El Contrato Olvidado -COMPLETO-

Capítulo 3

Harry fue despertado por un insistente golpeando su hombro y una voz chirriante y aguda.

"El señor necesita estar despertando ahora."

"Ok, Ok. Estoy despierto. Por favor, deja de empujarme." Harry se quejó.

Harry había conocido a Emy, el elfo de la familia Bones la noche anterior. Tenía el bate característico como orejas de los elfos de la casa, pero su nariz era delgada y puntiaguda y sus ojos del tamaño de una pelota de tenis eran de color marrón intenso. Llevaba un pequeño delantal sobre lo que parecía ser una funda de almohada de seda.

"Buenos días, Emy. Harry gimió mientras se sentaba y arrojó las piernas fuera de su cama. El elfo se inclinó y sonrió.

"Emy necesita que el señor se apresure. La señora lo está esperando."

"Muy bien. Dile que estaré abajo. Sólo necesito vestirme."

"Oh no. Señor debe ser presentable. El señor necesita lavarse y cepillarse los dientes. Emy no permitirá que el señor salga de esta casa como un mendigo."

Harry no pudo evitar reírse de las travesuras del elfo. Había ido al baúl de Harry y seleccionado pantalones y una camisa de vestir más bonita para que Harry la usara.

"Emy, puedo elegir mi propia ropa."

"No hasta que el señor haya ido de compras con la señora. No hasta que el señor tenga la ropa adecuada. Emy conoce la situación del señor. La señora solucionará muchos problemas para el señor, y luego el señor estará en condiciones de visitar a la señorita."

Harry casi había olvidado todo lo que lo había llevado a ser un invitado en la casa de Madam Bones. Estaba comprometido a casarse con su sobrina Susan. La sonrisa de Harry se desvaneció de una vez mientras lo recordaba todo. Se habría sentado allí un poco más si Emy no hubiera saltado a la cama y metido a Harry en la parte posterior de la cabeza, instándolo a moverse.

A regañadientes, Harry entró al baño para ducharse y hacerse tan presentable como pudo. Harry notó que le habían proporcionado un cepillo de dientes y una maquinilla de afeitar. Revisando su cara en el espejo no vio una necesidad real de la navaja de afeitar. Luego, una imagen de sí mismo atada a una silla mientras el elfo de Bones House enloquecido venía hacia él con la maquinilla de afeitar lo hizo pensar de nuevo.

Cuando terminó de arreglarse, Harry se puso la ropa que Emy había seleccionado, sin querer arriesgar la ira del elfo, y salió de su habitación. Apenas había prestado atención en su camino hacia su habitación la noche anterior, pero afortunadamente, la casa de los Huesos no era un castillo en el que uno pudiera perderse fácilmente.

Encontró a Madam Bones sentada en el comedor, terminando su té de la mañana y leyendo la edición de la mañana.

"Oh bueno." Ella sonrió cuando vio a Harry meter la cabeza en la puerta. "Veo que sobreviviste a Emy."

"Sí." Harry dijo, frotándose la parte posterior de su cabeza donde el elfo lo había golpeado antes. "Ella un poco uh..."

"Controlando? ¿Firme? Sobrecargable?" Amelia sonrió más.

"Todo lo anterior." Harry sonrió a cambio.

"Te acostumbrarás a ella. Le dije que te tratara como parte de la familia. Espero que esté bien." Amelia dijo, de repente consciente de que puede haber sobrepasado sus límites. Harry simplemente asintió con la cabeza y Amelia notó una pizca de una sonrisa complacida en la cara de los niños.

"Bueno, como es verano, las chicas probablemente dormirán hasta las diez u once, así que no hay necesidad de esperarlas." Amelia dijo doblando su papel. "Llegamos un poco tarde, que es mi culpa. Después de ayer, estaba un poco exhausto y 1 dormí demasiado. No tenemos tiempo para un desayuno adecuado, así que tendremos que prepararnos y almorzar temprano, si te parece bien?"