Lost Souls [Damon Salvatore]

05

CAPÍTULO 5

¿UN ANIMAL?
🦌🩸

ASTRID'S POV

Estaba en la fiesta de bienvenida a los alumnos de Mystic Falls, no llevaba mucho rato pero los pies ya me estaban matando. Me había empeñado en llevar unos tacones, rectifico, TACONAZOS, ¿eran necesarios? No, pero, ¿me eran necesarios? Sí.

Lizzie se había ido ya con el chico Gilbert y con la imbécil de la hermana de Matt, si había algún amigo de mi hermana que me cayera peor que Jeremy era ella, Vicky Donovan.

¿Qué podía decir de ella? Arrogante, creída, egoísta, manipuladora, podía seguir con la lista y nunca me cansaría. No solo estaba jugando con Gilbert y Lockwood, también estaba jugando con mi hermana, pero era tan tonta de no verlo. Lizzie estaba embobada cuando la miraba, todo en ella era perfecto, y Vicky estaba enterada de ello, no era muy difícil, y se aprovechaba de ello, justo como estaba haciendo ahora mismo.

- Atrid - me llamó mi hermana mientras venía hacia mi -, ¿mañana podrías dejarme el coche?

Enarqué una ceja mientras me crucé de brazos.

- Es porque Vicky quiere ir al cine y ni Jeremy ni Tyler pueden llevarla - explicó.

- Claro, ¿por qué no le pagas también la cita? - dije sarcásticamente pero en su cara pude ver que era justo lo que le había dado a entender ella.

- ¿Me lo dejas o no? - preguntó perdiendo los nervios.

- No, no voy a dejarte el coche para que lleves a esa payasa al cine y a pagarle la tarde porque no tenga nada mejor que hacer - le expliqué dispuesta a dar media vuelta e irme.

- Astrid, venga - me dijo cogiéndome del brazo impidiéndome irme -. Es mi única oportunidad con ella.

- No Lizzie, eso es lo que te quiere hacer ver, pero, ¿quieres la verdad? No tienes ninguna oportunidad, ni tú ni aquellos dos capullos, ¿te digo por qué? - hice una pausa examinando su rostro parecía dolida y llena de rabia a la vez -. Porque está jugando a tres bandas, y no quiere a ninguna de ellas. Lo siento, Lizzie, pero la respuesta es no.

Después de decirle eso me zafé de su agarre para alejarme de ahí. Sabía que le había hecho daño, sabía que estaría sin hablarme durante un tiempo, pero era lo mejor para ella, era para que no sufriera, tenía que darse cuenta de que no le iba aportar nada bueno, ni ahora ni nunca, y que mucho menos iba a elegirla a ella por pagarle una entrada al cine y unas palomitas.

Mientras caminaba a duras penas con el dolor insoportable de pies choqué con una persona haciendo que mi pie izquierdo fallara y se doblase.

- Astrid, por dios, ¿estás bien? - escuché la voz de Stefan quien me estaba ayudando a levantarme.