Hurt - bbangsaz EDITADA

-25-

Hanni se quitó la camisa con naturalidad, quedando solo en sostén y los bóxers prestados. Caminó hacia el closet con la intención de buscar algo más para ponerse.

—¿Puedo tomar algo de tu closet? —preguntó, revisando entre la ropa.

Minji, quien aún estaba acostada en la cama con las sábanas cubriéndole de la cintura para abajo, la observó en silencio. Sus ojos recorrieron su cuerpo de arriba abajo, deteniéndose en cada detalle con un brillo oscuro en la mirada.

—¿Minji? —llamó Hanni de nuevo, sacándola de su trance.

Minji parpadeó, como si intentara disimular el efecto que la imagen de Hanni medio desnuda tenía sobre ella.

—Sí... Toma lo que quieras.

Hanni tomó una camisa ligera y unos pantalones algo anchos, pero cómodos. Se vistió rápidamente y se calzó los zapatos antes de sentarse al lado de Minji.

—¿Qué ocurre? —preguntó, tomando su mano.

—Nada, ¿por qué preguntas?

—Actúas raro.

—Actúo normal. —Minji se inclinó y le dejó un beso en la mejilla antes de levantarse y buscar su propia ropa.

—¿Segura?

—Sí. —Se quitó la ropa para vestirse con algo más cómodo. Su tono era firme, pero evitó su mirada.

Hanni no insistió más y asintió.

—Le dije a Dani que pasara por mi casa a recoger mi mochila. También traerá la que llevaste al campamento.

—Bien. Vámonos.

Salieron del departamento y Minji encendió la moto. El trayecto hasta la escuela fue rápido, el viento fresco de la mañana pegaba contra sus rostros. Cuando llegaron, Minji se quitó el casco de Hanni y le acomodó el cabello con cuidado.

—Tengo práctica hoy. ¿Me esperas y te llevo a casa?

—Suena bien. —Hanni se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla. Minji sonrió levemente y tomó su mano antes de que entraran al colegio.

El aire cambió en cuanto pusieron un pie en el pasillo. Varias personas se quedaron mirando sus manos entrelazadas. Susurros comenzaron a llenar el ambiente, miradas de curiosidad, desaprobación y sorpresa se clavaban en ellas.

Hanni trató de ignorarlo, pero todo se fue a la mierda cuando él apareció frente a ellas.

JinWoo.

—No lo puedo creer —su sonrisa torcida irradiaba veneno.

Minji apretó la mano de Hanni con fuerza y trató de esquivarlo, pero él bloqueó su camino.

—Hazte a un lado —ordenó Minji con frialdad.

—¿También te follaste a Hanni? —preguntó JinWoo, mirándola con burla.

El cuerpo de Minji se tensó de inmediato.

—Pensé que no eras fácil, Pham. —Soltó una carcajada vacía y se giró hacia Hanni—. ¿No dejaste que yo te follara, pero sí permitiste que esta pobretona huérfana te metiera los dedos?

El aire se volvió pesado.

Hanni sintió que su cuerpo se congelaba.

¿Huérfana?

No tuvo tiempo de reaccionar cuando Minji soltó su mano de golpe y le lanzó un puñetazo directo a la mandíbula con tal fuerza que JinWoo tambaleó hacia atrás.