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Me mire al espejo. Mientras me quitaba la ropa. Mire mi barriga, si que había crecido mucho.
Sonríe. Me toque mi panza. Sentí un leve pataleo.
Me metí a la tina. El agua estaba tibia. Me relaje. Tome la esponja para tallar me por mi cuerpo.
Suspiro. Estaba cansado. Últimamente todo me da sueño.
Me recosté en la bañera. Intentando no dormirme. Fue inútil. El sueño me gano.
- Vete. Fuera!
- Dan!
- ¿Pero que hiciste?
- Eres igual a tu padre!
- Por Dios! Dan.
- Aguanta, ya llegamos!
- Por suerte no tuvo un abortó.
- Debería poner una denuncia. Este chico sufrió un abuso.
Dan se despertó. Asustado. Tratando de calmarse.

Me revolvía entre las sábanas. Había noches en las no podía dormir. El insomnio me ataca. Y no quería pensar en esos recuerdos.
Me levanté para tratar de tomar algo caliente. Tal vez leche ayudaría. Pero fue inútil. El olor llegó a mi. Su olor.
Avance hasta mi armario. Abriéndolo. Y allí estaba. Su olor. Tome una camisa negra. Y la sostuve. La tela si que era delgada y suave. No pude resistirme y la olí.
Su madre me había traído ropa debido que el doctor me dijo que mis feromonas estaban inestables. Aunque la marca ayudo un tiempo estaba desapareciendo.
Y ahora solo con olerlo…
Mire el espejo que tenía en frente de mi. Note que tenía mis pómulos rojos y la respiración un poco agitada.
De pronto mi imaginación me jugó una mala broma. Sentía su presencia en la habitación, sentía su olor más fuerte, sentía que estaba allí. Mirándome. Podía sentir que me abrazaba por detrás y olía mi nuca, podía sentir sus manos sobre mi cuerpo, acariciándome, podía sentir que tocaba mi panza y luego abajo… más abajo… dónde sentía un cosquilleo…
Pero no estaba aquí… era un idiota extrañándolo. Un idiota que esperaba que algún día entrara por la puerta a pedirme perdón.  Era un idiota.
Las lágrimas salieron de mi. Me recosté sobre el suelo. Aun con su camisa en la mano.
- Te deseo tanto….
Mis lágrimas no dejaban de salir. Era un tonto estúpido por quererlo. Porque me había hecho daño y yo todavía deseaba que viniera.
Por instinto saque toda la ropa de él. No era solo una prenda. Eran varias. Y las acomodo en el suelo. Formando un círculo.
No podía negarme más. Llevaba meses evitando esto. Evitando el deseo de sus feromonas.
Me recosté en ellas. Y abraza con fuerza más su camisa. Mis lágrimas cesaron. Luego sentí un fuerte cosquilleo en mi interior.
Sin esperarlo me empecé a desvestir, me quite mi pijama. Sentí un escalofrío en mi piel por el viento. Pero me cubrió con la camisa de Jaekyung. Esto era un fuerte deseo.
Empecé a olerla para calmarme. Pero no funcionó. Quería que estuviera aquí. Quería que me tocara de una forma gentil, que me besara, quería que me diera placer.
Empecé a frotarme con la blusa. Empecé a masturbarme. Esto era demasiado cruel. ¿Cómo podía desear a alguien que me había lastimado?
Pero lo quería. Aun lo quería.
Mis lágrimas no dejaban de empapar la almohada. Gemí al sentir la fricción de mis dedos en mi interior y todo acabo cuando llegue al orgasmo.
Me sentía abatido. Frustrado e incluso triste.
Me puse su playera. Y sin esperarlo más me recosté. Quedándome dormido.

"Esto no es amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora