𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 (Snirius)

Prologo

Severus Prince, era un joven decente, venía de familia acomodada y era alguien inteligente, algo que uso para estudiar Medicina Mágica y especializarse en Psiquiatría.
A su edad de 21 años logró muchas cosas, completo su carrera en medicina mágica y logró tener su certificado en psiquiatría.

Era sin duda un joven hermoso, y su pulcra inteligencia y educación lo hacía ver como una veela a ojos de los demás. Era hermoso, algo que también lo ayudó para avanzar en su carrera, además de algunos contactos de su familia.
El joven tenía una semana de egresado en La Facultad de Medicina Mágica especializado en FMMM (Facultades Mentales de Mentes Mágicas) y en ese corto tiempo había recibido muchas ofertas de trabajo pues gracias a un medimago de la Facultad sus habilidades habían llegado a oídos de instituciones y magos.

Severus se encontraba en la sala de estar de Prince Manor, muchas cartas estaban a su alrededor, algunas ya leídas y otras esperando a por ello.

El joven Prince soltó un suspiro profundo al terminar de leer la carta que reposaba en sus finos y largos dedos.

Unos tacones se escucharon por el pulido piso de madera de roble que adornaba la mansión, pocos segundos después una bella señora de cabellos negros y lisos se hizo presente.
Vestía una elegante vestido color guinda con mangas de tul aglobadas.

Eileen le sonrió a su niño con ternura y se sentó a un lado suyo haciendo las cartas hacia un lado para no estropearlas. En sus finas manos responsaba una taza de té encima de un plato chico de porcelana fina, se lo extendió a su hijo pero él negó haciendo suspirar a su madre.

—¿Ninguna buena oferta?— preguntó dulcemente la Prince

Severus negó y se dispuso abrir la siguiente carta.

—Todas están del otro lados del mundo y son trabajos en un pequeño consultorio

—Ya encontrarás algo a tu nivel, cielo— Eileen le sonrío y acomodo el cabello de su hijo

—Espero, no pase 4 años desvelándome para nada.

Por el piso de roble aparecieron dos personas más, de edad mayor de quienes ya estaban en la habitación.

Elettra y Harald Prince hicieron presencia sentándose en el sofá de dos plazas frente a los otros dos pelinegros.

—¿Aún nada muchacho?— la grave voz de su abuelo inundó la habitación y una vez más negó

—Ten paciencia, cariño— la dulce voz de su abuela trato de consolarlo— lo mejor siempre viene después.

Severus miro a sus abuelos con una mueca de desagrado y chasqueo la lengua.

—No puedo esperar, necesito un buen empleo...mis capacidades dan para mucho más que un simplon trabajo dando consulta— gruñó en más joven de la habitación.

Los cuatro Prince se dedicaron a abrir las cartas con ofertas de trabajo, no fue tedioso pues todos sabían que querían el joven graduado.
Elettra tomó una carta y al momento de verla llevó una mano a sus labios en un movimiento delicado y elegante.

—Severus, tesoro. Mira— le extendió la carta a su nieto quien la tomó curioso.

Severus al mirar el sello de cera que mantenía la carta cerrada sintió que su corazón le pedía a gritos salir disparado de su pecho.
Con dedos temblorosos y movimientos rápidos y torpes abrió la carta bajo la atenta mirada de los tres adultos quien esperaban ansiosos. En cuanto las letras se dejaron ver el Prince no tardo en comenzar a leer de manera rápida y ansiosa.

Estimado Doctor Severus Harald Prince

Le escribimos desde el Ministerio de Magia Británico con la esperanza de que reciba esta carta antes del 30 de Agosto del presente año.