capítulo 2

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Estella era una chica muy conocida en el pueblo de estberd. Todo el mundo la adoraba, diciendo que era parte de una familia perfecta con sonrisas, dinero, felicidad y todas esas cosas.

claro, eran "Perfectos"

La razón principal por la cual decidí estudiar en el instituto donde ella estudiaba, fue porque lo que ocurrió con ella se me hace muy...peculiar.

Hace dos años y siete meses, Estella desapareció sin dejar rastro alguno. La vieron por última vez en el salón de clases, nadie la vió salir después de eso. Lo intrigante es que luego de que ella se esfumó como ratita, muchas cosas comenzaron a suceder.

Salieron asesinatos, desapariciones, suicidios y de más. En cualquier otro lugar, esto sería realmente normal, común y corriente. Pero este pueblo pequeño y mediocre era horriblemente perfecto. Cada quien tenía su lugar y sus estereotipos asquerosos.

Sin embargo, luego de que Estella desapareció, el pueblito "perfecto" desapareció con ella.

Todo el mundo se intrigó al respecto sobre lo que le sucedió a la perfección en una chica.

Y sin hacer nada de eso, la señorita desapareció de la nada.

- Qué miras? Debemos entrar ya. - escucho a mi mejor amigo quejarse, ni yo sé por qué me quedo pendiente a ella.

Algo está mal en su caso, algo no me cuadra.
O simplemente estoy siendo un pendejo que piensa las cosas que no tienen sentido.

Me acomodo en mi lugar y Benja se sienta a la par mía, de costumbre siempre molestamos y reímos. Pero el día de hoy nadie está de humor, la noticia del corazón robado es tendencia y no se me antoja del todo escuchar las cosas que el resto diga.

Me doy la vuelta y veo que él tiene sus ojos pegados en una chica del salón. Lleva teniendo un crush en ella hace ya varios meses, lo niega y lo seguirá negando por mucho tiempo.

- Si fueras más discreto tengo la sospecha que no se dará cuenta.

- Cuenta de qué? De qué hablas? Yo no...no es...hay cierra el pico mejor. - Y ahí está, colorado mi mejor amigo por una perra del salón.

Benjamín pasó unos minutos diciendo las razones del por qué el picante es mejor que lo dulce. Todo iba bien hasta que vi a una chica del salón acercarse.

- ¡Hola preciosos!. - Su voz es realmente insoportable, así que no dejé que terminara su oración completa.

- ¿Qué quieres?

- Ash no te pongas de malas, es el primer día y deberíamos de crear un ambiente de amor y convivencia. - ¿Acaso la loca no entiende que no tengo todo el tiempo del mundo para escuchar su párrafo?

Creo que mi mejor amigo se dió cuenta de mi estrés con ella y decidió hablar por el bien de ambos, o eso creí.

- Eh si, mira estamos algo ocupados hablando de cómo follar así que.

Me volteé a verle. ¿Follar? Imposible que esa sea su mejor salida a todo esto.
Susan, la perra número 1 del salón, no intentaba disimular ni un poco lo incómodo que se escuchó eso.

- Susan, ¿Qué es lo que querías decir?

Terminé hablando yo, sacándonos al pendejo y a mi de esa mierda de excusa.

- Ah si, como hoy es el primer día, mis amigas y yo decidimos hacer una fiesta de bienvenida en mi casa esta noche. ¡Será increíble!

Sacó una tarjeta, supongo que la invitación y nos la entregó.

- De verdad mis amigas y yo esperamos que puedan ir.

- No lo sé, tengo muchas cosas que hacer.

Ella hizo un tipo de puchero. - Vamos, por favor, ¡Será divertido! venga Logan, sólo por unas horas. 
-Ir a una fiesta sería una forma de liberar mi mente, pero no se me antoja ni un poco ir a una fiesta de Susan, ahí será lo contrario a divertirme y liberar mi mente.

Aceptando la NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora