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Roxana Gomez, a sus 26 años, era un desastre encantador. Su pequeño apartamento lleno de libros apilados, tazas de café olvidadas y notas adhesivas por todos lados que intentaban mantener un poco de orden en el caos creativo.
Con sus gafas, cabello despeinado y una torpeza que desafiaba la gravedad, Roxana encontraba su lugar en el mundo entre las páginas de sus historias que escribía, pero el mundo real parecía empeñado en recordarle su falta de gracia. Soltera por elección y torpe por naturaleza, Roxana llevaba la etiqueta de "la chica con la pluma en una mano y el café derramado en la otra".
Nunca había tenido un novio, y las citas eran para ella un territorio inexplorado lleno de tropiezos literales y verbales. Sus escritos parecían como si hubiera tenido tantos amores y romances, pero lo que sus lectores no sabían es que en el noventa por ciento del día se la pasaba escribiendo esas historias, alimentando las hojas en blanco con toda su imaginación.
Sus amigas insistían en que Roxana era un imán de historias románticas, pero ella prefería pasar las noches con sus personajes ficticios en lugar de arriesgarse en el juego del amor real. Entre suspirar por los héroes que solo existían en su mente y soñar con finales felices que no experimentaba en carne propia, ella había tejido una burbuja donde las emociones reales eran invitadas solo como espectadoras.
Su amor por escribir libros de romance tenía raíces en la necesidad de crear finales felices que ella misma ansiaba. Mientras sus amigas compartían anécdotas sobre citas y romances, Roxana encontraba consuelo en la escritura de historias donde el amor florecía incluso en los rincones más oscuros de la realidad. La creación de mundos románticos se convirtió en su refugio, una forma de experimentar la pasión y el afecto que, de alguna manera, el mundo real le eludía.
Vivir sola y dedicarse a la escritura le ofrecía la libertad de explorar su imaginación sin restricciones. Las noches eran suyas para dar vida a héroes irresistibles y heroínas valientes que enfrentaban desafíos apasionantes. En ese apartamento, entre la soledad y las palabras, encontraba consuelo y alegría en la creación de historias donde el amor era el hilo conductor.
El eco silencioso en el apartamento resonaba con el susurro de recuerdos ocultos. En su torpeza y sus letras apasionadas, se escondía una historia de pérdida que había esculpido el alma de la joven escritora desde temprana edad.
A los diez años, el universo de Roxana dio un giro doloroso cuando perdió a sus padres en un accidente trágico. El amor que compartían sus progenitores siempre fue un misterio para ella, ya que sus diferencias parecían eclipsar cualquier muestra de afecto. La sombra de esa incertidumbre la acompañó durante toda su vida, dejándola con la necesidad constante de crear finales felices que escaparan de la realidad que había conocido.
Después de la tragedia, Roxana y su hermana menor, Emma, se encontraron solas en el mundo. La responsabilidad de cuidar de su hermana pequeña cayó sobre los hombros de la escritora, que, a pesar de su torpeza natural, demostró ser un pilar fuerte para la familia que quedaba.
Las noches en vela se convirtieron en compañeras constantes de Roxana, que, con lágrimas ocultas y una pluma entre los dedos, dio vida a mundos donde el amor no era efímero, donde las despedidas no eran eternas. Cada palabra escrita era un intento de llenar el vacío dejado por la pérdida de sus padres y una búsqueda incesante de respuestas sobre el verdadero significado del amor.
El apartamento se transformó en un santuario de memorias, donde fotografías descoloridas y cartas escritas a mano recordaban los momentos que ya no eran más que sombras en el tiempo. En su soledad, la joven se convirtió en una guardiana de secretos familiares y una tejedora de historias que buscarían sanar las heridas que la vida le había infligido. Así, entre recuerdos entrelazados y plumas cautivas, Roxana continuaba escribiendo no solo para escapar de su propia realidad, sino también para construir un puente entre el pasado y el presente, entre la pérdida y la esperanza. En su corazón, latía la urgencia de entender el amor que sus padres compartieron, una urgencia que se reflejaba en cada palabra que dejaba caer sobre el papel.
La vida en la ciudad tomaba un nuevo matiz cuando Emma, la joven hermana de Roxana, anunció su decisión de estudiar en el extranjero. El apartamento, antes vibrante con las risas y los susurros de historias ficticias, ahora se preparaba para la calma de la independencia.
Roxana, lejos de sumirse en la tristeza por la partida de su pequeña hermana, se sentía llena de emoción y orgullo. Animaba a su hermana con entusiasmo, empacando maletas y compartiendo consejos improvisados sobre aventuras en tierras lejanas. La despedida fue un abrazo lleno de promesas y sonrisas. La joven escritora no podía evitar sentir un dejo de nostalgia al pensar en la soledad que se avecinaba, pero rápidamente llenaba esos pensamientos con la emoción de que Emma estaba a punto de descubrir el mundo, expandiendo sus horizontes más allá de las letras que Roxana había tejido.
Autora: HOLAAA!!! si llegaron hasta acá, por favor déjenme un comentario para saber si les gusta esta trama... en este capitulo quería explicarle quien es Roxana y su historia de vida, les prometo que esta historias les va a atrapar...
muchas gracias por leer esta historia :)
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Mi Personaje y Yo.
RomanceEn la gran ciudad de Los Angeles, la aclamada autora Roxana Gomez experimenta una transformación extraordinaria cuando queda atrapada en las páginas de su propia novela romántica. Sin embargo, el mundo literario que ella misma creó se vuelve aún más...