Una Superación Inesperada

TIC TAC

Hoy he decidido no ir al instituto porque no aguanto más los insultos despectivos, los empujones... Cada vez van a más y ya estoy harta, desde esta mañana a las 8am mi móvil no ha parado de vibrar con mensajes de mis compañeros faltandome al respeto solo porque no he ido al instituto, así que he decidido esconder el móvil y no cogerlo hasta mañana.

Estoy sola en casa, mis padres me han dicho que se iban pero no dónde, parecían preocupados, pero no le he dado mucha importancia, sí que es verdad que he notado a mi madre muy apagada, sobre todo desde que se desmayó en la cocina y se dió con el borde de la mesa, fué al médico y le dijo que todo iba bien, o eso me dijeron a mi.

Me estoy pasando toda la tarde comiendo palomitas y mirando películas de terror, hasta que de repente escucho un coche que deduzco que es el de mis padres, ya que, mi hermana está de viaje con su novio. Me extraña bastante porque solo ha entrado mi padre por la puerta y llorando, se me ha encogido el estómago porque nunca lo había visto llorar de esa manera, de solo ver que mi madre no entraba por la puerta me he imaginado lo peor.

Mi padre ha empezado a gritarme diciendo que me había llamado muchas veces y que porque no cogía el teléfono, yo no entiendo porque se pone de esa manera. Hasta que me ha dejado hablar y le he preguntado porque estaba llorando de esa forma y que era lo que le preocupaba tanto.

Cuando mi padre empezó a explicarme qué pasaba, empecé a llorar sin dejar que acabara la frase. Me explicó que mi madre, la primera vez que fue al médico, a causa del golpe que se había dado en la cabeza, no se dieron cuenta de que lo que en realidad tenía era un derrame cerebral. Entonces al no darse cuenta, ese derrame fue aumentando poco a poco, hasta que su cerebro no lo aguantaba más.

Al enterarme de la noticia no podía parar de llorar. En ese momento me entraron unas ganas enormes de ver a mi madre, ya que podía ser la última vez que la viera en vida. Salí corriendo de casa hasta llegar al hospital, y nada más llegar fui a ver a mi madre, pero los médicos no me dejaron entrar, puesto que las cosas cada vez se complicaban más.

Durante unas intensas horas en la sala de espera, por fin salieron los médicos y me dijeron que entrara a despedirme de mi madre, porque tenían que desconectarla de la máquina que la mantenia en vida, ya que de esas máquinas no tenían muchas y había más gente que las necesitaba y mi madre no tenía esperanças de vida.