Campamento de verano.

Ella es mía.

MARCOS.

Al final acudí al salón principal, ya que la estúpida de mi hermana Sabina me obligó a ir.

-La chica nueva va a llegar tarde.-comenté restándole importancia, aunque por dentro ansiaba ver como era.

-Pues si miras a tu derecha verás como es...-me sugirió Adrián. Rápidamente me gire, y apreté la mandíbula conteniendome de ir y pegar al chico que le acompañaba.

-¿Qué coño hace Ángel con...-me callé, la verdad es que no sabía el nombre de esa preciosidad.

-Se llama Alba, y me da que no vas a cumplir con llevártela a la cama al final del campamento.-dijo entre risas Álex.

-Joder, ¿por qué entre todos se tendría que haber fijado en Ángel?- mi rivalidad con Ángel era sobrehumana, era, por así decirlo, rivalidad entre populares, ya que ambos eramos guapos y teníamos a las chicas detrás. Siempre competiamos con follarnos antes a las chicas que entraban nuevas al campamento; pero esta vez se me había adelantado, y señores, esto no funcionaba así.

Mi tía empezó a hablar, su discurso siempre era el mismo, muy repetitivo, pero esta vez algo cambió.

-Marcos, cariño, ¿quieres subir al escenario para decirles unas palabras a tus compañeros?-me preguntó mi tía, y era muy raro, ya que siempre hablaba mi hermana, pero esta era mi oportunidad.

Subí al "escenario", si es que se podía llamar así, ya que estaba completamente improvisado.

Cogí el micrófono y me dispuse a decir unas palabras:

-Queridos y queridas compañeras, un verano más estamos todos aquí en este verano, ya que mi tía os habrá aburrido con su repetitivo discurso-hubieron risas de fondo y yo me giré y le guiñé un ojo a mi tía- voy a deciros que este campamento sirve para disfrutar de la vida misma, para hacer amistades y para conocernos mejor los unos de los otros...

ALBA.

Se encontraba Marcos encima del escenario diciendo unas palabras, lo reconocí enseguida gracias a la descripción que me había dado horas antes mi amiga...

Hablando de ella, ¿dónde se encontraba? Estaba muy a gusto en compañía de Ángel, pero la echaba en falta. Empecé a buscarla por el salón cuando de repente oí mi nombre retumbar en las paredes, y recapacité las palabras que acaba de decir Marcos.

-Para hacer más amistades y conocernos mejor los unos a los otros, por favor, vamos a darle un aplauso a una nueva compañera de este año, ¡un gran aplauso a Alba Navarro!

Y si, había oído bien ya que todo el mundo me miraba y había un foco apuntándome.

-No te queda otra que subir, nena.- ¿había oído bien? ¿Marcos me acababa de llamar nena? Más tarde se lo explicaría, ahora me tocaba subir.

Empecé a abrirme paso entre toda la multitud hasta estar arriba del escenario.

-Bien, presentate.-empezó Marcos.

Cogí mucho aire y empecé a hablar:

-Como habéis oído me llamo Alba Navarro, tengo 16 años- podía asegurar que estaba igual de roja que un tomate-mis padres son unos famosos empresarios y estoy aquí por obligación, pensando en lo bien que estaría con mi tía Susan.-concluí.

-Por lo que he visto vas muy bien acompañada, ¿ya has conocido a mi gran amigo Ángel?- por su tono deducí que era una ironía, ya que su mirada no transmitia mucho amor.

-La verdad es que mi acompañante era mi mejor amiga Carla, pero sí, he conocido a Ángel, y es muy majo.-ambos podíamos jugar a ese juego, era vergonzosa, pero no especialmente con los chicos. Dado a mi orgullo me olvidé de que había mas gente, y que todos ellos estaban silbando.

-Hablamos luego nena.- me susurró al oído. No niego que se me erizó toda la piel.

-No me vuelvas a llamar nena.-le dije entre dientes.

Rápidamente cogí y me bajé del escenario improvisado, ni aguantaba más, decidí salir a tomar el aire, notando como alguien me seguía de cerca.