Asa se encontraba sentada en su escritorio mientras dibujaba algo en su cuaderno.
Para los ojos de los demás, era difícil de adivinar que era lo que dibujaba la chica, pero desde la perspectiva de Yoru, ella podía visualizar con asco absoluto el dibujo de su recipiente.
Era ni más ni menos que un corazón con el nombre de Denji y de ella, cosa que la repugnó, puesto que podía sentir los sentimientos que Asa le estaba poniendo al dibujo.
Y es que desde aquel día en donde ella besó en la mejilla a Denji, las cosas cambiaron un poco.
Si bien ya no era extraño ver a los dos raros de la clase platicar juntos, ahora se podria decir que si, aunque no en gran escala.
Únicamente se notaba la atracción que ambos se tenían.
Desde la forma de hablar entre ambos hasta las furtivas miradas que se daban durante la clase.
Aunque lo que más resaltaba era la sonrisa de la chica, la cual llevaba consigo todo los días.
Era algo nuevo para muchos de la clase los cuales no platicaban con ella, pero ahora le prestaban un poco más de atención.
Y esto fue gracias a Denji quien ya era conocido por todos como el tonto del salón y alguien a quien podrías utilizar para humillarlo a cambio de dinero o para que te hiciera algunas tareas.
Pero desde que se juntó con Asa, eso ya no había sucedido otra vez, y fue por eso que empezaron a ser más concientes de su compañera.
La cual logró llamar la atención de algunos chicos los cuales pasaron por alto la belleza de la chica.
Y es que Asa últimamente parecía ir mucho más arreglada que antes a la escuela, aunque lo único que cambió de su apariencia fue su ropa, puesto que ahora la planchaba para que ya no estuviera arrugada.
Y en algunas ocasiones ella llegaba con su cabello suelto y cepillado, dejando de lado la coleta ya que eso no le ayudaba mucho en su apariencia desaliñada.
Incluso quiso ir una vez maquillada, pero no sabía cómo a hacerlo puesto que nunca tuvo una guía para eso, y tampoco le interesaba en lo más mínimo en gastar en cosméticos que seguramente no utilizaría seguido.
Así que únicamente se lavaba su carita con agua y con jabón y luego se iba a la escuela.
Y todo estos ajustes de su apariencia lo hacía únicamente para verse bien delante de Denji.
No sabía muy bien cuando sucedió, pero ahora las cosas con su amigo empezaban a ser un tanto especiales.
Desde aquel día en donde lo besó en la mejilla, ahora convivían mucho más tiempo que antes.
Platicaban de una gran variedad de cosas las cuales, en su mayoría no tenían sentido, pero Denji conseguía que esos temas se volvieran graciosos y absurdos, y eso le divertía bastante.
Y mientras esas platicas se daban, de vez en cuando, Denji tomaba una de sus manos y acariciaba su dorso, o bien, sucedía al revés y era ella la cual realizaba esa acción.
Incluso cuando comían en su hora de receso, Denji se tomaba la molestia de pasar una de sus manos por el cabello de Asa y luego lo colocaba con delicadeza detrás de su oreja para que no le estorbara mientras comía.
Cosa que ruborizaba a la chica pero que disfrutaba bastante.
Y ya por último, estaban las ocasiónes en donde Denji solía dormir o reposar en su escritorio durante alguna clase.
Ahí ella se tomaba la dicha de acariciar el cabello de su amigo.
Disfrutando siempre de la suavidad del mismo y de tenerlo cerca por supuesto.
