Presentaciones

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ALBA.

Acababa de llegar mi amiga Carla a la habitación, y como de normal empezó a desmontar las maletas.

-Me tienes que seguir a mí, creeme, llevo cinco años viniendo todos los veranos a este campamento y sé como va todo.- empezaba a hablar Carla.

-Está bien, empieza a decir que no debo hacer y a quien no me dejo juntar.-dije haciéndome la inocente, sabía de sobra que acabaría haciendo lo que ella quisiera, como de normal, pero eso no me importaba.

-A ver, está Sabina, que es la sobrina preferida de la directora de este campamento. La reconocerás enseguida. Es morena con algunas mechas rubia, sus ojos son color gris, igual que los de su hermano. Tiene un buen cuerpo. Con ella no tienes que tener cuidado, es muy agradable, pero tienes que tener mil ojos para sus amigas, Ainara y Sara. Son hermanas; más bien gemelas. Siempre van juntas. Y ambas van a por Marcos.

>Marcos es el hermano de Sabina, es ella pero en versión chico, es un mujeriego, pero es bastante agradable, yo me junto con él y su grupo, así que tu también lo harás.

Espera, espera, ¿acababa de decir que nos íbamos a juntar con el mujeriego?

Eso iba en contra de mi ser, yo no podía juntarme con el mujeriego, porque eso equivaldría a fiestas, alcohol, drogas... No voy a aguantar en este campamento; y lo peor de todo es que ese royo le gustaba a mi amiga.

Dejé de pensar en ello ya que una campana demasiado aguda me sacó de mi trance.

"Os espero en diez minutos en el salón principal, no faltéis, se os entregará los horarios de las actividades; saludos, la directora del campamento".

-¡Carla! ¿Has oído? Tenemos que ir al salón, ¡ya!-le grité, ella siempre era impuntual.

-Me ha surgido un problema, ves yendo tu, ya te alcanzaré.- me respondió.

Sin pensarlo dos minutos más ya estaba corriendo hacia el salón, pero... Espera, ¿realmente sabía dónde estaba el salón? ¡MEC! Error, no tenía ni la mínima idea de dónde estaba el salón.

Fui andando durante dos minutos, y a lo lejos vi un gran salón, supuse que era esa sala donde se haría la presentación, asique me dispuse a correr hasta llegar a ese salón, pero ya decía que todo estaba saliendo bien, y tuvo que pasar, la torpe de Alba se tuvo que tropezar con alguien. Pensaréis que caí al suelo, pero no, esa persona con la cual me tropecé me cogió a tiempo para no caer.

-Lo siento, no te había visto.- Ahí fue donde le di cuenta de que me había chocado con el mismísimo Dios. Un chico más o menos de 17 años, con su pelo castaño más largo de lo normal, ojos verdosos, y con una sonrisa que dejaba ver su perfecta dentadura.

-Tranquilo, yo soy muy torpe, perdoname a mí.-dije sonrojada, la verdad es que estaba muriéndome de la vergüenza con semejante Dios enfrente.

-No importa.-rió.- Yo soy Ángel, un placer...

-Alba-le interrumpí- y el placer es mío.-sonreí- Creo que deberíamos entrar o llegaremos tarde.

Asintió, y con esto ambos entramos juntos al salón, donde se podría decir que ya estaba todo el campamento.
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Besos,

                   Lucía.♥

Campamento de verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora