03

242 34 16
                                    

—¿Entonces te vas a casa de tu madre hoy?— preguntó Hermione

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Entonces te vas a casa de tu madre hoy?— preguntó Hermione.

—Sí, la verdad es que siento algo de curiosidad por lo que tiene que decirme.— admitió Lainey.

—¿A qué hora te vas?

—No tengo idea. Seguro que antes de la cena.

Hoy era el día, Lainey por fin sabría el motivo por el que su madre le pidió que vaya a casa. Un asunto de suma importancia, había dicho.

A pospuesto lo más que pudo el ir a la mansión Rosier, se podría decir que Lainey y su madre no tenían la mejor relación madre e hija. Por lo que Lainey evita lo más que puede ir a casa.

Incluso una vez decidió pasar las vacaciones de verano en la casa de los Granger, donde aprendió bastantes cosas acerca de los muggles—incluso la caja negra que tenia personas atrapadas dentro—, ella se había asustado bastante al verlo por primera vez. Eso sin mencionar los pedazos de metal que se movían.

Así que se podría decir que no estaba tan emocionada de tener que ir antes de las vacaciones.

Lainey y Hermione estaban volviendo de la biblioteca, iban camino a la sala común, cuando dos chicos aparecieron en su camino.

—¡Ahí están! Las estuvimos buscando por todos lados.— dijo Ron.

—Pues al parecer no saben buscar muy bien.— Hermione respondió.

—¿Donde estaban? —preguntó Harry.

—Es bastante obvio, la verdad.— Lainey les mostró los libros que tenían ambas en las manos.

—Oh.

—Te lo dije.— Ron le susurró a Harry.

—Cállate.

Hermione y Lainey se voltearon a ver y luego de vuelta a los chicos frente a ellas, para luego seguir con su camino a la sala común.

—¡Oigan! Esperen.

Ambos chicos se dirigieron a pasos apresurados para alcanzarlas.

—¿Necesitas ayuda, Lainey?—preguntó Harry.

—Puedo llevar tus libros por ti, si quieres.—dijo Ron.

—Yo lo haré, Ron.—dijo Harry.

—Chicos, estoy bien. Gracias, pero puedo llevarlos sola. No se preocupen.—Lainey les sonrió y siguió caminando.

—A mi podrían ayudarme.—admitió Hermione.

Ron y Harry la ignoraron y fueron detrás de Lainey.

—Vaya perritos falderos esos dos.

—Vaya perritos falderos esos dos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Strange Love [Golden Trio] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora