Oh, la brisa de la mañana, era algo hermoso.... Los pájaros volando, las olas que chocaban contra las rocas... El viento fresco del mar que llegaba a ellos y golpeaba sus mejillas suavemente. Invierno... Una época hermosa y maravillosa para visitar la playa.¿A quien no le gustaría?...
— Maldición Manjiro....
Bueno... Tal vez no a todos le gustaba.
El joven de mechas rubias tenía una gran campera rompe vientos. Y una bufanda.
— ¿Por qué demonios estamos aquí? Son las 9 de la mañana.
Manjiro el cual se encontraba disfrutando de la vista en aquel muelle de dió vuelta observando al contrario.
— ¿Acaso no te gusta?...
Pregunto el rubio, tenía la campera de Toman, y no parecía sufrir tanto el frío como el otro.
Kazutora sonrió.
— Porsupuesto que me gusta, me encanta. Adoro cagarme de frío en la playa en la mañana con un idiota que me despertó a las 6 AM para venir, diciendo: "Te va a gustar! Vamos! Te prometo que te divertirás!".
Hanemiya imitó la voz de Mikey en su última frase.
Era clara ironía.
— Vamos, no te pongas asi. ¿Por qué no disfrutas de la vista? — el contrario lo observó haciendo una mueca de disgusto — Aún es temprano. No todos los días podemos escaparnos del mundo de esta forma...
Kazutora lo seguía viendo molesto. Mikey no sabía que más decir, hasta que se le prendió el foco.
— Vamos a caminar por la playa! — Era el colmo, el de mechas se dió media vuelta, claramente para irse a su moto que estaba estacionada en el estacionamiento en la calle de arriba. Manjiro corrio hacia el y lo agarro del brazo — Kazu! Si vienes conmigo... Te prometo que te invitaré el desayuno y el almuerzo. Lo que tú me pidas.
Kazutora lo pensó un momento, y miró la mano del otro que lo estaba sosteniendo del brazo.
— Suéltame.
Soltó sin rodeos, Manjiro soltó su agarre rápidamente. El de mechas soltó un suspiro.
— Esta bien. Vamos a caminar un rato. Pero... luego de esto pagaras mi comida durante un mes.
Sano asintió y ambos comenzaron a caminar.
Hanemiya tenia sus manos en sus bolsillos. Mikey caminaba a su lado, algo nervioso. ¿Por qué? Kazutora no lo sabía.
— Ja! Mira, Manjiro, esos dos son tan locos como tú.
El rubio volteo su vista hacia donde miraba Tora. Y a lo lejos observo a una pareja que bajaba de un auto estacionado en la parte de arriba de la carretera.
El chico que aparentaba unos 26 años, camino hacia la parte trasera de su vehículo, y sacó dos tablas de sorf. La joven a su lado tomó una, y ambos bajaron por la arena. Luego se quitaron los abrigos dejando ver sus trajes templados para poder nadar, y se metieron sin dudarlo al mar.
— Retiro lo dicho. Están más locos que tú.
Kazutora se dio media vuelta y siguió caminando, Mikey esbozo una sonrisa.
Luego de un rato caminando por la playa, ya estaban en un lugar donde no había nadie.
— Oye... Kazutora...
Llamo la atención del joven con su voz algo nerviosa. Hanemiya se dio vuelta para verlo, pues estaba unos pasos adelante de el.
El viento no era tan fuerte, aunque eran las 10am.
Sus cabello suelto y rebelde se movía a compás del viento. Las olas chocaban contra la arena a un metro de ellos.
— Yo... — Había pensado que esto sería fácil, pero no lo era — yo...
— ¡Ya dilo!
Kazutora se había exaltado ante el titubeo de Manjiro, odiaba cuándo se ponía así.
— ¡Me gustas!
Eso no lo esperaba.
Hanemiya parpadeo un par de veces tratando de procesar lo que había escuchado.
— ¿Ah?...
Fue lo único que salio de sus labios.
Manjiro estaba sonrojado. Y ahora, Kazutora también lo estaba.
¿El le gustaba a Manjiro?
¿Era eso posible acaso?
— Y-yo... — el de mechas no sabía que responder. Y es que... no podía negar que el rubio tenía su atractivo, aunque era algo idiota.
— No tienes que responder ahora... yo... solo quería que lo supieras... Se que... probablemente yo no te guste. Pero al menos... ¿me dejarías intentar tener más que una amistad?
Hanemiya lo pensó un momento. No le gustaba nadie, y si Manjiro quería intentar cortejarlo, por más raro que eso le pareciera, no diría que no.
— Esta bien. Puedes hacerlo. Pero si te pasas, te juro que no quedará nada de ti para reconocer.
¿Era necesaria la amenaza? No realmente, pero no quería que pensará que eso iba a ser fácil.
Manjiro esbozo una gran sonrisa, y asintió. Seguramente no hablaba enserió con esa amenaza... ¿o si?
— Ahora vamos a comer. Dijiste que pagarías mi comida.
— Oh, claro. Hay un restaurante aquí cerca. Aunque... luego tendremos que caminar hasta las motos...
Kazutora soltó un suspiro. Tendría que caminar de nuevo. Pero no había de otra.
Ambos se fueron a comer. Manjiro quedó en quiebra. Kazutora satisfecho.
Con una gran sonrisa, ambos volvieron a la ciudad, Mikey les contó a sus amigos que Kazutora le había dado una oportunidad, y Hanemiya lo golpeó por haber gritado eso a los cuatro vientos.
El amor de Kazutora era diferente. No habia tenido un buen ejemplo de lo que era realmente amar.
Pero, tal vez con Mikey podría aprender. ¿Quién sabe? Tal vez podría llegar a amar a Mikey en algún momento.
Así empezaba el largo camino que iba a tener que recorrer Manjiro Sano, para poder conquistar a Kazutora Hanemiya.
Esperemos que el mundo, este a favor de Manjiro, y ambos puedan tener su gran amor verdadero.
Pues ambos, se merecían ser felices.
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Gracias por leer♡
Sinceramente, creo que podría ser mejor.
Espero que les guste♡♡♡
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✓one Shots✓
CasualeHistoria sobre los diferentes ships de Tokyo Revengers, los personajes pertenecen a Ken Wuakui. ⚠️Los capítulos van a contener parejas tanto homosexuales como heterosexuales⚠️ ⚠️Si no te gustan los ships no lo leas, ni dejes ningún comentario negati...