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Al llegar Megumi estaba confundido.

—La playa? Porque no me lo dijiste, no traje bañador. — Se quejó mientras se cruzaba de brazos.

—Es porque no nos vamos a bañar, ya veras. — Dijo mientras se acercaba a la cajuela de su auto último modelo.

—Tendremos una cena romántica bajo la Luna? — Adivino alzando una ceja.

—Bingo, qué te parece? — Preguntó algo nervioso pero sonriendo.

—Muy lindo de tu parte, me encanta! — Dijo entusiasmado, sus lindos ojos brillaban de la emoción, nunca nadie le había dado una cena romántica en su vida pasada.

—Me alegra, lo estuve pensando mucho, quería que todo saliera bien. — Dice mientras saca todo con ayuda de Megumi.

Al estar ya pisando la arena ordenaron todo para la cena, había de todo, Megumi estaba más que feliz de ver comida ya que se había ido sin comer.

Ambos se sentaron y comenzaron a conversar de todo un poco, rieron juntos, Megumi hizo algún que otro comentario subido de tono para burlarse de Sukuna quien se sonrojaba y eso hacia reír más al pelinegro.

Luego de comer ser sentaron a ver la calida noche, el cielo para Megumi estaba más bello que nunca, tal vez era porque lo estaba viendo con alguien o puede que siempre lo haya sido y nunca se haya dado cuenta de eso.

—La Luna esta muy bella esta noche. — Soltó Sukuna luego de un largo silencio.

—No tanto como tu. — Le respondió luego de un guiño.

—No digas cosas vergonzosas. — Un leve sonrojo apareció en las orejas de Sukuna.

— Solo digo la verdad. — Respondió riendo, le gustaba burlarse de él diciendo ese tipo de cosas.

—Ahora que recuerdo, tengo algo para ti. — Le dijo sacando una pequeña caja de su  bolsillo.

—Algo más? La cena en la playa ya era suficiente. — Exclamó sorprendido y avergonzado.

—Si se trata de ti nunca es suficiente. — Le dió una bella sonrisa mientras lo miraba con cariño.

—Me avergüenzas. — Ahora el sonrojado era otro.

—Toma. — Le tendió la cajita y Megumi la tomó y la abrió.

—Es... Hermoso. — Lo que había dentro de la caja era un hermoso collar de oro con diamantes incrustados.

—Es bueno que también te guste, lo mande a hacer para ti.— Eso sorprendió a Megumi, lo hizo sonrojarse aún más.

—Muchas gracias, de verdad lo aprecio, no me lo quitare nunca! — Dijo echándose arriba de él y, para sorpresa de Sukuna, besarlo.

El beso estaba lleno de sentimientos encontrados por parte de Megumi y de cariño por parte de Sukuna.

Luego del beso se quedaron abrazados, Megumi respirando el olor a perfume caro del pelirosa, y Sukuna apoyando si mentón en la cabeza de Megumi.

Luego de ese momento Sukuna le puso el collar a Megumi y ambos decidieron que era hora de irse, ninguno quería separarse del otro pero Megumi tenía que volver a casa ya que sus padres eran muy sobreprotectores con que saliera con el más alto.

Al llegar a la casa de Megumi se despidieron  y prometieron verse de nuevo otro día.

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Este es el único capítulo de esta historia que me gusto, y ni siquiera me gusto tanto xd