⚠︎𝐄𝐱𝐭𝐫𝐞𝐦𝐚𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨𝐬⚠︎

III

Estos meses son calurosos.

Y los golpes de calor afectan a las personas de todas las edades, julio y agosto son los meses más calurosos de Japón.

Y por ende el mes en que más casos tiene de golpes de calor en la sala de urgencias todo era un desastre, ahí solo se escuchan gritos de:

"Trae hielo a la sala 1.

botellas de agua a los adultos mayores.

Vitaminas a la sala 4"

Todo era un completo caos!!

Y bueno, esperando pacientes de pediatría qué por cierto es su especialidad, le encantan los niños.

—haaa, que solitario –recuesta su cabeza en el escritorio, mientras juega con unas hojas de quién sabe qué.

Mientras su puerta es abierta bruscamente, esto hace que se sobresalté mira quién es para regañarle por tal atrevimiento.

Rueda los ojos, y aprieta los labios enojó sabiendo que de ahora en lo que resta el día estará más que enojado.

—¿Qué quieres? –espetó con rabia el de ojos zafiros.

—Esas no son formas de hablarme –dice mientras toma asiento mientras extiende un portafolio en la mesa– quiero a mi hijo y-

—No

—eres joven, chiquillo –cruzó sus piernas y miró de arriba hacia abajo, haciendo que el doctor sintiera escalofríos en su cuerpo abrió el portafolio y mostró el contenido haciendo enojar – podrás tener todo ésto, solo dame a mi hijo.

—no entiendes –dictamina con la poca paciencia que tenía la cual se rompe al final– NO, o es que tú cerebro se atrofió?

Los dos se miran con recelo, el odió mutuo es lo que hay en ambas miradas.

La persona se levanta y él también lo hace.

—Entonces será a la mala.

— tú ya no me causarás miedo, no lo llevarás a ¡mi hijo!

El de ojos violeta se acercó al más bajó en pasos rápidos, y agarró al más bajó por su chaqueta blanca tiró de él hacía al frente y un golpe impacto en la cara del chico de ojos zafiros el miedo entró por sus poros; pero no iba a volver a caer levantó su puño y se estampó en la cara del de cabello blanco.

Se volvió una pelea feroz en su oficina donde los insultos, gritos, golpes y sollozos se escuchaban en el exterior llamando la atención del equipo médico los cuales trajeron a la seguridad del hospital.

—¡Me darás a mi hijo, puta barata! –el otro retrocedió tomando aliento mientras limpiaba sangré de la comisura de sus labios– ¿temblando? No te hagas ahora tiemblas, no que muy valiente.

— ¡¡No te daré a mi hijo, es mío y de nadie más!!

El más alto se abalanzó sobre el chico y éste tiró dos golpes, los cuales le dieron al mayor causando que se enojara más.

Entrecerró sus ojos y un tinte salvaje apareció como tinta sobre papel.

Tomó al chico del cuello, y lo azotó contra una pared haciendo que este soltará un gritó de dolor.

Lo lanzó al piso viendo como el otro trataba de arrastrarse lejos de él, sangre salía de algún lugar de la cabeza del chico.

Chasquido y se quitó el sacó, jalo al más bajó por su tobillo y quedaron cara a cara mientras abría las piernas del menor.