Cada Lágrima Cae Por una Razón (Pero Prometo que No Lloraré Por Ti)

Capítulo 10

Descargo de responsabilidad: no mío

Harry se unió a sus amigos para almorzar, pero se negó a decirles lo que había estado haciendo, y una vez más rogó, regresando a la Sala de Requisitos por el resto de la tarde.

Pasó varias horas más practicando diferentes hechizos sin su varita, y para cuando tuvo que irse a cenar, tenía una buena comprensión de la mayoría de los encantos del primer y segundo año, y algunos hechizos y jinxes menores.

Su siguiente paso sería ver si podía transferir la teoría de la magia sin varitas a la transformación del animago, pero eso tendría que esperar hasta más tarde.

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La semana siguiente pasó lentamente por Harry. Estaba demasiado agradecido de que Defense estuviera solo dos veces por semana; Umbridge estaba probando su paciencia, tratando de instigar una confrontación. Sin embargo, no estaba mordiendo el anzuelo, utilizando todo su entrenamiento de Oclumencia para mantener la calma.

Tuvieron una reunión de DA el miércoles, después de la cena, esa semana. Harry y los otros líderes habían pasado algún tiempo revisando sus planes de lecciones, pero al final, realmente no era tan diferente de antes del decreto de Umbridge. Todos en el club estaban felices de que todavía estaban aprendiendo, ya que todos salieron de la habitación para regresar a sus dormitorios antes del toque de queda. Se sentía bien saber que se estaban preparando para lo peor. Incluso si el Ministerio no reconocía el renacimiento de Voldemort, la historia aún había circulado, y la mayoría de los estudiantes creían que Harry y Cedric estaban sobre el Ministro. Ayudó que Madam Bones también estuviera apoyando sus versiones de eventos. Harry temía que pudiera enfrentar represalias de Fudge por eso, antes de que lograran despedirlo, pero Susan puso sus miedos a descansar,diciéndole que su tía había sido un elemento básico en el Ministerio durante muchos años, e incluso Fudge sabía que si la despidía, simplemente haría que la gente estuviera más dispuesta a creer sus afirmaciones.

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Harry una vez más se aisló en la Sala de Requisitos el sábado por la mañana. Sabía que había estado descuidando a Ginny y su tarea durante la semana, pero realmente quería ver si su teoría sobre la magia sin varitas se desarrollaría. Incluso se olvidó del recordatorio de Sirius para practicar siempre con otra persona, por si acaso.

Durante varias horas, se centró en el sentimiento que recordaba de la semana anterior. Imaginó que su brazo crecía pelaje, sus uñas se convertían en garras, su mano en una pata.

No vio ningún cambio hasta justo antes del almuerzo. Estaba empezando a pensar en dejarlo por ahora, y regresar después de haber comido, cuando sucedió. Dándole una oportunidad más, abrió los ojos para ver que su brazo se volvía negro cuando brotaba el pelaje, su mano se acortaba ligeramente, mientras sus uñas se alargaban. Sonrió felizmente, y flexionó sus garras, tratando de acostumbrarse a la sensación.

Después de unos minutos, decidió reunirse con sus amigos, por lo que cerró los ojos una vez más, e imaginó devolver su brazo a la normalidad.

Tomó un poco más de tiempo, pero sucedió. Se aseguró de que la transformación estuviera completa, antes de salir de la habitación y dirigirse al Gran Salón.

Ginny había sentido su euforia, pero no le preguntó al respecto, sabiendo que había estado trabajando en un proyecto especial, que había prometido compartir con ella, si funcionaba.

Tomando la sonrisa que tenía en su rostro mientras se sentaba a su lado, ella adivinó que sí. Eres terriblemente feliz, Harry, ella señaló, continuando comiendo su comida mientras hablaban a través del vínculo.