-Amor, ya estoy lista -le avisé a Josh asomando mi cabeza por la puerta de su cuarto.
-Esta bien, vamos -tomó sus llaves y celular de su mesita de luz y salió de su habitación mientras yo lo esperaba en el pasillo. Tomó mi mano y nos dirigimos hacia las escaleras para salir de la casa, habíamos planeado una tarde de shopping en pareja, ya que siempre solíamos salir con los chicos de por medio- No te olvidas nada, ¿verdad?
-Nope -dije abriendo la puerta de la casa, cerrándola detrás de mí una vez Josh etuvo fuera- ¿Por quien me tomas?
-No pretendía ofenderla, señorita -dijo Josh con con una sonrisa, abriéndome la puerta del auto para que pudiera pasar- Le ofrezco una disculpa.
-Disculpa aceptada -le sonreí cuando se acomodó en el asiento del conductor- ¿Porque nunca manejo yo?
-Porque no tienes licencia -dijo arrancando el auto y saliendo del estacionamiento de la casa- Y porque eres un peligro detrás del volante.
-¡Oye! Eso es mentira -dije cruzándome de brazos haciéndome la ofendida.
-Te quise enseñar a manejar y chocaste tres cubos de basura -dijo mirándome un momento- ¡Y casi chocas a Bryce!
-Lo último lo hice intencionalmente -dije mirando por la ventanilla- ¡Me había robado la última porción de pastel del refrigerador! ¿Que esperabas que hiciera?
-¿Hablarlo como un ser humano, quizá? -dijo con una sonrisa de lado- A decir verdad, yo también lo hubiera chocado.
-Ahí tienes -dije con un gesto de la mano- Ay, ya me dió hambre. Maldito pastel de chocolate. Y maldito tú que me haces pnsar en el pastel de chocolate.
-Primera parada, 'The Vegan Café' -dijo con una sonrisa, haciendo que me emocionara de inmediato pues ese era mi café favorito.
-Te amo -dije con una sonrisa, colocando mi mano sobre la suya, que se encontraba en la palanca de cambios. El sacó su mano de la palanca y la entrelazó con la mía.
-Y yo a ti, mi amor -dijo llevando nuestras manos hacia su boca, dejando un dulce beso sobre la mía, este hombre cadadía me enamora más.
Unas cuantas canciones de Harry Styles después, ya habíamos llegado al café. Desabroché mi cinturón y bajé del auto, seguida de Josh. Me tomó la mano cuando llegó a mi lado y caminamos unos metros hasta el café, sintiendo el típico y maravilloso aroma una vez entramos al lugar.
Nos tomamos un café con unas galletas y hblamos de cosas triviales. Luego decidimos dar una vuelta por la plaza, ya que el día estaba tan bonito y yo todavía no quería volver a bonito la casa.
-¡Mira cariño! -dijo Josh con una sonrisa, haciendo que me girara hacia donde su dedo apuntaba, que era el escaparate de una tienda de ropa, más precisamente un maniquí que llevaba un hermoso vestido veraniego color azul, lleno de flores de colores, con los hombros descubiertos y escote corazón
- Tienes que probartelo, estoy seguro que se te verá hermoso.
-¿Tu crees? -dije mientras nos acercabamos a la tienda, observando más de cerca el vestido. Dirigí mi mirada hacia el pequeño cartel que había debajo, indicando su precio, y mis ojos casi se salen de sus orbitas- No, no, no. ¿Tu has visto el precio? ¿Que tiene, diamantes incrustados? Es muy caro, Josh.
-Nadie dijo que debías comprarlo -dijo, haciendo un puchero con sus labios- Vamos, pruebatelo, ¿si?
-Esta bien -dije rodando los ojos con una sonrisa. Entramos de la tienda mientras Josh reía, y nos acercamos mientras Jae ela, y nos acercamos hacia una de las chicas que supongo, trabajaba allí.
