Los funerales

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Pov Lena:

Hoy eran los funerales, a dos semanas de la lucha que se llevó todo, que nos dejó vacías, sin alma, solo con dolor, finalmente despediríamos sus cuerpos; ver como Oliver, Barry y Diana bajaban los tres ataúdes del coche fúnebre fue desgarrador, pero sin duda lo peor llego cuando los féretros descendieron por la fosa y fueron cubiertos de tierra, colocándole el manto de despedida sobre el caoba de sus eternos lechos

Éramos todos adultos, comprendíamos el significado de la muerte, habíamos experimentado de cerca la perdida de algún ser querido, pero por mucho que lo supiéramos, nada podría habernos preparado jamás para atravesar esto; tal vez en algún punto era reconfortante saber que los culpables de todo estaban muertos, pero sus vidas no fueron un precio razonable, ni en absoluto comparable a nuestras perdidas, perdimos todo en solo 24hs

Vimos a nuestros amigas morir frente a nuestros ojos y nadie pudo hacer nada para evitarlo, o bueno, casi nadie, porque según lo que me contaron Andy salvo a Barbara de un destino similar a este, cuando Kara envió un rayo de calor en su dirección Bárbara no fue lo suficientemente rápida para esquivarlo, pero Andy estaba cubriendo sus espaldas, envió un fuerte hechizo repulsor que desvió el rayo, pero al mismo tiempo dejo fuera de combate a Barbara por la onda expansiva de fuerza, le coloco un hechizo protector para que nada pueda herirá y regreso a la batalla, o al menos eso fue lo que me dijeron, yo no sé qué sucedió a mi alrededor, solo sé que paso con Kara

Cuando vi el color azul regresar a sus ojos luego de oír mis latidos, tuve esperanza, sentí que podíamos salir juntas de esto, pero antes de que pudiera saber que estaba sucediendo, ella volaba a 30 metros de altura con dos puñales de kriptonita y acontium que posteriormente se enterró en el pecho, cayendo al instante, recuerdo mi desesperación al verla caer inerte, recuerdo cuan veloz corrí, cuan alto salte, cuan rápido arranque los puñales de su corazón, y todo para nada

Su corazón ya no latía, su respiración no existía, el calor la habia abandonado, su color vital tan característico ahora era pálido, demacrado, y su rostro, ese que siempre fue tan dulce y tierno, se encontraba con una mueca de dolor en todas sus facciones, lagrimas secas en sus mejillas, los labios partidos y secos, recuerdo que intente hacer bombear su corazón con mi magia, pero estaba demasiado débil, la adrenalina abandono mi cuerpo y sentí el peso de la batalla, caería rendida en cualquier momento, caería más profundo, pero lo peor sería despertar al día siguiente, confirmando la noticia de que ya no volveré a ver a ninguna de ellas, que murieron, todas, menos yo, la única que debía morir

Recuerdo cuando el DEO llego e ingresaron con las camillas, pero no hubo caso, no habia forma de que dejemos sus cuerpos, de ninguna manera; mi madre, quien habia estado sentada con Alex en brazos desde que entró al gimnasio, ahora iba en el asiento del copiloto, llevando su cuerpo, abrazándolo, con lágrimas secas y el rostro nuevamente serio, impasible, no dejaba ver ninguna emoción, pero se notaba a kilómetros, por mucho que intentara ocultarlo, lo devastada que se encontraba

Otra igual era Diana, sentada a mi lado, con Sam en sus brazos, tambien tenía lagrimas secas, pero su rostro era perdido, como si se encontrara a muchos kilómetros de distancia, no emitía sonidos, no parpadeaba, lo único que hacía era mover distraídamente los pulgares por el brazo de Sam, mi amiga de toda la vida, mi hermana, la mujer que siempre lograba hacerme sonreír, yacía sin vida a mi lado, sin una gota de su típica jovialidad, el brillo característico de su persona o la alegría que emanaba por los poros, no, nada, ahora solo habia un rostro frio, pálido, hundido, adolorido, las tres tenían lo mismo en común, la mueca de dolor que tuvieron al morir, otra muestra de lo cruel, sádico e injusto que fue todo

Y quien descansaba en mis brazos era Kara, no pude dejar de observarla en ningún momento, mis lagrimas mojaban su rostro y se las secaba al instante, lloraba al mirar ese agujero en su pecho que no se cerraba, todo el viaje fui intentando con mi magia cerrar la herida y mantener su cuerpo caliente, solo logre lo último, aunque se notaba que no era su calor, el suyo es tan único, ese era tan artificial

Hasta el ultimo suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora