Se dice que Rhaenyra Targaryen al momento de morir le rogó a los dioses que perdonaran sus pecados y el no haber cuidado bien de sus hijos, Los dioses le darán una segunda oportunidad, pero no como ella piensa, su oportunidad será 300 años despues d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rhaenyra Targaryen, hija del Rey Viserys I Targaryen y la Reina Aemma Targaryen, vivió una vida (si es que se puede llamar vida) complicada, murió a manos de su medio hermano Aegon Targaryen y su dragon Sunfyre.
Rhaenyra fue una persona buena por así decirlo, y eso los dioses lo sabían.
Antes de morir le rogó a los dioses una segunda oportunidad y claro que se la dieron, pero no como ella esperaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
284 años Después de la conquista.
Rhaenyra lo ultimo que recordaba era que estaba siendo absorbida por el fuego del dragón de su medio hermano Aegon.
Y lo primero que escuchó en su nueva vida fueron unos llantos junto a los gritos de una mujer, no sabía de donde provenían dichos llantos, hasta que se dió cuenta que los llantos eran suyos.
— ¡Princesa! Es una niña. — La partera le dice a la princesa Elia Martell.
La princesa le pide a la partera que le entregue a la niña para que deje de llorar.
— Oh mi dulce, dulce niña, no podremos estar juntas, pero te daré algo con lo que sabrás que tuviste una madre que te amó con todo su corazón. — Dice Elia Martell sollozando mientras ve a la única hija que le queda viva.
— Te llamaras como la única reina que se ha sentado en el trono de hierro, Rhaenyra, ese será tu nombre. — Dice la princesa sin saber qué a la que tenía en brazos era la mismísima Rhaenyra.
Rhaenyra se le quedaba viendo algo consternada, pero entendió que esta sería una vida mucho más difícil que la pasada cuando de pronto empezaron a querer entrar a la habitación.
La Martell se exalta mientras ve directamente a la puerta, le dice a la criada.
— Talia, llévate a mi dulce niña, por favor llévala a un lugar seguro, busca a mi hermano, Oberyn Martell, sé que el la cuidará como yo lo haría. — Dice la princesa mientras solloza al saber que su muerte se avecina.
— Si mi princesa, tenga por seguro que su hija llegará sana y salva a Dorne, se lo prometo con mi vida. — Dice la criada mientras empieza a buscar los pasadizos de Maegor el cruel.
De repente empiezan a romper la puerta de la habitación en dónde estaba la princesa Elia Martell.
— Corre Talia, llévate a Rahenyra con mi hermano, estará segura con el. —
Talia asiente mientras sale de la habitación. De un momento a otro se empezaron a escuchar los gritos de Elia Martell. Lady Talia corrió para no seguir escuchando los gritos de su señora. Se distrajo tanto que no se dio cuenta cuando chocó con un hombre.
— Disculpe mi lord. — Dice con la mirada gacha para que no la reconozcan como la dama de compañía de la princesa Martell.
Sin darse cuenta Talia había chocado con Eddard Stark.
— No se disculpe mi lady. — dice viendo curiosamente el bulto que Talia llevaba en brazos.
Al momento de que Talia en un intento de que el Stark no viera a la bebé, un mechón de cabello blanco salió a la luz, dejando así a un Stark anonadado.
— Ese bebé que llevas es un Targaryen. — ante lo que dijo el Stark, Talia no supo que decir, así que hizo el intento de escapar, más no pudo y que Ned Stark la agarró del brazo.
— Mi lord, no me la quite, le prometí a la princesa Elia que la llevaría con su hermano Oberyn Martell, y no quiero faltar a mi promesa. — dice Talia con una mirada de súplica.
