Casa de campo

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Capítulo 6

Con la temporada de fútbol avanzando y Travis recuperándose de su ruptura, decidimos tomarnos un tiempo lejos del bullicio de la ciudad. Juntos, escapamos a su casa de campo en las afueras de Kansas City. Era un retiro tranquilo, rodeado de naturaleza y lejos de las distracciones de la vida cotidiana.

El viaje a la casa de campo se convirtió en una experiencia mágica. Pasábamos horas explorando los alrededores, caminando por senderos boscosos y disfrutando de la paz que solo el campo podía ofrecer. Travis y yo compartíamos risas, historias y momentos de complicidad, como si fuéramos los únicos habitantes del mundo en ese rincón apartado.

Mientras disfrutábamos de las noches estrelladas junto a una hoguera, mi corazón se encontraba en un estado de euforia y confusión. Cada mirada y cada sonrisa compartida aumentaban mi anhelo de estar más cerca de Travis de una manera que trascendiera la amistad. Sin embargo, mi mente también estaba llena de dudas y miedos. ¿Era el momento adecuado para plantear mis sentimientos? ¿Estaba dispuesto Travis a considerar la posibilidad de un romance?

La tensión en el aire era palpable, y finalmente, un día, durante una caminata por el campo, no pude evitar abordar el tema que pesaba en mi corazón. Le pregunté a Travis acerca de sus sentimientos y sobre lo que había experimentado en su relación pasada con Kayla. Era un tema delicado, y estaba ansiosa por conocer sus pensamientos al respecto.

Travis miró al horizonte por un momento antes de responder. Me dijo que, si bien su relación con Kayla había sido significativa, había llegado a un punto en el que sentía que algo faltaba. Había experimentado un crecimiento personal durante su tiempo juntos, y aunque la ruptura fue difícil, también le había brindado la oportunidad de explorar quién era y lo que realmente deseaba.

Mientras lo escuchaba hablar, mi corazón latía con fuerza. Había una apertura en sus palabras, una sensación de posibilidad. Sin embargo, también entendía que Travis estaba pasando por un proceso de autodescubrimiento, y no quería presionarlo. La conversación nos dejó a ambos con una sensación de vulnerabilidad, pero también con un sentido de entendimiento más profundo.

A medida que continuaba nuestro tiempo en la casa de campo, la conexión entre Travis y yo se volvía más fuerte. Compartimos noches bajo el cielo estrellado, mirando las constelaciones y compartiendo nuestros sueños y aspiraciones. Era una intimidad que solo podía encontrarse en la tranquilidad del campo, lejos de las luces y ruidos de la ciudad.

Cada día que pasábamos juntos en la casa de campo parecía acercarnos más, y yo no podía evitar pensar en la posibilidad de un futuro diferente a lo que había imaginado. ¿Era posible que Travis finalmente viera en mí algo más que una amiga? Aunque mi corazón latía con la esperanza, también estaba lleno de temores y dudas. La línea entre la amistad y el romance se volvía cada vez más borrosa.

Travis Kelce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora