Capítulo 11

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-Y... ¿qué tal has estado, James?

-Bien.-respondo seco.

-¿Ya os conocíais de antes?-pregunta Dean.

-Algo así. ¿Verdad, James?

-S-sí.-tartamudee.

Esta noche no puede terminar bien. ¿En serio Alex es la hija de Dean? ¿Es que el destino no quiere más que joderme? No podía estar tranquilo, no. Tenía que aparecer algo, en este caso alguien, que lo estropeara todo.

Conocí a Alex hace cosa de un año. En un bar. ¿Os acordáis que os dije que intenté olvidar a Katy con algunas chicas? Bien, pues Alex fue una de ellas. Nos conocimos, nos caímos bien, nos besamos, fuimos a su apartamento y... Nada. No pasó nada porque no podía sacarme a Katy de la maldita cabeza. Dije que no podía hacerlo y me fui de su apartamento. Ella no se lo tomó muy bien que digamos. Se convirtió en una acosadora profesional. Me esperaba a la salida de la universidad, me mandaba mensajes a altas horas de la madrugada... Sí, no fue muy agradable. Después se mudó y no volví a saber nada de ella.

Hasta ahora. Y no, la noche no va a terminar bien. De eso estoy seguro.

El camino a el club ha sido silencioso. Dean no nos ha preguntado de qué nos conocemos, y de verdad lo agradezco. Porque no sería agradable decirle: "Oh, nada importante. En una noche de fiesta estuve a punto de tirarme a tu hija, pero al final nada. Ella se cabreó y fue mi acosadora personal por unos meses." No, no creo que le guste escuchar eso.

Al llegar al club Alex se nos adelanta y Dean comienza a hablarnos.

-Siento haberla traído sin avisaros, chicos. Pero es que desde que se mudó aquí, ha tenido bastantes problemas. Ya sabéis, denuncias, peleas... Y ya me da miedo dejarla sola.

-Normal.-susurro.

-¿Qué?-pregunta Dean confundido.

-Nada.

Él se encoge de hombros y entramos. Al entrar, mis ojos tienen que acostumbrarse a la poca luz del local. Tan solo hay unos focos blancos iluminando a cada una de las chicas que baila en cada tarima con ropa algo provocativa. También hay alguna que otra tenue luz en la barra, supongo que para que el barman por lo menos pueda ver algo y no se confunda al servir el alcohol.

Nos sentamos en una mesa algo apartada y comienzo a pasear mi vista por todo el local. El barman hace malabares con las botellas mientras le sirve una copa a un hombre vestido con un traje negro. Las tarimas de las bailarinas están vacías, pero el que las cortinas dertrás de ellas no paren de moverse, es presagio de que dentro de poco saldrán a escena. Sigo recorriendo el local con mis ojos y me fijo en un chico. Está sentado en la mesa más cercana a las tarimas, con un hombre trajeado. No, dos. Acaba de llegar el que estaba pidiendo en la barra con un vaso con algo marrón. El chico en cuestión, lleva una gorra blanca y dorada, demasiado grande para él y unas zapatillas de deporte doradas. Es lo poco que puedo ver de él ya que con la tenue luz, el dorado brilla.

Una música lenta comienza a sonar y una chica rubia con un antifaz sale a la tarima más centrada. Pronto me doy cuenta de que la canción que suena es All That Matters, de Justin Bieber.

-¡Esa es mi canción!-grita el chico de la gorra.

-Espera... ¿Ese es Justin Bieber?-dice Tris.

-¿Veis? Os dije que aquí venía gente importante.

-Sí, Dean, sí. Que al final ha sido buena idea.-digo.

-Esperaba que me dijeras eso.

(Narra Katy)

Somewhere, Somehow (The Vamps || James McVey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora