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- En serio vas hacer esto? La verdad no me importaría si…

- Tengo que hacerlo sin ningún tipo de ritual. Tengo que demostrar que puedo hacerlo sin necesidad de esto.

Dan sonrió, poco a poco los entrenamientos, las citas, los encuentros, todo empezaba a mejorar, la vida seguía en una total sintonía de paz.

- No estás nervioso o asustado?

- Un poco de ambos. No se cómo las personas que me admiraban se tomen mi regreso o peor aún y me odien. Es raro, toda mi vida fue como si no valiera nada y de pronto cuando encontré algo donde pudiera desahogarme, sentí que esto me daba valor. Me sentía útil y suficiente.

Dan escuchaba atentamente sus palabras. La forma en que lo decía parecía tan calmado y sin ningún inicio de enojo. Se había vuelto tan abierto, y aunque al principio fue extraño ver esa faceta de él. Se sintió afortunado. Había logrado que Jae se abriera sin ninguna distinción. Y le fascinaba.
Dan recostó su cabeza en el hombro de Jae. Un forma de afecto intentaba demostrar que lo escuchaba atentamente.

- Ganarás. Yo confío en ti.

Jae asistió.

Disfrutaban una tarde de películas, aunque ya se había hecho noche, y el plato de comida se encontraba vacío, la tarde había sido muy agradable, la noche fue momentánea y tranquila. A pesar de todo estos meses, se sentía bien consigo mismo, sentía que estaba completo. Jae sentía mucha suerte estar junto a Dan. Y no faltaba nada, tenía que demostrarle que el podía luchar sin supersticiones.



Dan estaba en primera fila, podía verlo todo. Inclusive el torso desnudo de los dos luchadores.

Tuvo que desviar un poco la vista hacia Jae. Ya que este parecía un poco… serio. Demasiado.

No recordó cuando se quedó dormido, solo cuando sintió el olor de la comida, supo que el gran día había llegado. Pudo notar cierta inquietud en él. Tal vez nervioso o asustado. En todo el camino parecía ausente con sus propios pensamientos y cuando se alejo para irse él lo jalo de su muñeca para robarle un beso. Rápido y fugaz. Lo soltó para apresurarse a irse, dejando a un Dan demasiado avergonzado. Lo había besado en público. Tuve que agachar la cabeza y fingir que no se moría de felicidad. Aunque sus sonrojos lo delataban.



Dan trataba de calmarse. Porque esto no iba para bien. Jaekyung había atacado primero a su contrincante y aunque logro pegarle, de un segundo golpe se lo regreso más fuerte, ocasionando una leve herida en su cabeza.

Él tercer golpe hizo caerse hacia atrás, el golpe en el mentón ocasionó un contraste de desconcierto. Para después atacar en su abdomen ocasionando que fuera primero en caer.

Empezó el conteo. Si no se levantaba en 10 segundos el torneo se terminaría y ganaría el otro deportista.

Él público guardo silencio, tenso. Solo pasaba los segundos… cinco … cuatro … tres… Dos …

Jaekyung se levantó. Sobándose un poco el hombro, luego sin esperar su oponente lo atacó pero esquivo el golpe.
Sus movimientos era muy rápidos, Jae los esquivas sin distinción alguna, y en poco tiempo el cansancio le gano. Bajo la guardia un momento para tomar aire y fue la distracción perfecto para Jaekyung de noquearlo por completo en su mentón. Desconcertado fue suficiente para pegarle hasta dar en el piso… el conteo inicio de nuevo.



- Tks.

- Lo siento.

Dan limpiaba la herida abierta de Jae sobre su cabeza, no era tan grave para preocuparse pero si para tener cuidado.

Sentando sobre sus piernas, solo se limitaba a verlo tan concentrado en lo que hacía.

- Creo que la pomada no dejará cicatriz.
Solo asistió.

- Estás bien? No pareces feliz… y eso que ganaste.
Suspiro.

- No. Solo estoy casando.

- Aún tienes que ir hacer tu entrevista.

- Tks. Lo sé. Que molestos.

Frunció el ceño cruzando sus brazos. En cierto modo su actitud con las demás personas seguía siendo igual de gruñona. De pronto oír la risa de Dan lo saco de sus pensamientos.

- Y ahora, porque esa risa?

- Lo siento… Jajajajjajaja es que no pude evitarlo. Parces una gatito gruñón con esa vendita decorativa de flores amarillas y ositos. Es lo que tenía en mi bolso.

Verlo reír hizo que las pequeñas comisuras de sus labios se agradarán. Su rostro paso de estar molesto a estar alegre.

- Gatito gruñón, eh?

De pronto cayó en cuenta lo acaba de decir. Su risa fue reemplazada por unos leves sonrojos en sus mejillas.

- Bueno… es que, la verdad, solo lo dije, no …

- Debes aprender a controlar tus pensamientos, acabas de darte cuenta que lo dijiste en voz alta.

Dan agachó un poco la cabeza, avergonzando.

Se sobresalto a sentir la mano de Jae sobre su cintura para atraerlo  más hacía él. Jae apoyo la cabeza en su hombro. Ese lugar donde podía oler el ligero aroma a vainilla y chocolate. Aunque no era fuerte podía percibirlo.

- Sucede algo?

Dan tenía ese extraño presentimiento de que algo no está bien con él. Y sabía que se trataba sobre su reciente pelea. No lo entendía. ¿Por qué se notaba melancólico si acababa de ganar? Como no podía obligarlo a decirlo, decido acariciarle sus cabellos, de la manera mas infantil. Para transmitirle su apoyo.

- Me encanta que me acaricies los cabellos.

Susurro muy por debajo. Dan asistió sonriendo.

- También cuando te los arranco?

El sonido leve de un risa ronca lo sorprendió. Era rara la vez que reía.

- Especialmente cuando tiras de ellos para aferrarte a mi, sostenerte y cuando estás apunto de venirte. Tienes una manía rara con jalarme el cabello.

- Jae! Eso no es cierto. No lo hago todo el tiempo.

Se avergonzó. ¿Cómo es posible que sepa esos detalles?

Se sobresalto al sentir lo cálido de la mano de Jae por debajo de su blusa, unos leves caricias que seguían en una línea recta por todo su torso.
En un momento a otro levantó su blusa para esconderse debajo de la prenda.

- Jae!

Sintió lo húmedo de su boca en su pezón, mientras el otro era pellizcado.

- Hmmm

De un solo movimiento lo alzó sobre su cintura para tener mejor acceso en atender ese lugar con su boca. Ya no estaba sentando sino que ahora apoyaba sus rodillas sobre las piernas de él. Mientras él lo sostenía de la cintura para que no alejarse.

Dan tuvo que agarrarse de sus hombros para no perder el equilibrio.

- Ah! Jae!

Levantó su blusa, para tener mejor vista de su pezones rosados.

- Sostén esto con tu boca.

Se refería a la orilla del borde de su blusa. Dan lo sostuvo con sus boca.
Sin perder el tiempo volvió a chupar y morder el pezón derecho.
Ahora entendía la razón de  morder la blusa. Jae se había dado cuenta de un detalle, cuando le daba placer allí, Dan gemía más fuerte. Si que era muy sensible en esa zona.

De pronto sintió que sus cabellos fueron jalados hacia atrás, para despegar su boca de su comida.

Intentaba calmarse. Pero tan solo eso y perdía los estribos.

- Lo harás aquí? En una silla?

- Al menos es una silla y no todas.

- Jae!

Sonrió maliciosamente mientras mordía su pezón.

- Hmm!

- No me extrañas? Hace cuánto que no lo hacemos?

- Hmm! Creo… que desde tus entrenamientos… hace seis meses

- Así que llevas la cuenta?

Dan se sonrojó. Cerró los ojos por unos momentos. Se maldecía internamente por haber dicho eso en voz alta.

- No… no es así…

- No?

- No.

- Ah!

- Bien.

De pronto Jae sostuvo a Dan de sus caderas para bajarlo de encima y sentarlo sobre la silla.

- Tengo que irme. No vemos después de la entrevista, si amor?

Dan estaba aturdido. Eso lo desconcentro. La calentura hacia que su cabeza diera vueltas.

Jae sonrió. Acariciando sus caballos como un niño. Dan apenas percibía lo que hacía o decía.

Solo vio como se alejaba hacia la puerta para salir de ella.



- No quieres venir conmigo?

- Hablas de tu sesión de fotos?

- Acompañe. No te aburre estar aquí encerrado? Además así podemos pasar el día juntos.

