Capítulo 17

391 25 9
                                    

28 de agosto de 2023.
Milán, Italia.
Pov. Lilith.

El vuelo fue exactamente igual de silencioso que el viaje en camioneta al aeropuerto de Ámsterdam, la mujer a mi lado parece no estar del mejor humor, así que no insisto, necesita su espacio, y yo aprovecho ese tiempo para terminar un podcast y leer un poco, además de mensajear con mi mejor amigo, para mi buena suerte, esta semana también nos quedamos en el mismo hotel, lo que significa que si tengo un ataque tengo a quien recurrir. No es como si no pudiera ir con Lu o con Checo, pero ellos no lo saben, así que sería raro, y me harían muchas preguntas que no quiero contestar.

El camino al hotel sigue siendo igual de silencioso, a pesar de que intente sacarle platica a la castaña, no lo logre, y en algún punto me di por vencida, así que preferí ver mis redes sociales a seguir intentando, me hablara cuando sienta que es el momento.

– Se supone que nos veremos aquí a las tres, así que avísale a tu tonto amigo, y no lleguen tarde – toma sus cosas y sube a su habitación.

Hoy será un día muy pero muy largo, subo a mi habitación y busco que ponerme, que se vea bien, pero que no parezca que pensé mucho en que ponerme, definitivamente salir con uno de tus amigos, y tratar que los demás no se enteren es un caos. Veo una película antes de comenzar a arreglarme, y una vez que pongo todo en mi bolsa, me dirijo al lobby, donde Pato y Checo ya nos esperan.

– Muchachones – me paro junto a Pato y este intenta revolver mi cabello.

– Hola madre de demonios.

– Lilith – el tapatío me da una sonrisa a medias.

– Me sorprende que lleguen temprano, creí que yo llegaría antes que todos.

– Llegamos dos horas antes que ustedes – se encoje de hombros – ¿Dónde está el demonio mayor?

– Supongo que en su habitación – suspiro – voy a llamarla.

Realmente no es necesario, porque la mujer llega justo en ese instante, se ve más relajada que hace unas horas, aunque aún parece estar a la defensiva, se para justo frente a Checo, y parece analizar su cara un poco antes de hablar.

– ¿Tienes algo que decirme?

– Tengo hambre – supongo que fue una respuesta incorrecta, porque rueda los ojos y voltea a verme.

– ¿Tú tienes algo que decirme?

– Nop – arruga la nariz con mi respuesta, pero ya no insiste.

– Vamos a comer.

Los chicos se encargaron de conseguir un auto para los cuatro y Checo nos lleva a un lindo restaurant, Lu va a su lado como su copiloto, mientras yo voy en la parte de atrás con Pato, mi cabeza va recargada en su hombro, y aprovechamos el momento para que el hombre me de la tarjeta de su habitación sin que los demás se den cuenta.

Todos pedimos nuestra comida y parecemos tener una reunión exactamente igual que hace unas semanas, Lu y Pato pelean, nosotros intentamos mantener la paz entre ambos, pero parece que no sirve de nada, porque solo se callan para comer, o para decir una tontería.

Nada como un día común y corriente con mis dos mejores amigos.

– Voy a hacer esta pregunta solo una vez más – aquí vamos de nuevo – ¿tienen algo que decirme?

– ¿Ya no tengo hambre? – dice el hombre a su lado con gracia.

– No te soporto Pérez – rueda los ojos, y después siento su mirada en mí.

La Primera Cita | Sergio Pérez | Pato O'Ward✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora