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Kuro estaba en su peor momento, obvio, luego tres días remando sin movilidad en las piernas, comida o agua y ser picoteado por todo tipo de aves estaba claro que parecía de todo menos un ser con alma actualmente.

Flaco, sucio e húmedo, no fue sorpresa que cuando un amable anciano pescador paso cerca de allí, haya confundido a Kuro con una sirena muerta.
La sorpresa que se llevó cuando al acercarse a la supuesta sirena, está estuviera nadando con brazos, aún más llamativa la frase "CABRON RATERO" escrita con marcador metálico color cobre y decorada con dibujos de lo mas vulgares en su cola; casi cae de su bote por el susto cuando Kuro le gritó desesperado por ayuda.

Entonces... Cómo fue que terminaste en una costa Israelita? – Pregunto el mayor,  intentando romper el hielo mientras Kuro devoraba pescado y pedazos de pan duro que el viejo le entrego

N'ambre, que le digo? Desperté asi, no recuerdo absolutamente nada – Respondió en el acento más ñero y, disculpen la palabra, naco; sacando una pequeña risa preocupada de parte del señor

– ¿Qué no es eso ilegal? Te puedo ayudar a conseguir un buen policía en cuanto lleguemos a tu costa – Musitó mientras revisaba su mapa, fue difícil concentrarse con los casi llantos de alivio que el flacucho soltaba cada dos segundos por volver a comer algo decente – Si navego contra corriente... Tomo un atajo por el már de los mustios y sacrificó una gaviota a la masa negra... Llegariamos a tu costa en una semana. -

El pobre gato se atoro con el pan que tragaba, tosiendo cuál perro viejo y escupiendo todo lo que tenía en la boca al mar, volteo a ver al señor con una cara que ni para que les digo, tan pálido como si acabara de ver al mismísimo diablo.

¡¿Una semana, cuánto tiempo estuve dormido en el mar!? – Chillo en el suelo del barco, en medio de una crisis punto medio, si el ni siquiera recuerda cuando fue que se durmió! — No no no, como es que estoy tan lejos? Me aleje más mientras intentaba nadar? -

Entre su llanto y el ruido constante de las olas, se pego el susto de su vida cuando el viejo se inco a un lado suyo y posó su mano en el hombro tembloroso de Kuro, dando su mejor esfuerzo para que el moreno salga de su trance

Hey, todavía podemos llegar! Estás vivo y tenemos comida suficiente para poderte llevar, el trayecto es lo de menos ok? Preocúpate por pensar en como fue que terminaste en Israel – Dio pequeñas palmadas en su espalda, dándole su tiempo para recuperarse.

Ay.... Gracias señor... – El gato se sorbió la nariz y la limpio con la manga sucia de su suéter.

Ravioles; ¿Cuál es tu nombre, gato? – Le sonrio ampliamente y lo ayudo a levantarse, también sacudiendo el polvo de sus pantalones -

No mames, pensé que yo me llamaba culero por ser negro en japonés, pero me sale usted con que se llama ravioles.

...

No se crea señor, le pagaré cuanto quiera apenas lleguemos a mi hogar, mi nombre es kuro.

– No se crea señor, le pagaré cuanto quiera apenas lleguemos a mi hogar, mi nombre es kuro

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Mamarre mamarre mamarre.
El capítulo tenía que salir ayer pero pasaron cositas. (Me enferme)
Pero le puse pilas mis pepinos.

Planeo subir un capítulo cada dos semanas pero ps apenas empecé y ya valió putísima verga

= Last friday night = (Super cat tales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora