Capítulo 11

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04 de julio de 2023.
Edimburgo, Escocia.
Pov. Lucifer.

Tanto Lilith como yo, tomamos la decisión de volver a casa unos días antes de Silverstone, llegamos de Austria el lunes alrededor de las dos de la tarde, y como convencí a Checo de venir con nosotras, salimos a comer y vimos algunas películas el resto de la tarde en la comodidad de mi departamento. Checo se está quedando conmigo, lo suficientemente cerca para pasar tiempo con Lilith, pero lo suficientemente lejos para darle espacio, ayer no pudimos platicar mucho sobre ella porque estuvimos con ella casi todo el día, pues se fue a la medianoche y poco después él alego sentirse cansado.

Es temprano, así que después de bañarme y arreglarme salgo a la cocina con la esperanza de que mi mejor amigo no tarde mucho en levantarse, no quiero cocinar, así que necesito que se levante para ir a desayunar a casa de nuestra Lilith, es la ventaja de que sea mi vecina.

– Buenos días demonio mayor – parece que ya se bañó, pues su cabello está húmedo.

– Buenos días Chequito – me acerco por una botella de agua – ¿vas a contarme que te pasa? Puedes intentar fingir, pero sé que algo te atormenta.

– Descubrí algo el domingo en la noche... y no sé cómo sentirme al respecto.

– ¿Descubriste como dominar el mundo? – intento no presionarlo, así que me hago tonta, porque si esto lo atormenta tanto, tiene que ver con Lilith.

– Creo que a Pato le gusta Lilith... – hace una pequeña mueca.

¿De qué carajo está hablando? Si le gustara no se la pasaría haciendo esa clase de comentarios hacia mi persona. Obviamente yo no le gusto, solo lo hace para molestarme, pero si le gustara Lilith, lo que menos debería hacer es hablarme de esa manera frente a ella.

– Dudo que le guste... y si lo hace, eso no debería importarte a ti, tú tienes ventaja.

– Él es su mejor amigo, la conoce y claramente sabe cómo enamorarla... yo no tengo nada en comparación a él, además con el parece muy cómoda, a mi apenas si me habla.

– Pues yo soy su mejor amiga, la conozco más que él y tu juntos, y si yo te digo que tienes ventaja, entonces la tienes.

– Solo lo dices para hacerme sentir mejor.

– No te lo diría si no fuera verdad... me conoces, si no tuvieras una oportunidad con nuestra Lilith, te lo habría dicho en Mónaco, sin embargo, te dije que tenías luz verde... así que deja de ser tan desesperado y ten paciencia.

– Es que parece que ninguna cosa de las que hago funciona...

– Voy a darte unos pequeños consejos para que eso deje de pasar amigo mío – me acomodo mejor en mi silla y pongo toda mi atención en lo que voy a decirle – primero que nada, debes dejar de decirle pequeña Lilith.

– Le he dicho así siempre... – parece confundido.

– Pues ya no lo harás, porque la haces sentir como una niña y siente que le está hablando uno de sus hermanos, y eso es lo que no necesitamos amigo mío – estoy intentando ser clara con esto por el bien de ambos – segundo, debes dejar de limitarla, sé que te preocupa, pero Lilith es una adulta, puede tomar sus propias decisiones.

– Lo sé, pero me preocupo por ambas... no quiero que les pase nada.

– Si, pero a mí no me limitas como a ella – eso lo hace soltar una risita – ese no es el punto, debes meterte en esa cabecita tuya que Lilith es una niña grande, si quieres tener algo con ella, debes dejar de actuar como su padre, dale independencia, confía en ella... la conoces ella es muy responsable.

La Primera Cita | Sergio Pérez | Pato O'Ward✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora