lo siento", se disculpó Evan con una sonrisa amigable.

"No te preocupes, fue culpa mía", respondió Liam, devolviendo la sonrisa. Sus ojos se encontraron brevemente, y en ese instante, ambos sintieron una chispa de conexión. Evan tenía unos ojos azules profundos y expresivos que parecían iluminarse cuando se encontraron con los de Liam.

Justo en ese momento, sonó la campana de alarma en la estación. La voz de uno de los bomberos anunció por el altavoz: "Incendio de nivel 4 en la calle Jefferson. Todos a sus puestos, ¡rápido!"

La estación se llenó de actividad frenética mientras los bomberos se apresuraban a prepararse para la llamada de emergencia. Liam y Evan, junto con el resto del equipo, se dirigieron a los camiones de bomberos. El sonido de las sirenas llenó el aire mientras los camiones se pusieron en marcha.

Liam iba absorto en sus pensamientos mientras miraba por la ventana del camión. La mezcla de emoción y ansiedad lo embargaba mientras se preguntaba qué desafíos les esperaban en su primera misión real como bombero. Había llegado a la estación 118 con la esperanza de honrar la memoria de su familia y seguir los pasos de su padre, y ahora tenía la oportunidad de hacerlo.

Eddie, uno de los bomberos más experimentados de la estación, notó la mirada distraída de Liam y le tocó el hombro. "¿Escuchaste algo?", preguntó Eddie con una sonrisa amigable.

Liam parpadeó y se centró en la conversación. "Eh, sí", respondió, un poco desconcertado.

Eddie arqueó una ceja. "¿Qué estaba diciendo?"

Liam se rió de sí mismo. "Que el agua apaga el fuego, y yo estaba pensando en una respuesta.

Eddie y los demás bomberos rieron, entendiendo que la mente de un novato como Liam podía estar llena de todo tipo de pensamientos en su primer día. La camaradería en la estación era palpable, y todos estaban dispuestos a ayudar y apoyarse mutuamente.

El camión de bomberos llegó rápidamente al lugar del incendio en la calle Jefferson. La situación era tensa mientras el equipo se preparaba para abordar el edificio en llamas. Liam podía sentir la adrenalina correr por sus venas mientras observaba el fuego rugir en el interior del edificio.

La voz del Capitán sonó por el radio de comunicación. "Escuchen, equipo, este es un incendio de nivel 4. Estamos en una situación peligrosa, así que manténganse alerta y sigan las órdenes. Nuestro objetivo principal es asegurarnos de que todos estén a salvo".

El equipo de bomberos avanzó con cautela, trabajando juntos para controlar el fuego y rescatar a cualquier persona atrapada en el edificio. La temperatura en el interior era sofocante, y el humo oscuro llenaba el aire, dificultando la visibilidad.