20

6.1K 517 3
                                    

Él vómito, las lágrimas y el mareo se mezclaban intensamente en el inodoro. Yo apenas me sostenía. No podía fingir que sus palabras no me afectaban. Era demasiado para pensar una y otra vez.

Baje la palanca y me senté en el suelo. Mi panza se sentía pesada y ligera a la vez, una sensación extraña. Suspiré.

- Tengo que mudarme

Dije en suspiro. En eso mi teléfono vibro. Me levanté para tomarlo. Tenía un mensaje desconocido.

Hola Kim Dan. No se si te acuerdas de mí. Soy DG. Me acordé que eres fisioterapeuta. Y pues quería saber si podías hacerme un trabajo.
Hola! Claro que me acuerdo de ti. Aún agradezco por tu ayuda. Dime qué se te ofrece?
Solo necesitaría una sesión de masajes. ¿puedes venir mañana a mi casa? Te paso mi dirección.
Oh. Si.
Gracias te espero mañana.

Anoté la dirección en un papel. Suspire, ya tenía un pretexto para evitar a Jaekyung mañana. Era sábado, él estaría aquí todo día.

Me acomode en la cama, para irme a dormir. Estaba muy cansado de esta situación.

                            …

Me levanté temprano, como quería evitar a Jaekyung decidí irme temprano. Y para mi suerte. Él no estaba. Supuse que se había ido a correr. Así que aproveche el tiempo y comí deprisa para irme.

Tomé un autobús para irme por la dirección que apuntaba el papel. Iba escuchando música, tranquilamente cuando sentí una mirada de tras de mi.

Vigilándome.

Me volteé a ver a esa dirección. No había nadie. Solo unas chicas de escuela que se susurraban entre si. Cómo riéndose. Lo ignoré.
Seguí concentrado en la música. Cuando me baje en la siguiente parada. Camine rumbo por la calle. Pero empecé a sentir un poco de miedo. Porque sentía esa mirada sobre mi. Cuando volteaba no miraba a nadie sospechoso. Y eso me mortifico más. Camine rápidamente.
Mire la dirección por segunda vez para estar seguro. Y toque el timbre. La casa era un lugar bonito y grande. Pensé que me toparía con un departamento. Abrió la puerta la persona que había visto solo un momento. Él de los cabellos negros y ojos dorados. Él esposo de DG.

- Hola. Mucho gusto. Mi esposo dijo que vendrías. Pasa.
- Gracias.
- Esta en su recámara. Puedes pasar.

Su casa por dentro era más bonita, una combinación de moderna y de naturaleza. Me guío hasta la planta alta de la casa, hasta su habitación. Abrió la puerta para mi yo pase. Vi a DG sentado en la cama leyendo un libro.

- Hola Kim Dan! Me da gusto verte. Pasa.
- Hola. Ya te mencioné que puedes decirme Dan.
- Oh si disculpa.
- Y dime en qué te puedo ayudar?
- Verás el doctor me dijo que necesitaba unos masajes por estrés que he tenido. Así que quería saber si podías. Claro que te pagaré.
- Oh! No se preocupe por la paga, usted me ayudó y es justo que yo también lo ayude.
- Bueno, no es eso…
Unos leve sonrojo ocurrió en sus pómulos.
- Sabes porque estaba en el hospital cuando nos topamos por primera vez?
- ¿Por qué te sentías mal?
- Bueno, si. Pero me hicieron exámenes. Y bueno, estoy embarazado.
Me quedé sorprendido. Sonreí.
- Muchas felicidades.
- Gracias y bueno últimamente he tenido muchos calambres y el doctor me dijo que sería bien que tratara con masajes. Jiwon lo intento pero bueno, de tantos toqueteos, terminamos en otra situación.

Un leve sonrojo. Yo sonríe. Enserio parece una pareja muy unida y enamorada.

- Bien dime entonces… que lugares te da calambres con frecuencia?
- Oh si…

Él me empezó a explicar, y yo procedí a atenderlo. Por lo general era más en la parte baja de su espalda.

