Haruchiyo Sanzu

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Bonten.

El día estaba nublado. Las personas caminaban y seguían su camino. Sin saber, que justo en esa calle, en un edificio 'abandonado' se daba lugar una Mafia bien reconocida y poderosa.

En la salida de emergencia, la única habilitada para entrar y salir, había dos guardias vestidos con trajes.

Ambos hicieron una reverencia cuando vieron a su jefe y mano derecha de Manjiro Sano.

— El Rey hablara un momento con ese plebeyo, así que esperaremos a que salga. Estaré cerca por si sucede algo.

Ambos asintieron.

Sanzu dando una última mirada a la puerta, soltó un chasquido con su lengua, y se fue, cruzo la calle, y se coloco al lado de un edificio, donde tenía vista hacia donde su Rey se encontraba.

Saco un cigarrillo, y se dispuso a fumar mientras observaba a las personas cruzar.

Probablemente debería haber estado más atento. Probablemente no debería haber dejado solo a su jefe...

Al cabo de unos 20 minutos, en los que ya había fumado 3 cigarrillos y ahora estaba hablando con un subordinado por su teléfono, escucho como todas las personas a su alrededor se detenían.

— Oh por dios...

— Ese chico planea arrojarse?

— ¡Que horror!

Haruchiyo alzó su vista hacia el edificio al que todos miraban, y ahí en ese momento, su corazón se detuvo.

— ¡Mikey!

Fue lo único que alcanzo a decir al ver al rubio en la azotea de ese edificio, y al parecer no con intención de observar la vista.

Sin pensarlo dos veces corrio lo más rápido que pudo, cruzo la calle, fue a la puerta trasera donde estaban los dos guardias, que se sorprendieron a verlo.

— Jefe-

— ¡Vayan por Mikey!

Grito, y sin dudar entró rápidamente y corrió hacia donde lo había dejado a él, escucho como todos afuera gritaban. "NO NO NO" era lo que se repetía a sí mismo cuando al llegar al piso donde antes estaba Hanagaki con su Rey, ahora había un rastro de sangre, el lo siguió, y vio como Takemichi, tirado en el piso y desangrándose, con medio cuerpo afuera por una ventana, hablaba con Mikey.

— ¡Por una vez! ¡Manjiro pídeme que te salve!

Lo escucho gritar.

— Y yo te salvaré...

El de cabello rosado no entendía, solo pudo ver como es que Takemichi estaba llorando, y que sonrió, su mano estaba tratando de sujetarse de la pared.

Cuando Sanzu reacciono corrio hacía ellos.

— ¡Mikey!

Grito cuando vio como el de cabello negro caía por aquella ventana.

Trato de alcanzarlo, trato de salvarlos...

Pero fue demasiado tarde...

Cuando llegó a la ventana solo había un gran charco de sangre.

Al ver por la ventana, primero vio a los personas que miraban hacia el suelo.

Y luego... ahí lo vio... Mikey estaba en suelo, sus brazos rodeaban el cuerpo de Hanagaki. Ambos en un charco de sangre que los rodeaba.

Mikey sangraba por el golpe de haber caído... Takemichi sangraba por las heridas de bala en su cuerpo.

Al parecer, Manjiro había amortiguado el golpe para el chico de pelo negro.

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