beautiful night, cold night

25 6 0
                                    

Nunca había visto el invierno.

Y ahora que vivía aquí podía verlo.

Era… muy lindo.

Nunca fui débil al frío, me crié en una ciudad fría y a mi madre le encantaba viajar a lugares fríos cada 6 meses. Sin embargo, Rusia en invierno era más frío de lo que esperaba.

Aún así, me gustaba este clima. Las calles se pintaban de blanco y por primera vez pude encender una chimenea. El invierno me generaba tranquilidad…

Mientras me preparaba para salir escuchaba la voz al fondo de mis compañeros de piso, no estaba prestando atención a su conversación hasta que escuche como llamaban por mi nombre

– _____ ¿vas a salir?

–Si.

Respondí casi en un susurró. Acomode la bufanda que días antes me había regalado mi madre y salí con un "cuídate" de fondo de parte de una de mis compañeras.

¿Avdotia se llamaba? Creo que sí. Nunca fui buena con los nombres, después de todo.

Aparte su nombre se me hacía difícil de pronunciar.

No importa cuánto tiempo llevo admirando el paisaje, la nieve me parece hipnotizante y sobre todo cuando es de noche. En invierno, la noche es tan oscura y misteriosa, romántica y decadente a la vez… un sentimiento de melancolía espectacular.

Todo estaba en silencio, lo único que producía ruido aparte de mis pisadas era mi voz que tarareaba una vieja canción, un hábito normal en personas alegres y solitarias. Pero detuve todo canto al ver al hombre de siempre parado admirando el paisaje que ofrecía las frías noches de petersburgo ¿Acaso estaba siguiéndome?

Mi presencia parecía serle indiferente pero aún asi quería hablarle, algo me empujaba para hablarle.

–¿Nos conocemos?

La voz del hombre era más grave de lo que esperaba, muchísimo más grave de lo que esperaba

–¿disculpa?

–Que si nos conocemos. Tengo la sensación de haberte visto antes.

–Probablemente lo has hecho antes.

–Algo me dice que si…

Por primera vez en la noche el hombre se volteo y pude ver su rostro con claridad, cada detalle de su delicado y anémico rostro.

–Soy Fyodor Dostoyevsky, ¿cuál es tu nombre, desconocida?

– ____ Gibeau… desconocido-

Ante mi juego el hombre sonrió, mostrándome una mirada cansada… una extraña y peculiar mirada cansada. Por alguna extraña razón tenía una sensación de familiaridad al verlo, como si me fuera usual ver a personas cansadas.

-¿Fumas?

Fyodor me extendió su caja de cigarrillos, sin embargo, no quería ni sabía fumar así que me negué, él no pareció molestarle en absoluto ese hecho y simplemente guardó la caja de cigarrillos en su bolsillo luego de sacar un cigarrillo para el. Este lo encendió con el mechero que traía como collar, algo que me sonaba… familiar.

-así que… tu rostro, siento que lo he visto en otro lado.

Suspiré al recordar y contar mentalmente cuántas veces nos hemos visto por la calle, hemos cruzado miradas y aún así no sale ni una palabra de la boca de ninguno.

-Bueno, de hecho nos hemos visto unas cuantas veces antes.

-Dejame pensar, la primera vez fue cuando pasabas en barco ¿verdad?

Asentí, aún recuerdo la sensación que la mirada de Fyodor dejó en mi cuerpo. Aquella mirada fría que solo demostraba melancolía…

-La segunda vez que nos vimos fue en esa tienda de convivencia

-Ah si, queda cerca de tu casa ¿no?

-Precisamente…

-La tercera fue en The Rooms… estabas con amigos ¿cierto?

-Eres bueno con las deducciones, pero en realidad eran compañeros de facultad. Tu estabas con un chico algo…

Mis palabras frenaron, no sabía cómo describir al hombre que lo acompañó aquella vez, era apuesto y a la vez peculiar, llamativo y un montón de adjetivos que no estaba segura de decir.

-¿Raro? Si, suelen decir eso cuando lo ven. Él es un viejo amigo mío, estábamos bebiendo algo para pasar la noche con una amena conversación.

-Oh, ya veo.

La conversación paro y el silencio reinó, me había quedado sin tema y Fyodor no parecía tan interesado en seguir mi conversación, así que mentalmente empecé a prepararme para despedirme e irme de ahí.

-Oye,  ____ ¿Cuántos años tienes?

La pregunta me saco un poco de mis casillas, sobre todo cuando estaba pensando tan ansiosamente en cómo irme de ahí sin parecer grosera

-Tengo 22.

Mire a Fyodor algo desorientada por su pregunta. Supuse que si seguía respondiendo de forma seca está conversación no llegaría a nada, así que ligeramente intranquila pregunté con un leve tartamudeo.

-¿Y tú?

-Oh, no necesitas saberlo; pero puedo asegurarte que soy unos cuantos años mayor.

La sonrisa de Fyodor era algo… inquietante, pero aún así, tenía la duda de que tan mayor era Fyodor y si era correcto que estuviera hablando con alguien que apenas sabía su nombre.

Sin embargo.

Ya era demasiado tarde para retroceder.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 22, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Темная ночьDonde viven las historias. Descúbrelo ahora