Joshua entró a la habitación donde estaba su novio con un bulto entre sus brazos, se acercó junto a su pequeña para conocer al nuevo integrante de su familia.
Hace dos días que había nacido su segundo hijo y ellos aún no podían creerlo era tan hermoso y tierno, Jinha igual estaba fascinada con su hermanito, porque si, habían tenido un niño al cual decidieron llamar Yoobin.—¿Cómo te sientes?— Seokmin lo miró con una pequeña sonrisa.
—Feliz— Murmuró volviendo su mirada a su bebé- Tengo a mi bebé en mis brazos— Su voz se quebró.
—Hey, bonito— Tomó su mentón para que lo mirara y retirar las lágrimas que descendían por sus mejillas— Aún no se te quita lo sentimental, esta vez estarás todo el tiempo que quieras con nuestro hijo.
—Es muy bonito— Hablo Jinha mirando a su hermanito— Mi hermanito es muy bonito.
—Tan bonito como tú— La menor se sonrojó ligeramente— Ambos son igual de bonitos.
—¿Cuándo podré jugar con él?— Joshua sonrió.
—Aún le falta un par de años más para que pueda jugar contigo pequeña— Explicó.
—Cuando menos lo esperes podrás jugar con él, pero debes ser muy paciente— Le siguió Seokmin.
Jinha abultó sus labios ella ya quería jugar con su hermanito.
Los primeros meses después del nacimiento de Yoobin, fue algo difícil para Jinha, pues ya no tenía la misma atención de sus papás ahora, aunque tanto Joshua como Seokmin se esforzaban para no dejarla sin atención alguna, casi siempre estaban sobre el bebé, y bueno ya conocemos a la pequeña Jinha.
Joshua entró al salón de clases dónde estaba la maestra que lo mando a llamar por la mala conducta que Jinha estaba teniendo. Le explicó lo que pasaba y Joshua se desconcertó en un principio pero creía entender lo que pasaba, le comentó a la maestra lo que pasaba y ella amablemente le pidió que hablara con Jinha, y eso hizo.
—Pequeña— Joshua se sentó a un lado de su hija— ¿Algo que me quieras decir?
—Quiero jugar contigo y papá Min, pero ustedes sólo quieren estar con mi hermanito— Balbuceo tallando sus ojitos— Sólo lo miran a él.
—También te prestamos atención a ti pequeña, sí, puede que estemos siempre al pendiente de tu hermanito pero es porque es un bebé y necesita mucha atención, también te prestamos atención a ti cuando tu hermanito duerme o cuando llegas de la escuela o cuando estamos camino a la escuela, tal vez no es la misma que la de tu hermanito— Limpio sus mejillas y le sonrió para después besar su frente— Te amamos pequeña.
Después de aquella plática Jinha volvió a su conducta habitual entendió que su hermanito era muy pequeño y que debían cuidarlo mucho, pero también le alegró que sus papás jugaran con ella siempre que su hermanito dormía.
El primer cumpleaños de Yoobin y eso alegró a Jinha pues ya podía jugar más con su hermanito pero teniendo mucho cuidado con él.
También con ese primer año llegó que momento que Seokmin deseaba, la primera palabra de su bebé, esto ocurrió mientras todos comían incluso el bebé aunque esté era un tierno desastre.—Pá— Soltó el primer balbuceo, tres pares de ojos lo miraron— Pa...pá— Sus ojitos se posaron en Seokmin y estiró sus cortos bracitos— ¡Pá!— Seokmin lo tomó porque su hijo se lo podía y aprovechar para limpiar sus regordetas mejillas— Papá— Está vez mirando a Joshua.
—Este es otro día del cual no olvidare jamás— Murmuró Seokmin arrullando a su bebé.
—Emocionado ¿Eh? Me sentí igual cuando Jinha hablo por primera vez— La menor sonrió— Es un lindo momento y seguro es mucho más especial para ti.
—Es demasiado lindo— Admitió sin dejar de apreciar a su bebé.
Ese día después de la comida y de que Seokmin se calmará decidieron ir por un helado convirtiéndose en un momento mucho más especial y familiar.
Tres años después de que Yoobin dijera su primera palabra habían pasado, Yoobin ahora tenía cuatro años y Jinha ahora tenía doce, el par de hermanos eran casi inseparables, se la pasaban jugando gran parte del día y la única forma de detenerlos era con comida o cuando Jinha tenía que hacer su tarea de otra forma no se detenían por nada.
—Papá Min— Seokmin alzó la cabeza dejando de recortar cupcakes para el próximo mes de cumpleañeros, aquello se le había vuelto costumbre a pesar de que ya no tenía más cosas que hacer y con que distraerse— Ya terminé.
—¿Todo?— Preguntó para confirmar, varias veces por querer irse a jugar dejaba un par de tareas sin hacer.
—Todo todito— Le entregó su cuaderno para que confirmara, Seokmin lo tomó no por desconfianza, sino que también había intentado eso, hubo veces en que le creyeron y resultó que no había terminado todas.
—Ve a jugar, te llamaré si falto una— Jinha asintió con una gran sonrisa.
Jinha se parecía a Joshua en muchos aspectos ahora lo sabía mucho mejor, mientras que Yoobin se parecía a Seokmin también en varios aspectos aunque también tenía mucho de su ahora esposo, hace no más de dos años decidieron unirse en matrimonio y también fue un momento muy especial para Seokmin.
Aunque si es sincero desde que conoció a Joshua toda se había vuelto un momento especial.
Su asustó al sentir que su mejilla era besada, sonrió al ver a su esposo y besó sus labios como siempre que llegaba del trabajo.
—¿Dónde están nuestros niños?— Seokmin miró con obviedad cosa que hizo reír al mayor— Me lo imaginé.
—¿Cómo te fue hoy?— Le preguntó una vez que se sentó.
—Un poco estresante pero ahora estoy aquí en mi hogar junto a la persona que amo y sólo estoy esperando a que mis hijos se hagan presentes para decir que estoy perfecto— Seokmin sonrió, amaba cada que Joshua decía algo similar— ¿Y cómo estuvo tu día?
—Entretenido, aunque mañana tengo que atender a unos padres de familia por la conducta de sus hijos— Joshua soltó un ruido indescifrable.
—Sólo espero que si sea una mala conducta y que no sean iguales a nuestra pequeña— El menor soltó una carcajada por lo que su esposo dijo.
—Y aunque así fuera yo sólo estoy enamorado de ti— Apretó la mejilla del mayor que le quedaba más cerca— Me casé contigo y sólo estaré contigo.
—¡Papá Shua!— Escucharon la voz de Jinha y por detrás de ella corría su otro hijo, enterneciendo a ambos por lo tierno que se veía.
—¡Papi Shua!— Yoobin también lo abrazó como pudo pues no era tan alto como su hermana.
Hicieron realidad aquellos sueños que no creyeron que iban a tener, estaban felices con todo lo que tenían y no se arrepentían de nada.
Fin.
ESTÁS LEYENDO
Papá, ¿Estás enamorado? | Seoksoo
RomanceEl mayor tesoro de Joshua es su pequeña y tierna hija de 6 años. Por años lo subestimaron diciendo que no podría cuidar adecuadamente a su pequeña si era solo él, y por supuesto que demostró que por su hija era capaz de todo. Pero la idea de criar a...