- Esto es muy relajante. A veces no puedo dormir por el dolor.
- Cuánto meses tiene?
- Tres meses. Casi no se nota. Pero al quinto mes se empieza a extender y parece más embarazado.
- Debes estar feliz.
- Si. Aunque al principio tenía miedo de la reacción de Jiwon.
- ¿Por qué?
- A pesar de llevar ya un año de casados no habíamos hablado de tener hijos. Y de pronto me empecé a sentir mal y fui al hospital y bueno allí te conocí.
- Oh no fue planeado pero si recibirá mucho cariño.
- Ahora que sabe de mi situación me cuida mucho, prácticamente no quiere que haga nada. Ni siquiera quiere que lave los platos.
Reímos juntos.
- Dan… se que no debía de preguntarte eso tan indebido…
- Oh no te preocupes. La verdad me ayudaste mucho, tenía mucho tiempo que no le hablaba a alguien sobre mis problemas. Bueno no es sea bonito hablar de problemas pero a veces me gustaría a alguien quien me apoyara.
- Te sientes solo?

Su pregunta me saco de mis pensamientos.

- No me malinterpretes, yo sé lo que siente estar solo. Y que todo el mundo te rechace.
- ¿Por ser Omega o beta?
- Si. ¿eres beta?
- Es complicado. Era beta pero un día me sentí mal y pues dijeron que era Omega recesivo. Y tú?
- Yo soy Omega de nacimiento y bueno toda  mi vida he intentado cuidarme de alphas que intentaban acosarme o lazarte en encima. Cuando estaba en la secundaria un compañero alpha casi me enlazo y luego me culparon de que use mis feromonas sobre él y por eso me tacharon de zorra. Fue una época difícil. Mis amigos ya no confiaban en mi. Por eso empecé a tomar supresores a muy temprana edad. Y bueno no fue bueno. Casi me intoxico. No lo tomes excesivo. Lo digo por experiencia.
- Entiendo.

                           …

El sol se estaba ocultado y avisaba la noche. Sin duda fue divertido y cómodo pasar tiempo con DG.

Me despedí de él y me fui. Tomé el autobús y otra vez me puse a escuchar música. Eso me tranquilizaba. Cheque mi teléfono. Ahora que lo pienso siempre que lo encendía tenía una que otra llamada o mensaje de Jaekyung preguntándome dónde estaba. Pero está vez no había nada. Y por alguna razón sentí una pulzada en mi pecho. 
Llegué al departamento. Abrí la puerta y de pronto me invadió las feromonas intensas de Jaekyung.

- Ya te dije que no iré. Diles que estoy ocupado con mi entrenamiento.

Sus feromonas era por molestia. Hablaba con alguien al teléfono molesto.

- ¿Por qué insiste cada año con esa estúpida cena? Solo quieren presumir una mierda cuando nos les importa.

¿Qué cosa le molestará tanto? Bueno no era mi problema. Caminé para subir al segundo piso. En eso sentí que me agarraron de mi muñeca.

- ¿A dónde vas?
- Jaekyung! Sueltame!

Él me cargó de improviso sobre su hombro, como si fuera aún simple costal.

- Hoy dormirás conmigo.
- ¿Qué?
- Bájame.

Hizo caso omiso y me llevo a su habitación. Me acostó en la cama y sin previo aviso me aprisiono, su brazo derecho fuertemente agarro mi cintura y su mano izquierda sujetaban mi mentón. Jaekyung me abrazo a mi por detrás y sentí su respiración en mi nunca. Caí en cuenta que me estaba oliendo.

- Jaekyung no quiero dormir aquí…

Dije en súplica.

- Tienes miedo de que te folle?
Me avergoncé.

- Solo no quiero…

Estar contigo. Quería decirle. Las palabras se me atoraron de mi garganta.

- Solo quédate quieto, no te haré nada.

Mi respiración acelerada se sentía al muy al compás de sus palabras. Pasaron unos momentos y sentí el agarre más ligero me removí. Y lo miré de reojo. Me sorprendí que se había dormido. Me volteé. Me di cuenta de que tenía ojeras. ¿Él insomnio le había pegado fuerte? Lo miré fijamente y con mi dedo recorrí cada facción suya. Suavemente sin querer despertarlo. Era un demonio cruel, pero en ese momento me pareció un niño dormido como un ángel. Mi corazón pálpito. Y baje mi dedo. Me avergoncé y me volteé para darle mi espalda.
Por dios Kim Dan! Esto te esta afectando la cabeza. Alguien que te hiere, no te puede gustar. Me avergoncé. Esto estaba muy confuso.

"Esto no es amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora