Crudo, perdido, inmovilizado y muy confundido, Kuro despierta en la peor situación posible y sin una forma convencional de regresar; sin idea de como termino en ese lugar buscará hasta en el más sucio e ilegal espacio para saber que fue lo que le ll...
Con los ojos inchados de tanto llorar puso una pequeña cruz en el bulto de arena donde supuestamente descansa ahora eternamente Ravioles.
¿Ajá, que paso?
Pues resulta sucede y acontece que Ravioles, a demás de haber sido una gran ayuda y el ser más puro que Kuro a conocido en su vida entera, también estaba medio wey para navegar, pues una hora después de el emotivo momento del capítulo anterior un pescado gigante salto y lo engulló de un sentón, dejando solamente una bota y el mapa ahora mojado en donde Ravioles estuvo apenas hacia 3 segundos antes.
Luego de llorar por aún más tiempo que el anterior y tomar los remos del barco por su cuenta, se dio cuenta que el mapa estaba trazado casi por un niño de Kinder, y lo que supuestamente debió tardar una semana en la mente del señor, era un viaje de 15 horas sin necesidad de sacrificios.
Sigue siendo mucho? Quizá. Pero era muchísimo mejor que una semana completa.
Cuando el barco que Kuro básicamente robo de Ravioles tocó una playa de mala muerte y abandonada por el divino, no tardó nada en dar cuenta donde estaba ¡Era la playa en la que solía meterse peyote con Shinji y Laal! Estaba aproximadamente a 10 kilómetros de la playa poblada y conocida por todos.
Ya era hora de balancear, luego de esas 15 horas remando, ya le tocaba hacer ejercicio en las piernas, y 2 horas caminando para poder llegar al área poblada del pueblo tampoco se van a menos preciar.
Ahora, un detalle muy importante que aparentemente ignoro cada ves que venía a esta playa era la cantidad de cuerpo marinos con espinas y apariencia cero amistosa Paseando la vista de aquí a allá y preguntándose como carajos es que llegaba entero a ese lugar con su bola de amigos drogados tuvo la mala suerte de tropezar con el cuerpo semi fosilizado de un pescado del tamaño de su torso y con colmillos del tamaño de su "pipilin", ustedes imaginen qué tamaño es que tiene.
Pero, sacando el buen lado del asunto, no se clavo el pez globo seco con todas sus espinas de fuera en el ojo; con unos cinco centímetros más a la izquierda hubiera aterrizado directamente en este.
Se levantó de golpe acompañado de un ligero grito ahogado, tomando ahora un tiempo quieto para ver sus alrededores.
Varios animales muertos y prácticamente secos era lo de menos en ese lugar, habían piezas de coches (seguramente robadas) tiradas por todo el lugar, basura, una cantidad extrañamente grande de piezas de ropa, muchas botellas de alcohol vacías, y muy allá, escondido entre los arbustos qué marcaban el fin de la arena de esa playa, un señor bien crudo y sin pantalones estaba arrumbado con una botella de jarabe para la tos en mano, quejándose muy, muy bajito.
– "No me digas eso, Rigs?!" – Reconoció el cabello negro grisaseo de el ex-militar a pesar de lo abstracto de su figura y aceleró el paso hacia el, temiendo qué lo peor haya pasado en el pueblo mientras el estaba de naufragó. Ni siquiera podia correr bien, sus piernas estaban medio dormidas aun luego de mas de tres días sin poderlas mover en lo absoluto, y aun su buen corazón tuvo el primer instinto de revisar si Rigs se encontraba bien.
Se ocupa serciorar qué este muerto antes de robarle la billetera y llaves de su camioneta jeep color negro con vidrios polarizados y motor tuneado para hacer más ruido.
- "Rigs, te asaltaron!? Te encuentras bien?" – Se inco al lado del buen hombre procurando no clavarse algún pedazo de vidrio en las rodillas, aunque claramente se arrepintió tras ser contestado con un eructo qué haría a Homero Simpson ruborizar
- "¡Kuro! ¿¡Cuanto tiempo llevas en esta jodida playa!?" – Para que más se arrepienta Kuro, el señor le dio un zape bien dado apenas levanto el mirar, poniéndose de pie en un brinco y mirando al menor todavía incado con una mirada de coraje digna a una novela mexicana -
–" Todavía qué no saben nada de mi, me reciben con golpes? Pobre de ustedes que encuentre al gilipollas qué me aventó al mar atado a una tabla!" – Le contesto con aun más coraje, sacando la rabia que había acumulado en todo ese tiempo – "Estoy aquí y vivo de milagro! Todavía tienes las bolas de golpearme? A tomar por culo!" -
Se levantó con la misma fuerza que el hombre sin pantalones y le dio un zape, solo que sin tener la mitad de fuerza que el que Rigs le dio a él.
- "¿Con quien hablas? ¡A mi me mandaron a buscarte por que no sabíamos de ti hace una semana! Todavía qué te tenemos de prioridad, te pones mamon y me sueltas un vergazo ¡te volveré a aventar al agua, pusilánime!"
- "¿Qué? ¿Buscándome? Si hueles a rancho escondido y claramente llegas dos días de fiesta sin parar, qué preocupados por mi van a estar ustedes, bola de gatos sin vengüenza!?"
-" Te voy a meter una verguiza si no te callas y me explicas donde estuviste para el próximo capitulo. "
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Este capítulo fue escrito a las prisas por haber escrito pura verga en más de dos semanas y bajo los efectos del jarabe para la tos mezclado con vodka de frambuesa y unas pastillas de no se que, 100% recomendado si te, quieres sacar un capítulo del fundillo.
