The Human And Her Wolf - (Lumity/Lumelia Siblings Au)

• Cap 5 •

Una ojidorado veía fijamente como la figura del lobo de su hermana mayor se alejaba hasta que la perdió de vista entre los árboles.

La menor se recostó por completo en el lomo del lobo gris de su hermano, soltando un quejido lastimero que causó que sus hermanos se preocuparan por ella.

—Amity, no vayas a llorar. —su hermana peliverde le acariciaba el cabello sentada atrás de ella.

—Es que... Quería ir con Amelia. —dijo en voz baja, sintiéndose desanimada.

—‹Yo también quería ir, pero sabes que nunca nos dejaría a menos que en serio nos necesitará.› —le dijo su hermano, comenzando andar en un trote ligero cuando vio que estaban a punto de llegar a su hogar.

—Y si nos necesita, nos avisará con un aullido. —continuó la gemela del lobo.

—Pero aun así... —frunció los labios haciendo sobresalir el inferior en un puchero— No puedo evitar sentirme un poco triste, se suponía que pasaríamos todo el día juntos.

—Bueno no siempre las cosas salen como esperamos.

—‹Mas cuando el trabajo de Amelia es proteger todo un pueblo y cuando el deber llama...› —le dijo el lobo gris, agachándose para que bajaran.

—No podemos evitar ir a cumplir con nuestro labor, lo sé... —suspira— solo espero que vuelva pronto y que no le pase nada.

—Yo también espero lo mismo... —dijo Emira pasando una mano por su cabello.

—Bien ya llegamos... —Edric se des-transformó por completo yendo hacia la puerta que da salida al patio y entrada a la sala de su hogar— ¿Quieres entrar y esperar a nuestra hermana mientras vemos una película? —le preguntó a su hermanita.

—Nah... Aprovecharé que no vamos hacer nada para ir a ver a mis amigos un rato. —dijo yendo hacia las escaleras para subir a su habitación.

Emira asintió, diciéndole —Ok, anda a limpiarte la cara primero y ya sabes...

—No puedo dejar que nadie se entere que soy una Wolfwalker, lo sé... —habló perdiéndose por el pasillo.

Entró a su habitación y fue directo a su cuarto de baño para lavarse la pintura de la cara, brazos y cuello. Luego fue a su armario donde saco una franelilla negra y una camisa de cuadros azul oscuro con franjas negras y unas blancas finas. Sacó de su closet unas converse del mismo color azul oscuro de su camisa y se dejó los pantalones rasgados que tenía puestos.

Salió de su cuarto bajando las escaleras mientras se acomodaba su cola de caballo, dejando unos mechones de lado como flequillo.

Fue hacia la entrada de su casa diciéndoles a sus hermanos que estaban sentados en el sofá de la sala:

—Ya vengo, avísenme si Amelia regresa antes.

—Ok, ten cuidado... —escuchó a Edric decirle antes de irse y cerrar las puertas.

La pelo lila empezó a caminar por el sendero que daba hasta fuera de la propiedad de su familia. Yendo por ese mismo camino llegó hasta el pueblo, saludando a todo aquel que también la saludaban amigablemente.

Paseó un rato por el lugar hasta llegar nuevamente a los límites que separaban al pueblo del bosque, siguiendo el río que traspasaba tanto la zona urbana como la forestal.

Ahí, pasando por unos troncos caídos en el suelo, alguien la hizo sobresaltarse cuando la abrazaron por la espalda, aprisionando sus brazos en su cintura y encajando unos filosos colmillos en la parte baja de su cuello.