Mellizos Potter

Cap 56

Ambos entraron a una habitación.

- Okey Tn no te separes - Sujeto mejor su mano.

- No lo hare.

Caminaron un poco más y ambos tocaron sus cicatrices.

- H-harry, mi cicatriz. - Susurró entre cortada debido al dolor que le provocaba.

- T-tranquila, todo estará bien.

Pese al dolor intenso que ambos sentían, caminaron un poco más esperando ver a Snape frente a ellos, llevándose una gran sorpresa al saber que no era él.

- Ese es... Pero no puede ser posible, él no puede ser. - Tn susurró asustada.

- Si lo es... - Susurró Harry - Es el profesor Quierill.

- Pero ¿Dónde está Snape?

- ¿Snape? ¿Por qué el estaría aquí?

- Él quiere robar la piedra filosofal.

- Claro que no, yo voy a robar la piedra filosofal y ustedes no me lo impedirán, sino que le ayudaran.

Él hombre se acercó un poco a los niños haciendo que ellos se alejaran, ambos se acercaron un poco al anterior lugar donde se encontraba el profesor.

Ahí detrás de él estaba un espejo, uno que ambos ya reconocían.

- Ese es espejo de Oesed.

- Si es el espejo de Oesed, eres muy lista ¿No lo creés pequeña Potter? - Harry se había puesto nuevamente frente a su hermana cubriéndola con su cuerpo.

- Aléjate de ella. - Le indico enojado.

- Bueno si realmente quieres que ella y tus otros amiguitos estén bien. Deben decirme donde está la piedra.

- Nosotros no sabemos eso. - Dijo Harry aún cubriendo a su hermana.

- Solo tienen que verse al espejo y decirme que es lo que ven.

Ambos niños se acercaron al espejo y al verse en el notaron algo peculiar.

- ¿Qué es lo que ven?

- Veo a mis padres, mi familia. - Tn no mentía, pero tampoco decía la verdad.

- Si yo también veo lo mismo. - Harry confirmo de igual manera dándose cuenta de lo que Tn trataba de hacer.

- Mienten. - Una cuarta voz se escucho de la nada. - Están mintiendo, ellos ven algo más, exigeles que te lo digan.

Ellos no mentían, tras ellos en el espejo estaban sus padres, familia, sus amigos. Pero... Había algo más, algunas figuras en el espejo señalaron las manos de ambos niños y una extraña sensación los invadió.

En sus manos que iban entrelazadas estaba la piedra filosofal.

- Quiero que me muestren sus manos, separénse.

- ¡No! - Harry se alejo y dejo la piedra en las manos de la niña. - Aléjate.

- Sácame de aquí Quierill. - La voz volvió a sonar y sin titubear el profesor Quierill se quitó la prenda de la cabeza.

En la parte tracera de su cabeza, no había cabello, si no algo parecido a un rostro. Uno deforme y ordenado.

— Los mellizos Potter, que gusto verlos de nuevo al fin. — La voz chillona les puso los pelos de punta.

— Voldemort. — Susurró Tn dudosa.

— No eres tan tonta, Potter. — Dijo la cara de Voldemort. — Ustedes, tienen algo que es mío.

Ambos dieron un par de pazos atrás.

— Quiero que me lo den. — Exclamó con todo molesto.

— Nosotros no tenemos nada tuyo.

— ¿Están seguros? — Susurró. — El nombre de la piedra filosofal no se les hace conocido.

— La piedra no fue, no es, ni será tuya jamás. — Protestó Harry viendo como Quierill se acercaba.

— ¿Jamás? — Susurró — ¿Eso crees niño?

— Sé que será así, Dombeldor estará aquí en cualquier momento.

— ¿Crees que él infunde miedo en mi? ¿Crees que él podrá detenerme.

— ¡Lo hará! — Grito Tn detrás de Harry, sosteniendo la piedra en sus manos.

— Ya veremos eso, Quierill, la piedra, la quiero ahora. — Exclamó.

El profesor Quierill se aventó hacia nosotros tratando de quitarme la piedra.  Mis manos tocaron su cara haciendo que está se empezará a quemar.

— ¡Tn! — Harry corrió a ambos y apartó al profesor de ella. — ¿Estás bien?

— S-si, creo que si. — Susurró viendo como se retorcía de dolor y en cuestión de se gundos se hicieron humo.

— ¿Qué fue eso? — Susurró Tn

— No lo sé, pero mira la piedra.

— Es linda. — se acercó a Harry y a la piedra.

— Será mejor que vayamos con él director. — Susurró tomando la mano de Tn para salir.

Estaban apunto de salir cuando algo los mareo haciendo que ambos se desmayarán antes de salir.

Tn despertó en un lugar desconocido, un lugar que no reconocía, era cuarto con dos cunas, una era de un color rojo y la otra era de un color verde, ambos parecían hechos de esmeralda.

Ella se acercó a una de las cunas viendo que está llevaba tallado las iniciales
T. L. E. P.

— Estás son...

— Tus iniciales. — Una voz dulce se presentó en aquel momento — Tn Lily Evans Potter.

Al escuchar esas palabras Tn se dió la vuelta, dándose cuenta que su mente la engañaba.
Frente a ella estaba una mujer de pelo rojo y largo, con pecas en todo su rostro y un hermoso color verde en sus ojos, que al ver a la niña empezaron a derramar lágrimas.