Empezaba un nuevo día, y mis ganas de desaparecer también empezaban.
No recordaba la hora a la que dormí entre lágrimas y nuevas heridas pero era temprano ahora, decidí no rendirme y con pesadez volví a arreglarme para mi amado Hoon.
Tenía la esperanza de que esta vez me notara y que ella no interviniera.
Hacía más frío de lo usual, sin embargo estaba tan sumido en mis pensamientos que pareciera no haberlo notado.
Caminaba a la universidad casi congelandome, había olvidado mi abrigo, el insistente frío calaba mis huesos con cada paso.
Al llegar a mi destino pude notar varias miradas sobre mí, era raro, jamás me acostumbré a alguna atención que no fuera tuya, necesitaba verte.
Mi ojos dieron con lo que deseaba, ¿De verdad estabas sonriéndome?
Estabas en la entrada y agitabas tu mano al aire con una sonrisa llamando mi atención, corrí hacía ti con una enorme sonrisa y sentí tus brazos envolver mi sucio cuerpo y brindarme la calidez y confianza que necesitaba ese día.
Desearía sentir lo mismo todos los días, a toda hora, cada minuto, cada segundo, pero la cruda realidad siempre golpea mi tonto corazón.
Te alejaste de mi cuando ella apareció en nuestra vista, sonreiste tanto y eso dolió en cada espacio de mi ser.
Corrió a abrazarte, tal como yo y la recibiste de igual manera, pero dejaste un beso en sus rosados labios.
Y quise vomitar, porque me provocaba asco no ser yo a quien besaras, o tal vez solo una tristeza tan profunda que no podré nunca controlar, solo quería correr al baño y vomitar toda la triste amargura que se hizo presente en mi semblante.
— Won, estás aquí. — Su voz sonó algo distante.
Naeun solía ser bastante amable conmigo, algo que me enfermaba, ese día sentí algo diferente.
Parecía distante conmigo, y no me molestaba en lo absoluto, sería mejor que no se me acercara en lo que resta de mi vida.
Las clases pasaron más rápido de lo usual, fue un día bueno para mi, sentí que regresaba a mi antigua rutina junto a Sunghoon solo que ahora estorbaba la molesta presencia de una pelinegra que parecía ser el vivo reflejo de la perfección.
Aunque ese mismo día descubrí que no era así, no era tan amable y dulce como todos describían, y me dolió aún más que fuera ella quien tuviera ese lugar, ¿Por qué no yo?
En el almuerzo me tomó bruscamente de mi lastimada muñeca para llevarme a la azotea.
Su mirada desbordaba asco e indiferencia al ver mis muñecas recubiertas por vendas. No era muy propio de Naeun.
— Escúchame, no quiero lastimarte más o lo que sea, solo aléjate de Sunghoon. — Sonrió como si momento la antes no hubiera disgustado de mi presencia. — Él está mejor sin ti, déjalo ser feliz conmigo, jamás te prestará atención, deja tus falsas ilusiones.
De mi boca no salía nada aunque tuviera mil palabras atoradas en mi garganta, la tensión era palpable entre ambos, su mirada de superioridad burlaba mis orbes cristalinos y se fue de ahí sin más.
Perdí la poca confianza que ese día me acompañó y caí al suelo envuelto en lágrimas, ¿Tanto se notaba mi enamoramiento por ti, Sunghoon?
Incluso tu propia novia lo había descubierto, y destruído mi pobre y débil corazón una milésima vez más.La dulce chica de la que hablabas no era ahora lo que se presentaba ante mi, y eso solo me pudo causar más dolor.
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⎯꯭ׁ⎯꯭⎯꯭ׁ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯꯭ׁ⎯꯭⎯꯭ׁ⎯Así que realmente esa es Naeun, ¿Eh?
Sí lo descubrieras negarías todo, porque estás tan cegado con su dulzura que no puedes ver nada más lejano a ella.
No puedes verme a mí.
Arreglandome para ti, sonriendo para ti, soportando miles de cosas por ti.
De verdad quisiera ser yo quien esté a tu lado, pero jamás podré serlo, porque siempre seré la sombra de ella.
Te amo Hoon, espero no lo olvides.⎯꯭ׁ⎯꯭⎯꯭ׁ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯ִ⎯⎯꯭ׁ⎯꯭⎯꯭ׁ⎯