Maldito Buckley (Evan Buckley × Liam Nash)

CAPITULO 4 ~ El Estallido De Ira~

El almuerzo transcurría en la tranquilidad de la estación con la presencia de los miembros de la familia y algunos invitados. Hen, Chimney, Eddie, Bobby, Maddie, May, Athena, Karen y un invitado inesperado, la periodista Taylor Kelly, compartían la mesa. La conversación fluyó amigablemente durante un tiempo, pero la tensión comenzó a infiltrarse cuando Taylor decidió tomar la palabra.

"Bien, hablemos del niño que perdió a su familia en un incendio", anunció Taylor, con una sonrisa falsamente amigable en su rostro. La mirada de Liam comenzó a volverse inquieta, y un escalofrío recorrió su espalda.

"¿Cómo te sentiste cuando quedaste huérfano?", preguntó Taylor, enfocando su mirada en Liam. El joven bombero trató de mantener la calma y no responder, pero la presión era abrumadora.

"Indefenso... ¿solo... abandonado?", continuó Taylor, su voz perforando la piel de Liam. El silencio se hizo presente, y Liam optó nuevamente por no responder.

Las preguntas de Taylor seguían llegando, y con cada una, el enojo y la frustración de Liam aumentaban. "Liam, ¿te sentiste inseguro? ¿O tal vez te sentiste raro por la quemadura que te generó el incendio en la pierna?" Con cada pregunta, el silencio de Liam se volvía más ensordecedor, y su ira se acumulaba.

Finalmente, Liam no pudo soportarlo más. Golpeó la mesa con fuerza y se levantó de su silla, enviando platos y cubiertos volando por los aires. Todos los presentes en la mesa se pusieron en alerta, conscientes de que Liam estaba a punto de estallar.

"¡Escúchame, maldita zorra!", exclamó Liam, señalando furiosamente a Taylor. "Tú no sabes nada, ¿entendido? Me importa una mierda tu estúpido documental sobre los bomberos, ¿entendido?" El rostro de Liam estaba enrojecido de rabia, y su voz resonó en la sala.

La situación en la mesa era caótica. La periodista se defendió argumentando que solo estaba haciendo su trabajo, lo que solo logró enfurecer aún más a Liam. En un estallido de ira.Los presentes miraron con asombro y preocupación mientras el caos se apoderaba del almuerzo.

Bobby, el padre de Liam, se movió rápidamente para tratar de calmar a su hijo. Lo agarró por la cintura, intentando evitar que avanzara hacia la periodista. "Lo siento, niñito, pero es mi trabajo", se defendió Taylor, sin mostrar ningún signo de arrepentimiento.

Las palabras de Taylor solo avivaron la ira de Liam. Golpeó la cámara  haciendo que el lente se rompiera por completo. "Pues tú y tu trabajo de mierda se pueden ir a otro lado, vale pedazo de escoria", vociferó Liam, deseando más que nunca darle un puñetazo a la periodista.

Finalmente, la periodista y el camarógrafo se retiraron de la estación, pero la furia de Liam aún ardía dentro de él. Su padre lo había soltado, pero Buck se acercó a Liam, preocupado por su estado emocional. "Liam, necesitas calmarte", le aconsejó Buck, pero Liam estaba demasiado furioso como para escuchar con atención.

"No se te ocurra tocarme, Buck", advirtió Liam con voz amenazante. Culpar a Buck por la presencia de la periodista era una reacción impulsiva, pero en ese momento de rabia desenfrenada, Liam necesitaba alguien en quien descargar su enojo. Buck retrocedió, asimilando las palabras de Liam con calma, pero con un toque de tristeza en su mirada.

Liam finalmente se sentó de nuevo, con la mirada perdida en su mano herida, que estaba llena de sangre y restos de cristales rotos. La confrontación con Taylor había desencadenado emociones profundas y perturbadoras en él, y la ira seguía ardiendo. La cicatriz de su pasado seguía siendo un recordatorio doloroso de los desafíos que había enfrentado. Liam Nash estaba luchando contra un pasado que amenazaba con consumirlo una vez más, y todos a su alrededor estaban dispuestos a apoyarlo en su camino hacia la sanación y la paz interior.