Cada Lágrima Cae Por una Razón (Pero Prometo que No Lloraré Por Ti)

Capítulo 13

Me alegro de haber estado pensando en el futuro y haber subido esto hace una semana, para poder publicarlo a tiempo, ya que no trajo mi computadora conmigo cuando fui a visitar a la familia para las vacaciones. Pero en realidad planificar con anticipación por una vez significa que no tienen que esperar otra semana para descubrir qué sucede después! ¡Feliz Día de Acción de Gracias y Feliz Hanukkah a todos!

Descargo de responsabilidad: no mío

Él arremetió una, dos, tres veces. El hombre cayó con un gorgoteo ahogado, y Harry se despertó con un comienzo, su corazón latía, sudando brotaba de él.

A su alrededor, la habitación era un caos. Ron estaba sentado a su lado, mientras Seamus y Dean observaban, confundidos.

"Lo que está pasando?" Preguntó Harry, tratando de estabilizar su corazón palpitante.

"Esperaba que pudieras decirnos", dijo Ron, mirando fuera de su profundidad. "Estabas gritando y dando vueltas mientras dormías. Neville fue a buscar a McGonagall."

Y allí estaba ella. Harry se aferró a la presencia de su guardián.

"Lo que está pasando?" Minerva preguntó, tratando de ocultar su miedo, ya que echó un buen vistazo a su cargo. Harry parecía más que conmocionado. Parecía asustado, mientras volvía sus ojos sorprendentemente verdes sobre ella.

"Señor Weasley", Harry se apresuró, suplicando al profesor. Aquí había alguien que realmente podía hacer algo. "Está herido, tienes que conseguir ayuda!"

Minerva se sentó en el borde de su cama, tomando una mano en la suya. "Dónde?" ella preguntó, tratando de calmarlo.

Harry tropezó un poco, inseguro de dónde había estado exactamente cuando había atacado... no, él no había atacado a nadie. ¿Lo tenía? Había sido una serpiente, y la serpiente había atacado al Sr. Weasley.

Sacudió ligeramente la cabeza, tratando de despejar su mente. Estos pensamientos no estaban ayudando en este momento. "Era un pasillo. Estaba oscuro, y él estaba sentado afuera de una puerta. No hay mucho tiempo, tienes que darte prisa!"

Minerva se recuperó ligeramente. Ella lo observó durante medio segundo, antes de asentir enérgicamente. "Ven conmigo. Sr. Weasley, usted también."

Con eso, ella llevó a los dos adolescentes por las escaleras.

Todos recibieron un poco de shock en la sala común. Ginny estaba parada allí, con miedo evidente en su rostro, lágrimas en los ojos.

Minerva frunció el ceño, confundida, pero hizo un gesto para que la niña se uniera a ellos mientras se dirigían a la oficina del director.

Ginny, ¿cómo lo supiste? Preguntó Harry, tomando su mano en la suya, apretando tranquilizadoramente.

Ginny se mordió el labio. Lo vi, admitió, sintiendo a Harry rígido a su lado. Era una serpiente. Oh Merlín, papá...

Harry apretó la mano más fuerte. Estará bien, él tranquilizó, aunque no estaba seguro de que lo creyera. Lo encontrarán.

El grupo llegó a la entrada de la gárgola en ese momento, y McGonagall dijo que la contraseña ("Toffee Crunch") en una voz inestable.

Tomaron la escalera de caracol hasta la oficina de Dumbledore, donde Minerva compartió una conversación susurrada con el director, quien luego recurrió a varios retratos en la pared y comenzó a emitir órdenes.

Harry, Ginny y Ron observaron, confundidos y un poco asustados.

Uno de los directores anteriores salió de su marco, pero en lugar de reaparecer en el siguiente, desapareció. Sin darse la vuelta, Dumbledore le hizo preguntas a Harry sobre lo que había sucedido, lo que había visto. Harry respondió lo mejor que pudo. Cuando terminó, Dumbledore volvió a Minerva. "Profesor McGonagall, si pudiera reunir a los Weasley restantes y traerlos aquí."