Roxana o "Ro" como la llamaba su madre, era una mezcla de peculiaridades y rutinas reconfortantes. Con sus 26 años, prefería vestir ropa holgada, como si cada prenda fuera una extensión de la comodidad que encontraba entre las páginas de sus propios libros. En su guardarropa, los colores neutros y las telas suaves se mezclaban en un refugio de sencillez.
Cada mañana, el aroma del café recién hecho se convertía en el preludio de su día. Disfrutaba de la calidez de la taza entre sus manos, un ritual sagrado que le proporcionaba la energía necesaria para enfrentar la creación de nuevos mundos románticos. Su apartamento, impregnado con la fragancia del café, se convertía en el santuario donde las ideas cobraban vida.
Las salidas a la tienda cercana se convirtieron en una tradición matutina para Roxana. Atravesar las calles de Los Angeles, saludar a los vecinos con una sonrisa tímida y explorar los estantes de la tienda local eran parte de su rutina diaria. No solo compraba víveres; también recogía pequeñas inspiraciones para sus historias. Las caras de la comunidad se volvían personajes potenciales, y los detalles cotidianos se transformaban en elementos mágicos de sus tramas.
A pesar de su naturaleza reservada, la escritora era una figura conocida en la tienda. Los empleados la saludaban con un reconocimiento amistoso, conscientes de que su carrito no solo estaba lleno de productos básicos, sino también de la promesa de nuevas historias por contar.
En el rincón tranquilo de Belleza Literaria (editorial en la que trabajaba a través de casa), Roxana había escrito y publicado ya veinte libros. Cinco de ellos se elevaron como éxitos notables, ganándose el corazón de los lectores que encontraban consuelo y emoción en sus narrativas. Entre los estantes de la tienda, donde elegía ingredientes para sus comidas solitarias y nuevas ideas para sus novelas, Roxana se convertía en una presencia silenciosa pero influyente, uniendo la cotidianidad de su vida con la magia que solo ella podía crear entre las páginas.
Así, entre la comodidad de la ropa holgada, el aroma del café y las salidas matutinas, Roxana Gomez tenia una vida simple pero a la vez muy inspiradora.
De los veinte libros que la joven había tejido con su pluma, uno había destacado con un brillo especial en el mundo digital: "Sombras de Amor". Esta novela, con más de 100 mil ventas digitales, se convirtió en un fenómeno que trascendió las páginas impresas y se sumergió en las pantallas de lectores ávidos de romance.
En el centro de esta historia estaba Oliver, un enigma que se escondía bajo una capucha, siempre al margen de las luces brillantes de la universidad. Su aura misteriosa y su presencia discreta lo convertían en un personaje intrigante, un héroe moderno que cautivaba a los lectores digitales.
Oliver, el protagonista de "Sombras de Amor", estaba enamorado en secreto de la chica más popular de la universidad. Roxana había creado una dinámica fascinante entre él y la protagonista femenina, cuyo brillo resplandecía en los pasillos de la academia. La historia giraba en torno a los encuentros fortuitos, a las conversaciones bajo la luz de la luna y a las revelaciones que aguardaban en las sombras.
La capucha que Oliver llevaba se volvía metáfora de sus propios secretos y miedos. A través de cada capítulo, la escritora exploraba la dualidad de su personaje principal, desentrañando las capas de un corazón enamorado que temía ser descubierto. Las redes sociales y los mensajes digitales se convertían en el escenario de su romance prohibido, mientras los lectores quedaban atrapados en la tensión electrónica que vibraba en cada palabra escrita.
La protagonista, inconsciente de la presencia de Oliver, estaba inmersa en su propio mundo de popularidad y superficialidad. La trama llevaba a los lectores a través de las emociones encontradas de un amor clandestino, y la pregunta persistente: ¿podría el amor florecer entre las sombras y brillar con la intensidad de la pantalla de un dispositivo?
"Sombras de Amor" no solo resonaba en los corazones de los lectores digitales, sino que también revelaba la habilidad única de Roxana para capturar la esencia de los romances modernos. Con cada descarga, la novela llevaba a sus lectores a un viaje emocional, donde las sombras se convertían en testigos silenciosos de un amor que desafiaba las expectativas digitales y se manifestaba con una autenticidad que solo una pluma talentosa como la de Roxana podía lograr.
La joven escritora contemplaba su escritorio, donde las páginas de sus libros se amontonaban junto a la computadora parpadeante. Entre los personajes que había dado vida, uno se destacaba con un resplandor especial: Oliver. Para Roxana, él era más que un protagonista; era el sueño encarnado, el personaje que había salido de su pluma con un encanto único.
Con una sonrisa luminosa, Roxana confesó en un twitt: "Oliver es el personaje más bonito que he escrito. Tiene esa mezcla perfecta de misterio y ternura que parece tocar el corazón de los lectores. A veces, siento que incluso yo misma me pierdo en sus pensamientos mientras escribo".
Lo que siguió después fue algo que no había anticipado: los "Roxanlovers". Sus fans, enamorados del universo que ella había creado, se habían unido en una comunidad virtual para expresar su devoción por Oliver. Fanarts de él llenaban las redes sociales, retratando al enigmático personaje con detalles que iban más allá de las palabras escritas. En las redes, el protagonista de ojos azules, cabello castaño de un metro ochenta y seis era más que un personaje de ficción; era un icono, una figura que inspiraba la creatividad y el afecto de aquellos que habían caído bajo su hechizo literario.
Cada obra de arte, cada mensaje de agradecimiento, se convertían en un recordatorio del impacto que las palabras de Roxana tenían en la vida de sus lectores. En el rincón digital de los Roxanlovers, Oliver se volvía el símbolo de un amor literario que trascendía las páginas y se extendía a través de las conexiones que solo el mundo virtual podía crear.
Para Roxana, ver a Oliver convertirse en un fenómeno adorado por sus lectores era más que un logro; era la materialización de un mundo que ella había construido con amor y dedicación. Mientras los Roxanlovers continuaban su fervorosa celebración, ella se sumía en la gratitud de tener una comunidad que no solo leía sus historias, sino que también las llevaba más allá de las palabras, recreándolas con un afecto que iluminaba su sendero de escritura.
AUTORA: buenassss, en el siguiente capitulo tendré mas dialogo...
cuéntenme que tal les parece oliver? me hace acordar a todos aquellos protagonistas de los libros que siempre se roban la admiración de todos.
Gracias por llegar hasta acá!!!
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Mi Personaje y Yo.
RomanceEn la gran ciudad de Los Angeles, la aclamada autora Roxana Gomez experimenta una transformación extraordinaria cuando queda atrapada en las páginas de su propia novela romántica. Sin embargo, el mundo literario que ella misma creó se vuelve aún más...