Coincidir || Rafael Santos Borré

Capítulo 8

Las semanas siguientes habían sido muy tranquilas, yo estaba muy feliz y estaba muy enamorada de Rafa.
Le mandaba mensajes todos los días aunque él me respondió distante y eso me confundía bastante, aveces no me respondía directamente y me contestaba después de días, yo quiero creer que es por los entrenamientos (me encantaría creer eso) pero algo me decía que no era por eso, que era algo más.

Mi papá y yo decidimos ir al Monumental aunque sea un amistoso pero yo quería ir para verlo a Rafa.
Terminamos ganando afortunadamente.
Con papá bajamos y estábamos esperando a los jugadores para saludarlos como era costumbre nuestra.
Lo vi a Rafa, le grité y todo pero, no me vio. Decidí no darle importancia a eso pero algo no se sentía bien. Decidí no darle importancia y pensé en otras cosas. Papá decidió ir a saludarlos personalmente así que yo me quedé esperándolo afuera de los vestuarios.

Estaba un poco cansada y me quedé pensado en lo que había hecho Rafa, muchas cosas pasaron por mi cabeza sobre eso.
La puerta de los vestuarios se abre dejando ver a Rafa.
- Rafa! – Dije sonriendo, me sentía  feliz de verlo, pero siguió caminando sin siquiera voltearse a verme, la sonrisa se me borró, lógicamente eso me hizo sentir mal, definitivamente él me estaba ignorando.

En fin, pero eso no era lo único, al llegar a casa no dije ni una sola palabra, fui a mi pieza me tire en la cama, entre a Instagram vi  que Rafa subió varias fotos de él sobre el partido.
Apago la pantalla del teléfono, pero no me podía dormir, tenía una sensación de que Rafa me había dejado de seguir en Instagram,

Con el cuerpo temblando entro a su perfil de Instagram. Y si me había dejado de seguir, pero no entendía el porqué, si yo no había hecho nada malo y era la primera vez que me abría así con un chico, pero también el primero que yo amaba con mucho.
Fue una decepción enorme, yo también lo dejé de seguir con todo el dolor que pude haber sentido.
Sentí que estaba viviendo en una pesadilla.
Tantas preguntas, ganas de volver a hablarle.
En fin, apague el teléfono y me largue a llorar.