Dan asistió. Era cierto que se aburría estar encerrado tanto. Como no tenía trabajo y no pensaba regresar a trabajar al gimnasio, por el mismo motivo de que el que le terminaría pagado sería Jaekyung. No acepto su propuesta, aunque el mismo se lo pidió, Dan quería un trabajo propio.
Con la noticia de que el emperador había ganado el combate parecía que todo se estaba volviendo a la normalidad. Jae iba y venía en entrevistas, citas médicas, entrenamientos ligeros y reportes.
En cierto punto se notaba un poco exhausto y estresado.
Dan trataba de darle masajes de vez en cuando, y hacia la cena cuando llegaba. A veces incluso no comía por quedarse dormido tan pronto en el sillón.

Aunque técnicamente parecía que cada cosa volvía a su lugar, Dan tenía ese presentimiento sobre Jae que algo no está bien. Desde su pelea. Desde ese día, no quería sacar el tema. No quería presionarlo. Pero parecía que se enfrascaba otra vez en sus emociones.



Dan estaba viendo como la chica de cabellos negros maquillaba a Jae. Parecía tan concentrada. La manera en que no le temblaba el pulso ni nada parecido, haciendo un lineado tan perfecto en sus ojos.
Era raro verlo que lo maquillaban, no de una manera femenina si no dando esos toques que hacían resaltan más su facciones masculinas.
Ver cada cosa, como el cambio de vestuario, los accesorios, las poses, los cambios de escenario. Todo fue entretenido y era perfecto para distraerse.

- Disculpe. Puede indicarme dónde están los baños?

Dan pregunto a unas de las tantas maquillistas de allí. Una de ellas le dio las indicaciones y dejando a Jae todavía con sus fotos. Él decidió ir al baño.

No pensó que esto tardaría tanto. Así que sería mejor a avisarle a Jae que se iría por qué esto ya lo estaba mareado. Estar rodeado de tanta gente y sin hacer nada… le aburría un poco.

Cuando salió del baño dio un suspiro. Listo para irse. Aunque los gritos de un señor no dejaron pasar desapercibido.

- Que es lo que haré ahora? Cómo voy a conseguir un modelo a esta hora? Se supone que hoy se tomaría las fotos para evitar un retraso. Que hago? Él calendario sale dentro de un 15 días. ¿Dónde voy a sacar un chico con cabellos castaños?

Él hombre bajito sostenía del cuello de la camisa a un hombre alto. De cabello blanco como tipo gris. Muy pálido y unos ojos muy poco peculiares. Un gris claro le hacía resaltar demasiado lo atractivo que estaba. No supe cuánto tiempo lo miro hasta él lo miro. Dan se sobresalto. Y rápidamente volteo hacia otro lado.

- Tal vez ese chico pueda ayudarnos.

Lo dijo tan fuerte que Dan volteo sin dudar. Ahora el chico alto lo miraba. Igual el camarógrafo.

Él se acercó hacia Dan, examinándolo. Un poco más de cerca. Era más alto que él. Podía decirse que la misma altura de Jae. Dan retrocedió.

- Nunca te había visto por aquí. Eres nuevo?

- Ammm … no… yo… solo vine a acompañar a alguien.

- Amigo de un actor, entonces?

- Se podría decir.

Él sonrió.

- Me llamo Keith. Soy del extranjero. Y si. Soy actor de modelaje. Has modelado alguna vez?

Él le tendió la mano y Dan le correspondió al cordial saludo.

- No. Lo siento. Tengo...

- Puedes ayudarnos? Claro que te pagará por la sensación de fotos.

- No… y-yo no se de modelajes. No sé cómo posar y míreme… soy muy común…

- No. Eres como un angelito. Por favor.

Le suplico. Dan suspiro. Al final no pudo decir que no. Y acepto.

- Bien. Este el vestuario. El calendario trata sobre deportes y reunimos a varios deportistas este año. Algunos son extras para cubrir todos los deportes. A ti te toca el de voleibol. Y si. Te maquillaremos. Tú no te preocupes, estás en buena manos.

Dan trataba de no estar nervioso frente a una cámara. Pero no podía evitar estar avergonzado y tieso.

- Y-yo no debería estar aquí…

- Tranquilo. Relájate. Tratemos de tener paciencia. Ahora te ayudaremos con la coordinación de tus movimientos. No te tenses. Relaja un poco la mirada y… exacto así… te ves bien! Ahora el balón álzalo hacia arriba, pon tu mano atrás de tu cuello y únela. Exacto así. Genial! Ahora…

Poco a poco el miedo se esfumo. Dan entro en confianza y poco soltó sus movimientos. El chico de cabellos blancos lo miraba fascinado.
Cuando terminó la sesión, Dan suspiro de cansancio.

- Toma.

Le tendió una botella de agua. Dan le agradeció.

- Ves? Estuviste fantástico!

- Gracias. Me ayudaste.

- No. Tú me ayudaste a mi.

Él chico sonrió. Dan por laguna razón le devolvió la sonrisa. Para ser cordial.

- Este es tu pago.

Él le tendió un cheque. Firmando por la empresa.

- No. No… y-yo ni siquiera soy actor… no debería...

- Vamos! Es un trabajo que hiciste.

Dan dudaba si tomarlo o no. Al último lo acepto. Estaba exhausto y quería irse a casa.

- Gracias...

- No hay de que… oye no te gustaría…

- Aquí estás.

Dan se sobresalto a oír la voz de Jae a sus espaldas. Volteó a verlo. Su vista fue bendecida a verlo en traje deportivo. Le quede exacto y hacia resaltar su figura.

- Necesito que me ayudes.

No espero repuesta. Jalo a Dan de su muñeca alejándolo de otra persona. No era un agarre fuerte.

Jae entro con Dan en su camerino privado.

- Espérame aquí.

Jae entro al probador para cambiarse y tan pronto como salió percibió la mirada de Dan sobre él. Ahora vestía de un elegante traje.

- Te ves bien.

- Solo bien?

Dan sonrió.

- Ven ayúdame con esto.

- No sabes abrocharte una corbata?

- No.

Mintió.

Dan se acercó a él para ponerle la corbata alrededor de su cuello. Tuve que alzarse un poco para llegarle y así después pasarlo para hacer el nudo.
- Porque tienes maquillaje en tus labios?

- Enserio? Pensé que ya  me lo quitado todo.

Dan se tocó sus labios sorprendido. Jae sin esperarlo más tomo su mentón para hacerlo hacia arriba.

- ¿Por qué tienes maquillaje en tus labios?

Dan miro a Jae. Ese tono de voz…

- Importa?

Bien. Sabía que estaba jugando con fuego. Noto que frunció y poco más el ceño.

- Que estabas haciendo Kim Dan?

- Y-yo… nada

- Nada?

Su pulgar presionó el centro de su labios, para adentrarlo poco a poco. Dan abrió un poco la boca.

Esas miradas intensas se volvían peligrosas, ¿Quién le cedía a quien?

- Estás molesto?

- No.

- Enojado?

- No.

- Estás celoso?

- No.

Jae sonrió por su mentira. Tomo su mentón delicadamente y sin más poseyó sus labios sobre los suyos. Dan abrió más boca para acceder a su lengua. Tomó su cintura para pegarlo más a él y Dan puso sus brazos alrededor de su cuello.

De pronto sintió las fuertes manos de Jae en sus piernas, apretujándolas, para alzarlo hacia arriba. Dan rodeo su cintura con sus piernas, logrando sentir su dureza contra el.  Abrió la boca de improvisto, gimiendo contra su boca.

Jae camino hasta sentar a Dan en el mueble de maquillajes y cosas por el estilo.

Sus labios se movieron contra su cuello. Atacado ese lugar, chupando y mordiendo. Dan en ese momento no se daba cuenta de que dejaría una marca. Su mano viajo a través de su camisa para acariciar sus pezones, dónde recorrió hasta su entre pierna.

Dan sintió frío en su parte privada, y bajo a la vista para ver a Jae de rodillas, el pantalón había desaparecido. Su pene estaba expuesto y duro.

- Q-que haces?
- No puedo dejarte así.

Y sin esperarlo, tomo su pene para moverlo de arriba abajo, la fricción de su mano, había que pequeñas gotas salieran de su punta.

- Ah! Jae! Que! No! Ah!

Abría abierto sus piernas y las había tomado para darle acceso a su lengua. Esa parte que muy poco tocaba. Lamiéndolo. Su lengua sintió la humedad de su agujero y Dan trataba de calmarse ante esa nueva sensación.

- Que te gusta más, mi lengua o mi pene?

- Ah!

Dan tomo sus cabellos en un puño. Alzando su cabeza. Sin esperarlo, su semen se disperso sobre su cara. Dan suspiro, al fin había podido liberarse de su propio éxtasis.

- Tu culo es mío.

De pronto toda excitación se disperso al notar que había terminado en su cara.

