Aquella noche en la que Bang pasa por una infidelidad que parte su alma en pedacitos y en la que decide visitar ese restaurante que tanto deseó ir.
Kim Seungmin falla en su proyecto final y decide ir a su lugar seguro.
Sin saber que en ese lugar e...
—¿Tan idiota eres? Sigues cagándola con ese chico lindo. No puedo creer que lo llevaste de invitado especial, que se tomaron fotos en la galería, cenaron juntos y pasaron horas divirtiéndose y disfrutando, ¿y me dices que sigues sin saber su nombre?
Bang bajó la mirada cuando el rubio terminó de hablar.
Recientemente dejó al chico lindo en casa mientras pasaron la mejor tarde que nunca antes tuvo.
Pero olvidó nuevamente preguntarle su nombre, fue tan increíble el momento que olvidó lo más importante.
—Eres un completo idiota, pero por lo menos ya sabes dónde vive.
—Ah sí, me dijo que me invitaría a pasar pero que tiene una familia numerosa y que no era momento. Su casa es bastante grande.
—Me imagino que vive con toda su familia, ¿y qué tal?
—¿Qué?—se hizo el desentendido.
—No te hagas más imbécil, te gusta.
—Ay no digas esas cosas... me avergüenzas.
Hyunjin sonrió orgulloso por ese sonrojo, su amigo era tonto y lo sabía perfectamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Le gustas a ese hombre! ¡Y no sabes su edad! ¡De seguro es un pervertido que quiere hacerte daño!—comenzó a gritarle Jeongin asustado.—¡Te está gr0omeando!
—No Innie yo se que no es así, todo estuvo tan genial y me sentí muy cómodo.
—No quería decírtelo pero es muy fácil engañarte Minnie y no quiero que nadie te haga daño.
—E-Eso no pasará, lo siento aquí.—se señaló el pecho y el chico le abrazó con cariño, sabía perfectamente que cualquier persona podría engañarlo y hacerle daño pero también sabía perfectamente que el señor Christopher no era malo.—Aunque ni siquiera le he dicho mi nombre.
—¿Ya lo ves? A el no le interesa saberlo por eso no te preguntó.
—¿Será?
—¡Pues es obvio!—gritó demasiado alto para el gusto de Kim.—Ay perdón no quería gritarte, perdón, no te gustan los gritos.—se preocupó de más y volvió a pegarse al cuerpo del chico en un abrazo.
—No te preocupes Innie, no estoy molesto, se que sólo quieres lo mejor para mí.
—Te recomiendo que esta semana faltemos a ese restaurante, evitemos que ese señor se acerque a ti. No quiero que te secuestre.
—¡Ay no! Eso, eso, eso es malo. Mamá me dijo muchas veces que los secuestradores son las peores personas del mundo.—se cubrió la boca asustado de tan solo recordar que convivió tan cómodamente con un "secuestrador".