- Oh perdón! No quise… perdón.

Dan se levantó buscando toallitas húmedas para limpiarlo.

Jae se levantó y empezó a reglarse de nuevo, su cabellos era un desastre, al igual que su ropa.

Dan limpiaba su cara con mucha vergüenza. Jamás imaginó algo tan… así. Y menos de que se trataba sobre Jae.

- Que vergüenza.

- Porque?

- Yo…

No sabía que decir. Era raro que Jae se preocupara por darle placer. Y ahora aparecía encantando con solo verle sus expresiones ante sus toques.

- Quieres que te ayude con eso?

- No. Ya habrá más tiempo para nosotros.

- Saldrás así?

Sonrió.

- No me tientes Kim Dan.

Dan bajo la cabeza un poco avergonzado.

- Pensándolo bien...

Jae tomo su mentón para alzarlo hacia su vista.

- Arrodíllate.

Sin protestar, obedeció.

- No hagas nada. Solo quédate así. 

Jae si más, se bajó sus pantalones, exponiendo su gran erección.
Dan trago en grueso. Apretó sus puños contra su pantalón, arrugándolos.

Jae empezó a tocarse, su mano frotaba su propia erección. Ver a Dan tan quieto, obedeciendo, avergonzando y con sus mejillas sonrosadas hizo querer decirle que abriera la boca para meterlo, si, una tentación en su imaginación. Pero no. No haría eso. Aquí no.

Dan miraba como Jae fruncía su ceño y su mano rodeaba su miembro. Sin duda desde esa altura era más alto. También podía percibir ese sonrojo derecho que hacía que se mordiera su labio. Escucho un gruñido. Jae alzó su cabeza hacia atrás.

Jae suspiro. Al fin había terminado. No se como podía aguantar tanto tiempo sin meterla en su lindo agujero.

Jae miro a Dan, sorprendido por el escena.

Dan había abierto la boca, y su semen se había escurrido en ese espacio. Aunque su rostro también estaba manchado no quitaba como lo había recibido todo en su boca.

- Escupe.

Apenas le tendió su mano para que lo escupiera cuando Dan cerro la boca y se lo tragó. Jae se sorprendió ante eso.

- Esta muy bueno.

Dan se levantó, limpiándose su rostro con las toallas húmedas, aunque su cabellos tampoco se salvó.

Jae aún no sabía cómo procesar eso. En cierto modo, Dan se había vuelto un poco más atrevido.

Todo pensamiento fue interrumpido por el llamado de la puerta.

- Señor Joo? Todo bien?

- En un momento salgo.

No tuvo más remedio que volver a cambiarse y peinarse. Dan por otra parte salió del camerino avisando que se iría.

Estaba apunto de irse por la puerta cuando el mismo chico de cabellos grises lo detuvo deteniendo de su mano.

Dan se sobresaltó, que se soltó rápidamente de él.

- Perdón. Es solo… me gustaría invitarte a…

No termino. Dan se quedó confundido.

- Tienes… te golpeaste?

Claro que no era un golpe. Era muy tonto pensar eso, pero era un pretexto. Señalo el lado derecho de Dan. De pronto sus mejillas resaltaron un color rojizo. Había olvidado ese chupetón.

- Mmm… no, me dio alergia a algo.

Sonrió. Esto era muy vergonzoso.

- Entiendo.

- Querías decirme algo?

- Oh! No. Recordé que tengo algo que hacer, perdón.

El chico de cabellos grises entendió el mensaje.

Dan lo miro confundido. Tuve que sacar un parche de su bolso para tapar el chupetón.























Aquí tratando de que no me de un bloqueo, no entiendo cómo me pase casi tres meses escribiendo sin parar y ahora dejo cada párrafo a medias. AJSJSJSJSJSJSJJSJSJSJ

Yo viendo como no quería alargarme con los extras: 🤡🤡🤡

En fin, espero y los estén disfrutando.

En otras cosas, viendo como me alteré por lo del último capítulo de 45 de Jinx. ¿Que si le creo a Jaekyung? Si por eso escribí este fanfic JSJSJSJSJSJSJSJSJSJ aunque eso no quita que si le hace daño a mi niño Dan, le meto tremenda funada😡🤬. Con mi niño no😌🙏.





















Por cierto escribí otro fanfic pero eso no va a ser nada dulce.

Hasta pronto💗

"Esto no es amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora